Читать книгу El Código - Jesús Ariel Aguirre - Страница 26

Citadel Sal–ah–El–Dim

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Este antiguo Castillo del famoso Sultán, al lado donde Mohamed Ali construyera la Mezquita del Alabastro, tan bella. Esa fortificación medieval ahora está llena de militares y el servicio secreto que busca de la pieza robada.

Desde lo alto Salah El–din controlaba un vasto territorio y ahora es la sede de la inteligencia egipcia.

Salas con potentes computadores y escuchas de todo el Cairo descubren, algunos detalles oscuros del robo.

La noticia no podía darse a conocer, la pieza más valiosa del Museo ya no estaba, y sus visitantes ya no tendrían la misma ilusión para venir a él. Así que permaneció todo en un estricto secreto nacional. Y como el Museo tuvo que cerrar se no había que dar explicaciones.

Pero ¿Cómo fue posible violar la seguridad del Museo? Empiezan a revisar las cámaras que controlan el museo.

Sucedió que en el mes de marzo de 2020 una enfermedad muy contagiosa familia de los virus SARS y MERS que la humanidad ya había conocido antes, transmitidas de animales al hombre, se origino en una cuidad China, Whuan y rápidamente se transmitió por el mundo como un rayo, atreves de aviones llego a Italia, Alemania, España y Gran Bretaña y al continente Americano desatándose como un Pandemia mundial.

Mientras era desinfectado, los hombres entraron con máscara y trajes protectores de color blanco, nadie podía entrar al museo, solo ellos los de salubridad para sanitizar el lugar. Pero después que ellos se retiraron y de varias horas en silencio, cuando los cuidadores del museo volvieron a abrir sus puertas, la gente se agolpaba para entrar, y se sorprendían ante las gigantes estatuas en la sala principal del museo, del faraón Amenofis III y la reina Tiye, padres de Akenaton. Pero al llegar al segundo piso en la sala que guarda la joya del museo el Aguar del Niño Rey Tut, la caja de cristal estaba vacía.

Egipto esta militarizado desde la última revolución en 2011, y es casi imposible poder reducir la pieza de oro por el único aeropuerto internacional el del Cairo , el puerto de Alejandría está demasiado lejos para pasar todos los controles impuestos, así que un militar propone cuales podrían ser los canales de fuga de los profanadores de tumbas modernos.

Después de mucho investigar la inteligencia descubre en las cámaras de seguridad del museo la forma en entraron a él y descubren que por un antiguo túnel que pasa debajo del Museo y llega hasta el mismo Nilo, donde por una Falukas típica, un embarcación no muy sofisticada habrían salido con la máscara muertería con rumbo desconocido.

La inteligencia toma los audios interceptados un Cardenal católico en el Barrio Copto, su nombre Ángelo Botticelli y recientemente ha realizado unas inusuales visitas, este religioso de alto cargo, solo saben que es casi un diplomático del Vaticano. Las escuchas dirigen las pistas a que los posibles compradores del mercado negro de antigüedades, Thomas recuerda que recientemente el ex cónsul y el sobrino de Butros Galli, fueron acusados de tráfico ilegal de piezas arqueológicas de Egipto a Italia en 2018. En aquel entonces se emitió orden de arresto contra ellos y contra el ciudadano italiano Ladislav Otakar Skakal y también la Interpol emitió una alerta roja, tras confirmar que más de 21.000 artefactos procedentes de distintas épocas fueron encontradas en un contenedor de mercancías con protección diplomática. En el trasporte también estuvieron implicados ciudadanos egipcias obviamente. El cónsul honorario, que estuvo a cargo hasta 2014. Entre los ciudadanos egipcios implicados estaba el sobrino del difunto ex secretario general de la ONU y hermano de un ex ministro de Finanzas egipcios acusado de corrupción.

