Читать книгу Cartas que no llegaron - Gilraen Eärfalas - Страница 27
Día 12: martes, 20 de noviembre del 2012
ОглавлениеSonó el teléfono, nadie me había escrito desde hacía doce días. Pensé que sería alguien del banco, algún servicio que estaba próximo a cortar, pero no, eras tú. Mil interrogantes pasaron por mi mente en un segundo, ¿volvías?, ¿para qué?, ¿arrepentimiento? Seguro ya no soportabas todo ese desierto y querías regresar, te diste cuenta de que fue un error y venías para enmendar los daños, era lo más lógico. ¿Había otra cosa? Ya tenía el ‘sí’ en la lengua peleando por ser pronunciado. Tenía nuevas promesas, nuevos acuerdos, qué importa, podía dejar el pasado atrás, reinstalarnos, digo, no era la primera vez, volveríamos a hacerlo y sería mejor, pero…
«¿Quieres tus cosas de vuelta?».
Sí, tonta, tonta, mil veces tonta. ¿Es que no aprendo? ¿Se puede ser más estúpida? Me falta, sé que puedo serlo más. Pero dime, tú, ¿para qué quiero las cosas de vuelta? ¿De qué me sirven ahora? Lo único que quería de vuelta e íntegro era el corazón, ese sí me lo hubieras regresado tal cual te lo entregué.
No tienes vergüenza.