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El ángulo bajo o contrapicado
ОглавлениеEl ángulo contrapicado presenta los elementos del campo visual desde un punto de vista bajo. Contemplamos el contenido del encuadre desde un nivel inferior y desde nuestra perspectiva de espectadores tenemos la impresión de observar los objetos y personajes desde una ubicación focalizada desde abajo (foto 18).
El principal valor de un contrapicado, desde el punto de vista de la composición visual, radica en su capacidad para reforzar la envergadura o el volumen de los objetos contemplados desde abajo. Por eso se emplea a menudo el contrapicado para redoblar la intensidad dramática de una acción. Y es que este tipo de ángulo logra que los objetos móviles multipliquen su dinamismo y velocidad, así como que los personajes en reposo ganen en peso y proyección mayestática al ocupar las partes superiores del encuadre.
Foto 18. Ángulo contrapicado. La ley de la calle (Rumble fish).
El ya citado Marcel Martin dice que el contrapicado da “una impresión de superioridad, de exaltación y de triunfo, ya que aumenta la talla de los individuos y tiende a magnificarlos, destacándolos sobre el cielo hasta coronarlos de nubes”. Como dijimos en referencia a su interpretación del sentido del ángulo picado, Martin tiende a ofrecer un sentido unívoco al contrapicado, amparado en la ubicación de los objetos registrados en las partes superiores del cuadro.
La observación es, por cierto, aplicable en muchos casos, pero no en todos. La ortodoxia del autor podría encontrar ejemplos insuperables en los numerosos contrapicados exaltantes de Danza con lobos. Allí, el actor y director Kevin Costner es registrado con una cámara que se subyuga a su imagen redentora de héroe del Oeste, blanco y descendiente de europeos, que se convierte en “lobo”, en mestizo, luego de un largo proceso de reconversión ideológica. Varios encuadres de la cinta lo registran desde abajo, parado frente al crepúsculo, desde donde mira el avance eterno de los indios de su país. La figura de Costner, “estrella” de la película y del cine norteamericano, se ve enfatizada por la angulación, que lo eleva por encima del grupo de miembros de la tribu.
También ilustran la observación de Martin los contrapicados con los que Serguei M. Eisenstein contempla al héroe Alexandr Nevski, encarnación de la fuerza y carácter de la tierra rusa en guerra contra los caballeros teutones. O los ligeros contrapicados con los que John Ford encuadra a sus personajes más entrañables como Abraham Lincoln (en Young Mr Lincoln), el sheriff Wyatt Earp (en La pasión de los fuertes [My darling Clementine]) o al actor John Wayne en cintas como La legión invencible (She wore a yellow ribbon) o Más corazón que odio (The Searchers). Contrapicados de una discreción y un pudor extremos, filmados con una cámara que se inclina sin doblegarse ante la nobleza o la fuerza de los tipos humanos que tiene al frente. Del mismo modo operan los contrapicados que muestran, desde una posición reverencial, la dignidad o importancia de los símbolos del poder o los emblemas de una religión o los que buscan reforzar la impresión subordinada del que observa al monarca, dignidad o mandatario que se ubica en un escalón superior en la jerarquía de los que mandan. Y es que el contrapicado permite que los objetos y sujetos ocupen una posición superior en la imagen, en la zona más alta del encuadre. Este efecto de elevamiento puede subrayarse aún más con determinados lentes de focal corta (grandes angulares) que dilatan el tamaño de los objetos (foto 19).
Foto 19. Ángulo contrapicado. Alicia en el país de las maravillas.
Sin embargo, la observación se torna relativa cuando el contrapicado sirve de modo funcional las necesidades de un realizador que requiere captar desde abajo a un personaje o un grupo, acaso para representar un seguimiento o dar cuenta del punto de vista del personaje que yace tendido en el suelo o incrementar la talla de alguien que tiene una envergadura pequeña. También para expresar la amplitud y la elevación de una construcción o un objeto asociado con lo inefable o lo inexplicable, como el monolito que recorre el tiempo y el espacio en 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick.
Y es que uno de los efectos visuales del ángulo bajo es el incrementar el tamaño del objeto encuadrado, haciendo muy perceptible su disposición vertical. También se usa el contrapicado con el fin de restar énfasis a los fondos o disminuir la presencia de los decorados que la cámara excluye desde su posición inferior. De este modo, en ciertos contrapicados filmados con la cámara muy baja sólo aparecen los techos o el cielo como fondos de la escena.
El ángulo bajo aporta dinamismo a la composición visual. Se gana en intensidad dramática si se filma en contrapicado a un personaje, o a un grupo de ellos, que entra en el cuadro desde un área inferior y se orienta hacia la cámara. Cuando se emplea el contrapicado para registrar a un grupo en movimiento, este se multiplica, crece en intensidad y, acaso, gana en desorden o confusión.