El caso se remonta a 2018, cuando las autoridades de aduanas de Salerno encontraron los artefactos en el interior de un contenedor y dieron aviso a los dos países. Italia entrego poco después las piezas incautadas a las autoridades egipcias, después que la Fiscalía General así lo solicitara, tras comprabar la forma ilegal en que habien llegados, bajo la cobertura diplomática.

Egipto trata de evitar el contrabando de antigüedades desde el país y realiza grandes esfuerzos diplomáticos para recuperar las piezas robadas, que se encuentran en colecciones probadas en todo el mundo e incluso en museos.

Thomas enfático recuerda la batalla que libra El Cairo, desde hace años, para recuperar el busto de la reina Nefertiti, custodiado en el Neues Museum de Berlín.

Jamil Fahmi, experto en seguridad de la inteligencia egipcia, detecta varios llamada internacionales identificables, deducen que son los interesados con quedarse con la pieza única. Entre ellos estan un Jeque Árabe de los Emiratos, un magnate Indio, un multimillonario de Sudáfrica dueño de una joyería de diamantes, uno del Sudeste asiático que vive en las Torres Petronas en Kuala Lumpur Malasia dueño de una de las fábricas más importantes de tecnologías y computadoras del mundo y principal inversor del petróleo Malayo. Otros, un magnate ruso del petróleo que vive en Moscu, Roman Abramovich el dueño del equipo de futbol Chelsea Britanico y principal dueño por su participación del la Petrolera Gazprom Neft, del acero ruso atraves del Russian Aluminium y de las aerolíneas comerciales Aeroflot Russian Airlines. Finalmente un empresario inversionista también ruso que reside en Montecarlo, el mismísimo Dmitri Yevquenievich Rybolovle presidente del AS Mónaco quien a pesar de ser un filántropo con su obras benéficas en su país, tiene la fama de ser un coleccionista selecto, quien tuvo en sus manos como propiedad la pintura “Salvator Mundi” de Da Vinci y ahora estaría tras la máscara del niño rey.

El mercado negro a pleno, comenta Anne, pero ¿donde sería subastada? no se sabe, dice Jamil, posiblemente Casablanca en Marruecos, un lujoso Hotel en Abu Dabi y o el centro moderno de Singapure en Asia, están en la lista de posibles lugares, según la información que ya manejan.

Jamil Fahmi rápidamente desplegó su mapa de áfrica de Esglobal, en una pantalla con fondo en azul, resalta el mapa en negro y las rutas que unen el continente en color naranja.

La red de carreteras transafricanas, conforman nueve corredores de alta capacidad que vertebren el conteniente de norte a sur y de este a oeste a lo largo de casi 60.000 kilómetros. Algunos tramos aun no están terminados totalmente, fue diseñado en los años 70 por la United Nations Economic Commision for Africa (UNECA).

La ruta Trasafricana: TH1 une El Cairo con Dakar (8.636 km), TH5 (Dakar –Yamena (4.496 km) conocida como carretera Transheliana. TH6 (Yamela–Yibuti (4.219 km). TH7 (Dakar –Lagos (4.010 km). TH8 (Lagos–Mombasa (6.259 km). TH9 (Beira–Lobito (3.523 km). TH2 (Argel Argelia – Lagos Nigeria (4.504 km.) Conocida como Carretera Transahariana. TH3 (Tripoli– Ciudad del Cabo (10.808 km) y TH4 une Cape Town (Ciudad del Cabo con El Cairo 10.228 km.)

El proyecto incluía cuarto tramos transversales: 9.610 kilómetros de Trípoli a Ciudad del Cabo, 8.860 desde el Cairo a la Sudáfrica, 8.636 desde la capital egipcia hasta Dakar y 6.260 entre Lagos y Mombassa.

A estos hay que agregarle los corredores regionales, como los enlaces entre Argelia y Nigeria, Chad y Yibuti, Angola y Mozambique o Senegal y Nigeria.

La investigación estudia las rutas que unen el Cairo con el resto de África, la TH4 y la TH1 serian las rutas a cerrar para evitar que la Mascara deje el país por tierra.


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