Читать книгу Retrato hablado - Javier Darío Restrepo - Страница 7

La entrevista como herramienta

Оглавление

Algunos autores coinciden en que la entrevista periodística tiene una doble función: es una herramienta básica del reportero y es también un género. Dice Bastenier que ella “se halla en la misma base de todo el quehacer periodístico. La inmensa mayoría de las informaciones que obtenemos han tenido como base una entrevista, el encuentro en estado puro entre el periodista y la fuente. Es como la materia prima a partir de la cual es posible nuestra profesión”.8

La entrevista es una herramienta muy útil, que bien manejada, nos permite obtener con cierta facilidad, en poco tiempo y a bajo costo, información clave para la elaboración de una noticia, una crónica o un reportaje. Un buen reportero es capaz de identificar con prontitud a la persona que tiene la información que necesita, es hábil también para hacer las preguntas pertinentes y así obtiene los datos que requiere. Se parece, si es bueno, a la mariposa que puede identificar a la distancia la flor que tiene el néctar, podrá llegar hasta ella y no se perderá en las ramas sino que sabrá exactamente cómo obtener lo que persigue. Un periodista que trabaja un reportaje sobre migración buscará, por ejemplo, a los académicos que desde hace años estudian el tema y en aproximadamente una hora, si no es que menos, habrá obtenido los datos y las conclusiones más relevantes que a ellos les han llevado años conseguir. Podrá “extraer” en un momento y de manera relativamente fácil el “néctar” de la información.

En este caso, lo importante es que el reportero pueda llegar pronto a la fuente de información aunque no necesariamente la conozca de antemano. Y por supuesto, deberá tener muy claro qué quiere saber para poder plantear las preguntas pertinentes. Si volvemos al caso del supuesto reportaje sobre migración, el reportero podría decir al investigador: “¿Me puede hablar sobre el tema de su investigación?”. En este caso el periodista habrá llegado a la fuente, pero una pregunta mal elaborada le dificultará, o incluso le impedirá, conseguir los datos relevantes.

La entrevista nos ayuda a focalizar la búsqueda de información. En ese sentido, nos permite tener el control sobre los temas y la información que nos interesa y no sólo depender de lo que algún personaje o institución quieren decir.

Es, pues, una herramienta muy útil, pero no es la única ni resuelve todo. Como cualquier instrumento de trabajo requiere destreza y responsabilidad. Tiene también sus riesgos. Su abuso y su mal empleo fomentan uno de los peores vicios del periodismo mexicano: la “declaracionitis”. Muchos periodistas se conforman con que alguien les diga algo y creen que ese “algo” es siempre periodístico. Son reporteros “ponedores” de grabadoras que se preocupan solamente por “cachar” algún dicho para reproducirlo sin más.

La entrevista es un recurso recomendable cuando importa el quién dice y el cómo dice, cuando la declaración es fundamental porque la pronuncia alguien que está en relación directa con algún hecho de interés público. Es aconsejable acudir a ella cuando la coyuntura pone al personaje en una situación clave, cuando interesa mostrar a una persona o cuando la prominencia del personaje hace que sus declaraciones sean relevantes.

Habrá que evitar la entrevista y acudir a otros géneros cuando queramos presentar el panorama completo de lo que ocurrió o de cómo ocurrió. En esas situaciones lo recomendable es recurrir al reportaje o a la crónica, aunque en ambos casos la entrevista podrá ser una herramienta básica para obtener la información que nos servirá de materia prima al elaborar esas piezas. La entrevista es desaconsejable, sobre todo, cuando el entrevistado no tiene nada nuevo que decir y el entrevistador, nada nuevo que preguntar.

Retrato hablado

Подняться наверх