Читать книгу Cloud Computing. Régimen jurídico para empresarios - Francisca María Rosselló Rubert - Страница 19

Dice el NIST de la nube híbrida: «la infraestructura cloud es una combinación de dos o más modelos de implementación (privada, pública o comunitaria), que permanecen como entidades únicas (porque conservan las características de cada uno de los modelos implementados), pero su tecnología les permite compartir datos o aplicaciones entre ellas. Por ejemplo, el paso de una nube privada a una pública para sobrellevar picos de cargas de trabajo100)».

Se trata de un modelo en el que parte del servicio funciona a través de una nube privada o comunitaria, mientas que la parte restante opera a través de la nube pública. Pensemos en una empresa que desarrolla y prueba su aplicación en la nube privada, por razones de confidencialidad y seguridad, pero que la despliega en una nube pública para aprovechar su escalabilidad101).

Como podemos deducir, la clave del buen funcionamiento de la nube híbrida se halla en un cuidadoso diseño a la hora de fraccionar los componentes que integran los modelos público y privado (o comunitario). Es el denominado cloud bursting, es decir, el paso de un modelo de nube a otro para aprovechar las ventajas de cada uno atendiendo a la demanda de recursos computacionales de cada momento102).

La nube híbrida ofrece más flexibilidad que los modelos anteriormente explicados. En comparación con el modelo público, provee un control y seguridad más estrictos de los datos y aplicaciones. Por otra parte, permite las expansiones de servicio y la contratación bajo demanda que el modelo privado limita103). Este modelo en sí mismo aporta un óptimo aprovechamiento tanto de los recursos propios como de los proporcionados por el modelo público, usando y pagando por estos últimos solo cuando se necesitan (por ejemplo, en picos de cargas de trabajo), y sin tener que añadirlos al centro de datos propio de forma permanente. Por su parte, el segmento de la nube privado tiene las características, ventajas e inconvenientes mencionados antes e intrínsecos a todos los modelos privados de despliegue, al igual que sucede con el segmento público104).

En resumen, la nube híbrida será la mejor elección para empresas que necesiten la máxima escalabilidad, pero que tengan especial preocupación por la seguridad. Así se pueden realizar aplicaciones no críticas (como interactuar con los clientes o probar y ejecutar aplicaciones) en el segmento de nube pública, y aplicaciones críticas (tratar datos personales o confidenciales, o desarrollar nuevo software) dentro del segmento privado y con mejor seguridad. No obstante, debemos tener en cuenta que la administración de este tipo de modelo es compleja, porque al aunar entornos público, privado y centro de datos propio, la propia empresa cliente es responsable de su propio centro de datos y de la distribución de las cargas entre los segmentos privado y público de la nube105).