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1. NUBE PRIVADA

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En la definición del NIST, la nube privada es aquella en que «la infraestructura de la nube se suministra en exclusiva para una única empresa que integra múltiples usuarios (por ejemplo departamentos empresariales). Puede ser gestionada y operada por la propia organización, por un tercero, o en colaboración entre ambos, e instalarse dentro de las dependencias de la empresa (on premises) o en otro lugar (off premises) 89)».

La nube privada, también conocida como nube interna, opera en beneficio de un único gran cliente o de un conjunto de filiales pertenecientes al mismo grupo empresarial. Se crea con los recursos propios de la empresa, generalmente con la ayuda de proveedores especializados90).

Cuando la nube privada se crea aprovechando el centro de datos del cliente como capa hardware (on premise), los procedimientos están más estandarizados, es decir, las operaciones se sujetan a ciertas instrucciones que detallan y explican el procedimiento para controlar la totalidad de la infraestructura y asegurar aspectos como el rendimiento técnico, la fiabilidad y la determinación de responsabilidades91). Así se consigue un sistema con las máximas garantías de seguridad y confidencialidad, pudiendo configurar todos sus detalles, aunque al estar limitadas a los centros de datos de la propia empresa cliente, la escalabilidad puede llegar a verse comprometida. Del mismo modo, generalmente la implementación de la nube privada sobre el hardware de la propia empresa implicará una inversión inicial de capital más o menos elevada con el fin de adaptar los equipos al nuevo entorno, se compensará mediante otras ventajas, tales como la máxima seguridad y protección de la información migrada92).

Por contra, las nubes privadas hospedadas en centros de datos externos a la empresa permiten un máximo nivel de escalabilidad, porque el proveedor está habilitado para dedicar los recursos físicos al cliente cuando sus cargas de trabajo así lo requieran y garantizarle el máximo rendimiento en cuanto a procesamiento y almacenaje. Con estos recursos físicos exclusivos y no compartidos con otros clientes (es decir, sin «multi-tenencia»), se garantiza la total privacidad y una mayor protección contra accesos no autorizados, y se ahorra a través del pago por recursos consumidos y la no necesidad de actualización o mantenimiento de instalaciones físicas.

Independientemente de si la capa hardware pertenece al proveedor o la empresa cliente, con la nube privada se obtienen centros de datos virtualizados, interconectados y automatizados, con recursos físicos dedicados y procesos informáticos están sujetos a estrictos controles y monitorizaciones. Únicamente se implementan en las nubes privadas servicios de infraestructura y plataforma, puesto que las aplicaciones se ejecutarán dentro de las máquinas virtuales suministradas, para proteger al máximo la información gestionada a través de estas aplicaciones.

Por otra parte, la nube privada facilita la unidad de políticas internas en cuanto al manejo del centro de datos y el tratamiento de la información, permite la máxima personalización y favorece el trabajo corporativo entre sedes dispersas geográficamente93).

Este sistema de nube puede ser el más adecuado para grandes entidades cuyos datos requieren de un alto grado de confidencialidad y seguridad, y que son capaces de soportar el elevado coste inicial en inversión y mantenimiento. Lo adoptan administraciones públicas, hospitales, centrales nucleares, empresas de telecomunicaciones, corporaciones armamentísticas, entidades bancarias, etc. Generalmente la inversión necesaria para implementar una nube privada no suele compensar las ventajas que pueda aportar a la generalidad de las pequeñas empresas. Aun así, existen proveedores que ofrecen este modelo a empresas pequeñas y medianas con especiales necesidades informáticas que dispongan de excelentes equipos propios o que busquen el máximo control sobre su infraestructura.

La contratación de una nube privada con un proveedor externo implica explícitos acuerdos contractuales y de nivel de servicio (Service Level Agreement o ANS) que probablemente se sometan a negociación. Como hemos comentado, dada la fuerte inversión inicial y el mantenimiento continuado que implica este modelo, el proveedor suele acceder a negociar un contrato individual con la empresa, donde se detallarán aspectos clave como las medidas de seguridad a adoptar y los principales protocolos de gobierno de la nube. Aun así, algunas de las cuestiones contractuales tratadas en este trabajo, el cual se centrará en la nube púbica, pueden ser de aplicación a contratos de nube privada.

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