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Las traducciones
ОглавлениеEl caudal de las traducciones horacianas que han visto la luz desde los primeros tiempos de la imprenta hasta nuestros días es, obviamente, inmenso. Aquí sólo haremos un censo sumario de las que nos parecen más dignas de mención dentro de las que incluyen toda la obra del poeta, dejando para las introducciones parciales a las diversas obras las que sólo recogen alguna o algunas de ellas. Por razones prácticas, también consideraremos como traducciones completas algunas que, aunque debidas a autores distintos, han aparecido en el seno de una misma publicación o colección, abarcando en su conjunto la totalidad de las obras de Horacio.
Comenzando con las traducciones al italiano, que parecen reclamar un cierto derecho de primogenitura, y ciñéndonos a las más recientes y accesibles, cumple citar ante todo la ya aludida que se incluye en la gran edición del Bimilenario (Roma, Istituto Poligrafico dello Stato, 1991-1997). Se debe a L. CANALI (Odas y Epodos) y C. CARENA (Sátiras y Epístolas). En uno y otro caso se trata de versiones muy fiables, pese a las concesiones que a veces hacen al logro de ciertos ritmos y medidas. Acto seguido, recordaremos que el vol. I de la obra, ya tan citada en estas páginas, Orazio. Enciclopedia Oraziana (Roma, Istituto della Enciclopedia Italiana, 1996) se abre con una edición bilingüe de todas las obras del poeta cuyas traducciones, según el orden en que en ella aparecen, se deben a M. BECK (Epodos), M. LABATE (Sátiras), «varios [traductores]» (Odas)86. Aunque en grado diverso, todas ellas pueden considerarse como fieles a sus originales, y su belleza literaria no necesita ponderación.
En el ámbito de la francofonía es forzoso comenzar con una concesión al pasado, para recordar la traducción que A. DACIER añadió a su edición ya comentada (1681-1689), que llegó a ser clásica. También es digna de recuerdo la casi completa (pues omite el Arte Poética) del poeta parnasiano e incansable traductor de clásicos antiguos —al parecer, pani lucrando— Ch. LECONTE DE LISLE (París, Lemerre, 1873). Entrando ya en el período moderno y propiamente filológico de nuestros estudios, hay que decir que la traducción de referencia al francés de la obra completa de Horacio ha venido siendo la que acompaña a la ya citada edición de F. VILLENEUVE (París, Les Belles Lettres, 1927-1934), que con algunas correcciones ha seguido reeditándose hasta la fecha.
En los países de lengua alemana son especialmente numerosas las traducciones de Horacio, de la mayor parte de las cuales, por obvias razones prácticas, vamos a prescindir aquí. La más reciente de las completas parece ser la aparecida en la colección Tusculum, de la editorial Artemis (Düsseldorff-Zúrich), debida a G. FINK (Odas y Epodos, texto del mismo, última edición en 2002) y a G. HERRMANN (Sátiras y Epístolas, con texto de G. FINK, última ed. en 2000).
En fin, también son incontables las versiones horacianas en lengua inglesa. De las que abarcan toda la obra y han aparecido en época moderna es de destacar la de la ilustre Loeb Classical Library (Cambridge-Londres, Harvard Univ. Press), recientemente renovada con la edición y traducción de las Odas y Epodos de N. RUDD (2004), en tanto que se ha mantenido para Sátiras y Epístolas la ya veterana de H. R. FAIRCLOUGH (1926), reeditada, al menos, hasta 1978.
Y pasamos ya al censo de las versiones que más pueden interesar a nuestros lectores, las españolas87. Siempre dentro de las completas, la más antigua traducción de Horacio de la que se tiene noticia parece ser la escrita en prosa que se incluye en la «edición» bilingüe y comentada de JUAN VILLÉN DE BIEDMA (Granada, Sebastián de Mena, 1599), que MENÉNDEZ PELAYO (1951 [=1885]: 87)88 calificó de «hecha servil, rastrera y literalmente, como para principiantes».
