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Cómo reaccionan las mujeres ante la cueva

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Cuando un hombre está metido en su cueva, no puede ofrecerle a su pareja la atención cualitativa que ella merece. A ésta le resulta difícil aceptarlo en esos momentos porque no sabe hasta qué punto él se encuentra en tensión. Si llegara a casa y hablara de todos sus problemas, ella se mostraría más compasiva. Pero él no habla de sus problemas y ella siente que la ignora. Ella puede afirmar que él está perturbado, pero supone erróneamente que no se preocupa por ella porque no habla.

Las mujeres generalmente no entienden cómo enfrentan los marcianos el estrés. Esperan que los hombres se abran y hablen de sus problemas tal como lo hacen las venusinas. Cuando un hombre está metido en su cueva, una mujer se siente resentida porque él no se muestra más abierto. Se siente lastimada cuando él lee el diario o sale a jugar un partido de básquet y la ignora.

Esperar que un hombre que se encuentra en su cueva se abra, se muestre sensible y afectuoso en forma instantánea es tan poco realista como esperar que una mujer que se encuentra perturbada se calme y razone de inmediato. Resulta tan erróneo esperar que un hombre esté siempre en contacto con sus sentimientos afectuosos como esperar que los sentimientos de una mujer sean siempre racionales y lógicos.

Cuando los marcianos se meten en sus cuevas tienden a olvidar que sus amigos también pueden tener problemas. Se impone un instinto que dice: antes de que puedas ocuparte de otro, debes ocuparte de ti mismo. Cuando una mujer observa que un hombre reacciona así, generalmente lo rechaza y se muestra resentida.

Ella tal vez le pida apoyo en un tono exigente como si tuviera que luchar por sus derechos con ese hombre despreocupado. Al recordar que los hombres son de Marte, una mujer puede interpretar correctamente su reacción ante la tensión como un mecanismo para enfrentar el problema, más que como una expresión de sus sentimientos hacia ella. Puede comenzar a cooperar con él para obtener lo que quiere en lugar de rechazarlo.

Por otra parte, los hombres no tienen mucha conciencia de hasta qué punto se tornan distantes cuando se encuentran en la cueva. Cuando un hombre reconoce que el retirarse a su cueva puede afectar a la mujer, puede sentir compasión cuando ésta se siente desatendida y poco importante. Recordar que las mujeres son de Venus lo ayuda a ser más comprensivo y respetuoso respecto de las reacciones y sentimientos. Al no comprender la validez de las reacciones de ella, un hombre comúnmente se defiende y ambos discuten. Los siguientes son cinco malentendidos comunes:

1. Cuando ella dice: “No estás escuchando”, él responde: “¿Qué quieres decir con que no estoy escuchando? Puedo decirte todo lo que dijiste”. Cuando un hombre está en la cueva puede registrar lo que ella está diciendo con cinco por ciento de la mente que está escuchando. Un hombre piensa que si está escuchando con cinco por ciento, está escuchando de veras. Sin embargo, ella pide su atención plena.

2. Cuando ella dice: “Siento como si ni siquiera estuvieras aquí”, él responde: “¿Qué quieres decir con que no estoy aquí? Por supuesto que estoy aquí. ¿Acaso no me ves?”. Él piensa que si su cuerpo está presente ella no tendría que decir que él no está allí. Sin embargo, aunque su cuerpo esté presente, ella no siente su plena presencia y eso es lo que desea transmitirle.

3. Cuando ella dice: “Yo no te importo”, él responde: “Por supuesto que me importas. ¿Por qué piensas que estoy tratando de resolver este problema?”. Él piensa que por el hecho de estar preocupado por resolver un problema que de algún modo la beneficiará, ella debería saber que él sí se interesa. Sin embargo, ella necesita sentir su atención y su cuidado directos y eso es lo que realmente solicita.

4. Cuando ella dice: “Siento que no soy importante para ti”, él afirma: “Eso es ridículo. Por supuesto que eres importante”. Él piensa que los sentimientos de ella no son válidos porque él está resolviendo problemas para su beneficio. No se da cuenta de que cuando él se centra en un problema e ignora los problemas que la aquejan, casi todas las mujeres reaccionarían de la misma manera, tomándolo como algo personal y sintiendo entonces que no tienen mucha importancia.

5. Cuando ella dice: “No tienes sentimientos. Estás encerrado en ti mismo”, él responde: “¿Qué tiene de malo? ¿Cómo pretendes que yo pueda resolver este problema?”. El piensa que ella se ha mostrado demasiado crítica y exigente porque él está haciendo algo que le resulta esencial para resolver sus propios problemas. El no se siente apreciado. Además, no reconoce la validez de los sentimientos de ella. Los hombres en general no se dan cuenta de cuán drástica y rápidamente pueden pasar de ser cálidos a insensibles y distantes. En su cueva, un hombre se preocupa por resolver sus problemas y no es consciente de la manera en que su actitud de indiferencia puede ser recibida por los demás.

Para aumentar la cooperación, tanto hombres como mujeres necesitan entenderse mejor. Cuando un hombre comienza a ignorar a su esposa, ésta a menudo lo toma como algo personal. El hecho de saber que él está enfrentando el estrés a su manera resulta extremadamente útil para ella pero no siempre le alivia el dolor.

En algunas ocasiones ella puede sentir la necesidad de hablar de esos sentimientos. Ese es el momento en que el hombre debe reconocer los sentimientos de ella. El necesita comprender que ella tiene derecho a hablar de sus sentimientos de ser ignorada y no respaldada, así como él tiene derecho a retirarse a su cueva y no hablar. Si ella no se siente comprendida le resultará difícil liberar su dolor.

Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus

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