Читать книгу Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus - John Gray - Страница 23

Lo que aprendieron las venusinas

Оглавление

Las venusinas también encontraron la paz mental cuando entendieron finalmente que un marciano en su cueva no era signo de que ya no la amaba. Aprendieron a aceptarlo más en esos momentos porque él estaba experimentando mucho estrés.

Las venusinas no se sentían ofendidas cuando los marcianos se distraían con facilidad. Cuando una venusina hablaba y un marciano se distraía, ella dejaba cortésmente de hablar, permanecía allí y esperaba que él se diera cuenta. Luego comenzaba a hablar de nuevo. Entendía que algunas veces le resultaba difícil prestarle toda la atención. Las venusinas descubrieron que al solicitar la atención de los marcianos en forma relajada y comprensiva éstos se sentían felices de reorientar su atención.

Cuando los marcianos se mostraban totalmente preocupados en sus cuevas, las venusinas tampoco se lo tomaban en forma personal. Aprendieron que ése no era momento de mantener conversaciones íntimas sino de hablar sobre los problemas con sus amigas o de divertirse e irse de compras. Las venusinas descubrieron que cuando los marcianos se sentían así amados y aceptados, salían más rápidamente de sus cuevas.

Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus

Подняться наверх