Читать книгу Seguir soñando historia - J. R. R Oviedo - Страница 10
ОглавлениеEL OJO DE CASANDRA
El pequeño Alejandro le pidió a su madre, Olimpia, que una vez más le contara aquella historia de la anterior luna que tanto le fascinó. Olimpia sonrió pues le encantaba cuanto llegaba a calar en esa mente inquieta que tanto admiraba y, a la par, amaba. Con buen ánimo comenzó a relatar:
Casandra era una de las sacerdotisas que rendían culto a Apolo, no una más desde luego. Casandra quería obtener el conocimiento del mundo terrenal y celestial. Así, Apolo le concedió convertirse en profetisa a cambio de profesarle amor. Casandra accedió una primera vez para llegar a su logro y conocer los secretos del arcano.
Tras ello, fue imbuida del conocimiento, pero entonces ocurrió la tragedia: Casandra no quiso amar más a Apolo, en realidad nunca lo quiso hacer, y éste la condenó por su traición con ejemplaridad: seguiría teniendo el conocimiento, seguiría ejerciendo de profetisa, pero ya nadie la creería jamás.
¿Te puedes imaginar alguna sensación de impotencia similar? A mí me cuesta. No pudo evitar la mayor destrucción de su tiempo, la caída de Troya, ni siquiera su propia destrucción.
Algunos seres humanos siguen buscando el conocimiento sin honor, la falsedad impera en sus actos y, aunque creas que están en la cima del poder, ellos saben en su interior lo desdichados que son por sus malas artes. Y sin embargo, cuidado, porque siguen tratando de darnos mensajes y ofrecernos su ayuda.
Presta atención al ojo de Casandra que sigue entre nosotros, no les creas. Sólo estemos despiertos para seguir honrando a Apolo.