Читать книгу Al volante de un santo - Javier Cotelo Villarreal - Страница 5

Оглавление

INTRODUCCIÓN

A don Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, que me animó decididamente a escribir este libro, con la esperanza de que haga mucho bien a quienes lo lean.

CUANDO SE FUE AL CIELO SAN Josemaría puse por escrito mis recuerdos, pero mi memoria era tan flaca como mi persona, y se nota. ¡Qué pena no haber anotado en su momento cada viaje y cada anécdota! Dios me llamó para ser del Opus Dei a los 19 años, y diez años después me tocó acompañar al Padre —así llamábamos familiarmente a san Josemaría— cada vez que salía de casa en coche. Me convertí en hijo... y en la persona que le llevaba y le traía de acá para allá.

Muchas personas guardan en su memoria el modo cariñoso de ser de san Josemaría. Él mismo decía que de las pocas cosas que podía ponerse de ejemplo era de su capacidad de querer. Lo que pretendo ahora, a partir de aquellos recuerdos escritos tiempo atrás, es reflejar el cariño que derrochaba con sus hijos espirituales, y en particular el que me manifestó siempre durante los 23 años en que le traté. En una ocasión me lo dijo expresamente: «Tú irás diciendo a todo el mundo cómo os quería el Padre». En estas pocas páginas desearía mostrar su corazón enamorado, afectuoso y fuerte a la vez. Y también su amor a la libertad y su buen humor, dos características que quería dejarnos en herencia, junto con su amor a la Virgen María.

Mi trato con él fue especialmente intenso en el estudio de arquitectos, donde trabajé durante muchos años en Roma y, fuera de Roma, en varios lugares en los que pasé con él algunos días.

Serán sobre todo los viajes el hilo conductor de esta historia, aunque antes de subir al coche, naturalmente, tendré que dar unas pinceladas sobre mí mismo: sobre mi vida, mi carné de conducir, cómo conocí el Opus Dei, etc. Una última advertencia: las palabras que recojo de san Josemaría y de otras personas no son textuales, solo son fieles a mis flacos recuerdos.

Al volante de un santo

Подняться наверх