Читать книгу El reto de la construcción histórica del conflicto en Colombia - Gerardo Barbosa Castillo - Страница 18
D. Instalación de la Comisión de la Verdad de Colombia
ОглавлениеEl 29 de noviembre de 2018 se dio inicio oficial al mandato de tres años que tiene la Comisión “para esclarecer los hechos más graves del conflicto armado colombiano”. En la ceremonia el padre De Roux, presidente de la Comisión, dijo que se había reunido con el presidente Iván Duque y la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez, y aseguró que “respaldaron el mandato de la Comisión de la Verdad. ‘Confiamos en su apoyo como oportunidad de pasar bien la página porque el texto del futuro se escribe sobre la verdad’” (El Espectador, 29/11/2018a).
En esta misma ceremonia,
representantes de víctimas de distintos sectores y regiones del país le pidieron a la Comisión de la Verdad que realice un trabajo colectivo e incluyente. Los invitados a expresar su compromiso con la verdad en este lanzamiento fueron: una indígena, un militante de la UP, una mujer trans, un policía víctima por minas antipersonas, una desplazada, un campesino despojado, un sargento del Ejército, una concejala líder de víctimas, un familiar de un empresario muerto durante su secuestro, una estudiante, un sacerdote, un excombatiente de las FARC y uno más de las AUC (El Espectador, 29/11/2018a).
En algunas columnas de opinión se criticó la escasa presencia estatal, más allá del consejero para el Posconflicto y de algunos militares. Llegó a afirmarse que el Gobierno “pretende convertir la memoria del conflicto en credo político de uniformados y estrado de propaganda reaccionaria” (De la Torre, 04/12/2018). A esto se sumaron críticas sobre la reducción del presupuesto destinado para CEV, y no sobra señalar la polémica suscitada por la designación del reemplazo de Gonzalo Sánchez en la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica, controversia que a su vez es significativa y muestra la sensibilidad que existe sobre una designación tan importante.
En los días previos a la instalación de la CEV y también luego de la respectiva ceremonia oficial del 29 de noviembre de 2018, se escucharon críticas al papel de esa entidad. Por ejemplo, el editorial del periódico El Colombiano señaló, en alusión al sesgo de izquierda con el que algunos califican a la CEV: “Y no es menor el desafío de lograr que esa verdad corresponda a los hechos, a la narración fidedigna de lo que pasó, en vez de hacer de ella un libreto para exoneración de responsabilidades y lavado ideológico de culpas según quien construya la verdad tenga afinidad con alguno de los principales actores de ese conflicto armado” (El Colombiano, 28/11/2018). De igual forma, columnistas como Darío Acevedo señalaron la “clara tendencia izquierdista” de la CEV y la calificó de “arrevesada e impertinente”, además de “fruto del interés político de las guerrillas por imponer una explicación justificadora de sus aventuras y crímenes en ropaje académico” (Acevedo Carmona, 03/12/2018).
En este sentido, es vital y urgente conservar una línea de rigor metodológico e historiográfico que permita la expresión, el registro y el análisis del amplio universo que va desde los testimonios de las víctimas hasta la comprensión del desarrollo del conflicto. No se debe prejuzgar el trabajo de la CEV sino, por el contrario, hacer el seguimiento de su tarea y otorgarle el apoyo para el éxito de su labor.