Читать книгу Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus - John Gray - Страница 5
Introducción
ОглавлениеUna semana después del nacimiento de nuestra hija Lauren, mi esposa Bonnie y yo estábamos completamente exhaustos. Lauren nos despertaba todas las noches. Bonnie se había desgarrado en el parto y estaba tomando calmantes. Apenas podía caminar. Después de quedarme en casa durante cinco días para ayudar, volví al trabajo. Ella parecía estar mejorando.
En mi ausencia se quedó sin píldoras. En lugar de llamarme a la oficina, le pidió a uno de mis hermanos, que estaba de visita, que le comprara más. Sin embargo, mi hermano no regresó con las píldoras. Por consiguiente, pasó todo el día con dolor, encargándose de la recién nacida.
Yo no tenía idea de que su día había sido tan espantoso. Cuando regresé a casa estaba muy trastornada. Malinterpreté la causa de su aflicción y pensé que me estaba culpando.
“Me sentí dolorida todo el día... —dijo—, me quedé sin píldoras. ¡Estuve varada en la cama y a nadie le importa!”
Dije en forma defensiva: “¿Por qué no me llamaste?”.
Respondió: “Le pedí a tu hermano, ¡pero se olvidó! Lo estuve esperando todo el día. ¿Qué se supone que tengo que hacer? Apenas puedo caminar. ¡Me siento tan abandonada!”.
En ese momento exploté. No tenía mucha paciencia ese día. Estaba enojado porque no me había llamado. Estaba furioso de que me echara la culpa cuando yo ni siquiera sabía que estaba dolorida. Después de intercambiar algunas palabras duras, me dirigí hacia la puerta. Me sentía cansado, irritable y no estaba dispuesto a seguir escuchando. Ambos habíamos alcanzado el límite.
Entonces comenzó a suceder algo que cambiaría mi vida.
Bonnie dijo: “Detente, por favor no te vayas. Este es el momento en que más te necesito. Estoy dolorida. Hace días que no duermo. Por favor, escúchame”.
Me detuve un instante para escuchar.
Ella siguió: “¡John Gray, eres un amigo interesado! Mientras soy la dulce y afectuosa Bonnie estás aquí conmigo, pero en cuanto dejo de serlo, te vas por esa puerta”.
Hizo una pausa y sus ojos se llenaron de lágrimas. Su tono cambió y dijo: “En este mismo momento estoy dolorida. No tengo nada para dar, ahora es cuando más te necesito. Por favor, acércate y abrázame. No tienes que decir nada. Sólo necesito sentir que tus brazos me rodean. Por favor, no te vayas”.
Me acerqué y la abracé en silencio. Lloró en mis brazos. Después de unos minutos, me agradeció por no haberme ido. Me dijo que sólo necesitaba sentir que la abrazaba.
En ese momento comencé a darme cuenta del significado del amor, del amor incondicional. Siempre pensé que yo era una persona afectuosa. Pero ella tenía razón. Había sido un amigo interesado. En la medida en que ella se mostraba feliz y agradable, yo demostraba amor. Pero si ella no estaba feliz o estaba enojada, me sentía agredido, discutía o tomaba distancia.
Ese día, por primera vez, no la abandoné. Me quedé y fue muy bueno. Pude brindarme a ella cuando realmente lo necesitaba. Parecía amor verdadero. Preocuparse por el otro. Confiar en nuestro amor. Estar allí en el momento en que ella lo necesitaba. Me maravillé de lo fácil que me resultaba apoyarla cuando se me mostraba el camino.
¿Cómo no había podido verlo? Ella sólo necesitaba que me acercara y la abrazara. Otra mujer hubiera sabido en forma instintiva lo que necesitaba Bonnie. Pero como hombre, no sabía que el hecho de tocarla, abrazarla y escucharla era algo tan importante para ella. Al reconocer estas diferencias, comencé a aprender una nueva manera de relacionarme con mi esposa. Nunca hubiera creído que podíamos resolver el conflicto tan fácilmente.
