Читать книгу Lo que mi voz leía - Javier Naranjo Moreno - Страница 15

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Cajamarca, Perú, noviembre 22 de 2014.

A Rosa:

Madre tu me diste la vida siempre estuviste a mi lado cuando empece a caminar a dar mis primeros pasos, me llevabas a todo lado, fui creciendo hasta que llegó el momento de ir a una escuela tu preferistes estar lejos de mi, no se porque, más te interesó estar en las chacras que que estar junto a mi, fui a la escuela me llevó mi hermana era una extraña, no había alguien que me diera una frase de aliento. Me dejaste con una tía me faltaba cariño, mis primos y primas me molestaban mi quitaban mis útiles escolares, rayaban mis cuadernos, no había nadie quien me apoyara con las tareas escolares, poco me importaba aprender, iba a la escuela sin realizar lo que el profesor me lo daba para RESOLVER él se molestaba y con mucha razón, tenía un libro con interesantes dibujos, lo tenía todo roto pero el profesor insistía en que yo leyera ese libro, poco a poco fui aprendiendo porque él se quedaba conmigo y me hacía escribir en la pizarra. Tú madre venías después de cada 3 a 4 meses a verme me sentía muy feliz esos pocos días que podia estar contigo, ahora te puede decir que ya sé escribir y leer con más fluidez pero te pido por favor nunca más te separes de mi, en el rincón más lejano donde tú estes llévame que me sentiré muy feliz de estar a tu lado, no te imaginas los dos años que soporté estar sin tí.

T.K.M.

Aleyda.


Lo que mi voz leía

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