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Оглавление1. INTRODUCCIÓN
1 La Geografía de Grecia. Plan de trabajo
Una vez que, a partir de las regiones occidentales de Europa comprendidas entre el mar interior y el mar exterior 1 , hemos recorrido todas las naciones bárbaras que se encuentran en ella hasta llegar al Tanais 2 y a una pequeña parte de Grecia, a Macedonia 3 , haremos ahora la descripción del resto de la geografía de Grecia.
El primero en ocuparse de este tema fue Homero 4 y, después de él, lo han tratado a su vez otros muchos, algunos de los cuales han escrito tratados especiales con el título de Portulanos, Periplos, Itinerarios de la Tierra , o algo similar, en cuyo contenido también figuran partes dedicadas a Grecia; otros autores, en la composición de su obra histórica general, han consagrado una parte a la topografía de los continentes, como es el caso de Éforo y Polibio 5 ; y otros, en sus trabajos de física y matemáticas, también han incluido algunas observaciones al respecto, como es el caso de Posidonio e Hiparco 6 . Ahora bien, mientras que resulta fácil emitir una opinión sobre las afirmaciones de los otros, los datos proporcionados por Homero 7 necesitan un atento examen crítico, puesto que nos habla como poeta, y no de cosas en su estado actual, sino de cosas muy antiguas, cuyos vestigios en su mayor parte han sido oscurecidos por el tiempo.
Con la mayor atención posible conviene, pues, acometer la empresa, comenzando por las regiones donde nos detuvimos. Nuestra descripción se interrumpió, por el oeste y el norte, en los pueblos de Epiro e Iliria, y, por el este, en los de Macedonia hasta llegar a Bizancio. Después de los epirotas e ilirios se encuentran los pueblos griegos de los acarnanios, los etolios y los locros ózolas; y a continuación están los focenses y los beocios 8 . Frente a éstos, al otro lado del estrecho, está el Peloponeso, que con la costa de enfrente delimita el golfo de Corinto, al que configura y por el que a su vez es configurado. Después de Macedonia se encuentran los tesalios, que se extienden hasta el país de los melieos, y a continuación los territorios del resto de pueblos situados al exterior y al interior del Istmo 9 .
2 Los diferentes pueblos griegos y su distribución geográfica
En estos territorios se han establecido muchos pueblos, pero en un principio su número no superaba al de los dialectos griegos que tradicionalmente reconocemos. De estos dialectos, que son cuatro 10 , pensamos que el jonio es igual al ático antiguo (se llamaba en efecto jonios a quienes en otro tiempo habitaban el Ática, de donde asimismo proceden los jonios que colonizaron Asia y que utilizan el dialecto que ahora llamamos jonio), y que al dórico le ocurre lo mismo respecto al eolio 11 , pues todos los griegos que habitan en la parte exterior del Istmo, a excepción de los atenienses, los megareos y los dorios de la región del Parnaso, todavía hoy reciben el nombre de eolios 12 ; y es verosímil que también los dorios, al ser poco numerosos y habitar una región muy accidentada, debido a su aislamiento hayan modificado su lengua y sus demás costumbres hasta el punto de diferenciarse del grupo étnico al que antes pertenecían. Esto mismo fue lo que ocurrió a los atenienses, que, al habitar un país árido y accidentado, por esta razón no fueron objeto de devastaciones, y afirma Tucídides 13 que pasaban por autóctonos, al haber ocupado siempre el mismo territorio, sin que ningún enemigo les hubiera expulsado de sus tierras o hubiera deseado poseerlas; ésta y no otra fue sin duda la causa, como es natural, de su diferenciación lingüística y étnica, a pesar de su inferioridad numérica.