En mis relaciones anteriores, me había mostrado indiferente y poco afectuoso en tiempos difíciles, simplemente porque no sabía qué hacer. Como resultado de ello, mi primer matrimonio había sido muy doloroso y difícil. Este incidente con Bonnie me reveló la manera en que podía cambiar esta pauta.
Inspiró mis siete años de investigación con el fin de desarrollar y refinar el discernimiento acerca de hombres y mujeres en este libro. Al aprender en términos muy prácticos y específicos la manera en que se diferencian hombres y mujeres, comencé repentinamente a darme cuenta de que mi matrimonio no necesitaba semejante lucha. Con este nuevo conocimiento sobre nuestras diferencias, Bonnie y yo fuimos capaces de mejorar en forma drástica nuestra comunicación y de gozar más uno del otro.
Al continuar reconociendo y explorando nuestras diferencias, descubrimos nuevas maneras de perfeccionar todas nuestras relaciones. Aprendimos a relacionarnos de un modo que nuestros padres nunca habían conocido y que por lo tanto nunca pudieron enseñarnos. Cuando comencé a compartir estas ideas con los clientes que solicitaban mi asesoramiento, sus relaciones también se vieron enriquecidas. Literalmente miles de personas que asistían a mis seminarios de los fines de semana constataron que sus relaciones se transformaron de inmediato en forma drástica.
Siete años más tarde, individuos y parejas siguen señalando beneficios satisfactorios. Recibo fotos de parejas felices con sus hijos, con cartas que me agradecen por haber salvado su matrimonio. Aunque su amor fue el que salvó su matrimonio, se habrían divorciado si no hubieran alcanzado una comprensión más profunda del sexo opuesto.
Susan y Jim habían estado casados durante nueve años. Como la mayoría de las parejas, comenzaron amándose, pero después de años de frustración y desencanto crecientes, perdieron su pasión y decidieron rendirse. Antes de conseguir el divorcio, sin embargo, asistieron a mi seminario de fin de semana sobre relaciones. Susan afirmaba: “Lo intentamos todo para que esta relación pudiera funcionar. Somos demasiado diferentes”.
Durante el seminario quedaron atónitos al enterarse de que sus diferencias no sólo eran normales sino lógicas. Se sintieron reconfortados al observar que otras parejas habían experimentado las mismas pautas de relación. En sólo dos días, Susan y Jim alcanzaron una comprensión totalmente nueva acerca de los hombres y las mujeres.
Volvieron a enamorarse. Su relación cambió en forma milagrosa. Al dejar de lado la idea del divorcio se propusieron compartir el resto de su vida juntos. Jim afirmó: “Esta información acerca de nuestras diferencias me ha devuelto a mi esposa. Es el regalo más grande que pude haber recibido. Nos amamos nuevamente”.
Seis años más tarde, cuando me invitaron a visitar su nuevo hogar y familia, seguían amándose. Seguían agradeciéndome por haberlos ayudado a comprenderse y a seguir casados.
Aunque casi todos convendrían en que hombres y mujeres son diferentes, la mayoría de la gente no sabe hasta qué punto lo son. En los últimos diez años muchos libros avanzaron con firmeza en el intento de definir estas diferencias. Aunque se han logrado importantes progresos, muchos son parciales y desafortunadamente refuerzan la desconfianza y el resentimiento hacia el sexo opuesto. Se considera en general que un sexo es víctima del otro. Se necesitaba una guía definitiva para comprender la saludable diferencia entre hombres y mujeres.
Para mejorar las relaciones entre los sexos, es necesario crear una comprensión de nuestras diferencias que aumente nuestra autoestima y dignidad personal y que inspire al mismo tiempo la confianza mutua, la responsabilidad personal, una mayor cooperación y más amor. Después de haber interrogado a más de veinticinco mil participantes en mis seminarios sobre relaciones, he podido definir en términos positivos de qué manera son diferentes los hombres y las mujeres. Cuando explore dichas diferencias sentirá que las paredes del resentimiento y desconfianza desaparecen.
La apertura del corazón lleva a una mayor indulgencia y una creciente motivación para dar y recibir amor y apoyo. