Читать книгу Ni en un millón de años - Isabel F. Peñuelas - Страница 15
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A las 19:15 CET, la noticia ya estaba en todos los medios de comunicación.
WhatsApp International News.
El capitán del buque oceanográfico Stormy Weather y responsable de la operación a cargo de la supervisión del huracán Toro Sentado, al parecer, llevaría años traficando con información sensible y, en concreto, habría vendido secretos industriales y de alta seguridad a los gobiernos de Rusia y China. Los datos recientemente publicados, que muestran la posible deriva del gran huracán permanente habrían sido interceptados por la organización activista Anonymous durante una de sus transacciones más recientes e inmediatamente puestos a disposición del público. La propia organización Anonymous habría sido la responsable de identificar y contactar con varios grupos de prestigiosos investigadores en el estudio del clima, lo que habría facilitado el fulgurante análisis publicado solo horas después de haberse hecho públicos los datos.
Yellow Daily.
El oscuro pasado del capitán Swing.
Sir John Swing pasó dos años de su juventud, entre los quince y los diecisiete, internado en un reformatorio, tras haber sido acusado de proxenetismo, acoso y reiterados intentos de violación a compañeras durante su paso por el colegio y el instituto. El infame capitán del buque científico ha pasado a primer plano de la escena internacional a consecuencia del reciente escándalo de la deriva de Toro Sentado. De manera truculenta, el expediente de infracciones, sanciones y restituciones de John Swing ha sido hábilmente escamoteado a la opinión pública y solo ha podido conocerse a través del testimonio de personas cercanas a él y cuya identidad no ha sido revelada.
Al Jazeera Delhi.
Los tentáculos de John Swing.
John Swing, el actual responsable del buque oceanográfico con un oscuro pasado delictivo que ha salido a la luz a raíz del escándalo del ciclón Toro Sentado, al parecer, llevaría años comerciando con datos falsos para estudios de clima y medioambientales para, posteriormente, lucrarse explotando la alarma social generada. Según ha podido saber este medio, John Swing es propietario de una diversificada cartera de participaciones en empresas radicadas en paraísos fiscales que invierten en fondos apalancados en opciones y futuros reales, derivados exóticos, títulos de crédito y seguros sobre riesgos sistémicos, así como proveedores de servicios para la creación de opinión y organización de campañas de movilización social.
The Guardian Zeitung.
¿Quién teme a Toro Sentado?
Los datos publicados no dejan margen para la duda. De ser veraces, el huracán Toro Sentado, que ha permanecido estacionario sobre el Triángulo de las Bermudas y ofrece una vista espectacular desde el espacio exterior, comparable a la famosa mancha roja de Júpiter, estaría a punto de lanzarse violentamente contra la costa de Florida para continuar luego ascendiendo hasta Carolina. Pero ¿son veraces los datos? En este momento, nadie lo sabe, pero existen fundadas razones para sospechar que podrían no serlo. Los datos que fueron interceptados por Anonymous durante una transacción entre el buque oceanográfico del capitán Swing y una organización próxima al gobierno chino, y publicados inmediatamente después, podrían tratarse de un señuelo cuidadosamente preparado por el propio capitán del buque. Las acciones de dos empresas, Rebelate y Agnotesis, que figuran entre las muchas en las que tiene intereses Swing a través de empresas interpuestas en paraísos fiscales, han estado subiendo como la espuma desde que se publicaron los datos de la simulación.
—Basta, Cortana. Es suficiente por el momento.
—Como estás suponiendo, el capitán Swing insiste en hablar contigo.
—Le dejaremos cocerse un poco más a fuego lento. Luego estará más blandito y será más fácil renegociar un nuevo acuerdo.
—¿Un nuevo acuerdo? Ahora esos datos ya no valen nada porque todo el mundo tiene acceso a ellos. El gobierno de China habrá sido el primero en hacerse con ellos.
—Los chinos no tienen forma de saber que esos datos son los datos reales. Nos hemos asegurado de que ahora nadie tenga la certeza de que lo sean. Aún no consigo entender cómo ha podido producirse la filtración, pero no hay mal que por bien no venga. Ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado que se nos presentaría esta oportunidad. Le ofreceremos al capitán una pequeña compensación a cambio de que nos proporcione un nuevo conjunto de datos que venderemos a los chinos, a los japoneses, a los coreanos y a los hindúes por cantidades muy superiores a las que han ofrecido. Ahora más que nunca querrán asegurarse de que tienen datos validados. Hay demasiada basura en circulación.
—Ya entiendo, Samuel.
—Pero no vamos a mover ficha hasta ver qué es lo que dice Dominique. No podemos permitirnos dar otro paso en falso.
—Entendido, Samuel.
—Ahora, Cortana, retírate por favor. Necesito estar a solas... Has hecho un gran trabajo. Como siempre.
—Muchas gracias, Samuel.
Aunque Samuel hace esfuerzos por contenerla, la imagen de Ava se despereza ya con descaro en su memoria, invitándole a refugiarse en sus brazos con esa mirada de gata necesitada de caricias. Últimamente le ocurre con demasiada frecuencia, sobre todo, en momentos así, en los que Samuel comienza a relajarse después de haber estado sometido a una gran tensión. Pero es precisamente en momentos como este cuando Samuel debería tener más cuidado y mantenerse vigilante. De hecho…
—¿Qué pasa, Cortana?
—Samuel, por favor, deja de meter cápsulas en el impreshorno… Necesito asegurarme de que consigues estabilizar las constantes antes de meterte en la cama.