De nuestros Siglos de Oro parecen proceder también otras dos versiones españolas completas, pero inéditas, que MENÉNDEZ PELAYO cita (1885 I [= 1951 VI]: 109 s.). Una de ellas, anónima y en verso suelto, «trabajado, a lo que parece, por un jesuita», se encontraba manuscrita en una biblioteca donde la vio el erudito horaciano don Juan Gualberto González. Acabó en paradero desconocido, lo que no parece habernos causado grave pérdida, al menos si nos atenemos al juicio de Iriarte, que consideraba ese trabajo «de todo punto absurdo». La otra versión, también manuscrita y al parecer del s. XVII, recaló en la Biblioteca Nacional, junto con otros libros del erudito heterodoxo don Luis de Usoz, colegial de San Ildefonso de Alcalá y de San Clemente de Bolonia. Don Marcelino no le reconoce «ningún mérito».
Del siglo XVIII no parece haber ningún Horacio completo en español, pese a la devoción que los ilustrados de aquel tiempo sintieron por el poeta; pero a un ilustrado tardío, el político liberal —con el tiempo, más bien moderado— don Javier de Burgos (1788-1849), debemos, aparte de la actual división provincial de España, la mejor versión de Horacio de las aparecidas hasta entonces, siempre según el parecer de MENÉNDEZ PELAYO89. Su primera edición, acompañada de texto latino y notas, apareció en 1819-1821 en Lyon y por dos veces se reimprimió también en Francia (1834 y 1841). En 1844 se publicó en Madrid, impresa por J. de la Cuesta, una segunda, profundamente revisada por el propio Burgos. Es una traducción en verso, especialmente afortunada en las obras líricas, en las cuales demuestra un particular dominio de la estrofa sáfica rítmica. Esta versión supuso un hito en la historia del horacianismo hispano, y fue la última completa que parece haberse publicado hasta el s. XX90.
Las versiones completas de Horacio al español aparecidas en el siglo XX de las que tenemos noticia son las siguientes91:
T. MEABE, Quinto Horacio Flaco, Obras completas, versión castellana de... París, Garnier [s. a.]92.
G. SALINAS, Obras completas de Horacio; traducidas y anotadas por don... Madrid, Biblioteca Clásica, Librería de Perlado, Páez y Cía. 1909 (reeditada en la misma colección por Sucesores de Hernando, al menos, en 1924)93.
J. CEJADOR Y FRAUCA, Horacio: fiel y delicadamente vuelto en lengua castellana, Madrid, Librería y casa editorial Hernando; obra póstuma del discutido filólogo94.
L. RIBER, Obras completas, Publio Virgilio Marón, Horacio; prólogos, interpretaciones y comentos de..., Madrid, Aguilar,1941; reeditada, al menos, hasta 1967 (5ª ed.). Es de los tantos frutos de la incansable labor traductora del humanista y académico mallorquín mosén Llorenç Riber95.
A. CUATRECASAS, Obras completas [de] Horacio; introducción, traducción y notas de... Barcelona, Planeta (Clásicos universales), 1986 (2ª ed. 1992)96.
M. FERNÁNDEZ GALIANO, Horacio, Odas y Epodos. Traducción de M. F. G., introducciones de V. CRISTÓBAL, Madrid, Cátedra, 199097.
H. SILVESTRE, Horacio, Sátiras, Epístolas, Arte Poética, ed. bilingüe de H. S., Madrid, Cátedra, 199698.
En cuanto a traducciones completas a otras lenguas de España, la única que sabemos que quepa reseñar es la de la colección publicada por la benemérita Fundació Bernat Metge. En ella podemos encontrar un muy digno Horacio, con texto latino revisado para la ocasión —ya que no propiamente crítico— y traducción catalana. Las Odas y Epodos corrieron a cargo de J. VERGÉS (1978-1981), mientras que las Sátiras y Epístolas ya habían sido revisadas por I. RIBAS y traducidas por Ll. RIBER (1927).