Así como el elemento eólico predominaba en las regiones situadas al exterior del istmo, del mismo modo los pueblos de la parte interior fueron también eolios en un principio, pero después se mezclaron con otros grupos, cuando los jonios procedentes del Ática ocuparon Egíalo 14 y cuando los Heraclidas regresaron al frente de los dorios a quienes se debe la fundación de Mégara y de muchas ciudades del Peloponeso. Los jonios, sin embargo, pronto fueron expulsados a su vez por los aqueos 15 , un pueblo de estirpe eólica; y de este modo no quedaron en el Peloponeso más que dos grupos étnicos, el eólico y el dórico. Todos los pueblos que tuvieron menos relaciones con los dorios (éste fue el caso de los arcadios y los eleos, los primeros porque vivían absolutamente entre montañas y no participaron en el sorteo de tierras 16 , y los segundos porque se les consideraba consagrados al culto de Zeus Olímpico y por ello vivieron mucho tiempo dedicados a sus cosas y en paz; y sobre todo porque eran de estirpe eólica y habían acogido al ejército venido con Oxilo 17 cuando tuvo lugar el retorno de los Heraclidas), estos pueblos, digo, hablaban en dialecto eolio, mientras que los otros utilizaban una especie de dialecto mixto con elementos de ambas partes, acercándose más al eolio en unos casos y menos en otros. Y podría decirse que aun hoy se hablan diferentes dialectos en las distintas ciudades, pero que, debido a la supremacía alcanzada por los dorios, parece que todo el mundo se expresa en dialecto dórico 18 .
Tales son, pues, los pueblos de Grecia y de esta manera puede trazarse, en líneas generales, su distribución geográfica. Ahora nos referiremos a ellos separadamente, siguiendo el orden adecuado.
3 Situación geográfica del Peloponeso en el conjunto de Grecia
Éforo 19 afirma que, por la parte occidental, Grecia comienza en Acarnania; ésta es, dice, la primera región que confina con los pueblos de Epiro. Y así como este autor comienza por allí, sirviéndose de la costa como línea de referencia para medir las distancias, por juzgar que el mar supone un principio de orientación en la descripción de un país —puesto que en otro caso hubiera podido situar el comienzo de Grecia en las tierras de los macedonios y los tesalios— de este mismo modo parece oportuno que en nuestro seguimiento de la configuración de los lugares también tomemos el mar como punto de referencia 20 .
Este mar que arranca en aguas de Sicilia por una parte penetra en el golfo de Corinto y por otra hace del Peloponeso una gran península, cerrada por un estrecho istmo. A partir de este punto se diferencian las dos grandes zonas de Grecia, la de la parte interior del Istmo y la exterior, que se extiende hasta las Termópilas y a continuación hasta la desembocadura del Peneo. La parte interior del Istmo es la menos extensa 21 y a la vez la más famosa; prácticamente se podría decir que el Peloponeso es la acrópolis de toda Grecia 22 ; en efecto, sin contar con el esplendor y el poder de los pueblos que lo han habitado, la propia configuración de Grecia sugiere ya esta hegemonía, al estar formada por una variopinta combinación de un gran número de golfos y cabos y, lo que es más significativo, de grandes penínsulas que se suceden abarcándose unas a otras.
La primera de estas penínsulas es el Peloponeso, que está cerrado por un istmo de cuarenta estadios 23 . La segunda, que encierra a la precedente, tiene un istmo que se extiende desde Pegas de Megáride hasta Nisea, el puerto de Mégara, formando un paso de ciento veinte estadios de mar a mar 24 . La tercera también encierra a la que la precede y su istmo se extiende desde el fondo del golfo de Crisa hasta las Termópilas; su delimitación la señalaría una línea recta imaginaria de unos quinientos veinte estadios 25 que dejaría toda Beocia en el interior de la península y cortaría oblicuamente Fócide y el país de los epicnemidios 26 . La cuarta es aquella cuyo istmo, de unos ochocientos estadios 27 , se extiende desde el golfo de Ambracia, a través del Eta 28 y Traquinia, hasta el golfo Malíaco y las Termópilas; hay otro istmo, de más de mil estadios 29 , que desde el mismo golfo de Ambracia atraviesa las tierras de los tesalios y macedonios hasta llegar al fondo del golfo Termaico.
La sucesión de estas penínsulas sugiere un cierto orden nada desacertado; es aconsejable, pues, comenzar por la más pequeña, pero la más famosa de ellas 30 .