Читать книгу Cartas que no llegaron - Gilraen Eärfalas - Страница 37
Día 22: viernes, 30 de noviembre del 2012
ОглавлениеOtoño siempre tan dulce, oliendo a hojas secas, haciendo canciones con ellas. Ya no sé qué tanto me gusta la estación, te conocí un noviembre y te perdí un noviembre. Es como cuando comienzas a odiar la que una vez fue tu canción favorita.
Quisiera que esto fuera lo último que te escribo, terminar noviembre y darte por terminado a ti. Dejar todo sepultado, comenzar a vivir sin pensar en si regresas o que vivo en un tiempo que ya no corre, un espejismo, una ilusión. Quizá me accidenté y ahora estoy en coma soñando una realidad alterna, y despertaré y te veré diciéndome que siempre estuviste ahí, que cuando escucho mi nombre de tu boca no es una alucinación, sino que eres tú pidiéndome que despierte.
Pero me pellizco los brazos hasta causarme heridas y nada pasa, tengo los ojos bien abiertos porque hasta el sueño hizo maletas ya que lo tengo harto de pedirle que tú estés en todos ellos. Y no es que quiera seguir en el anzuelo, ya escribí adiós a modo de plana, pero se me olvidó pronunciarlo con los labios… Es que cuando te conocí lo deseché de mi lengua porque serías mi siempre.
Hoy se acaba noviembre y espero que tú también.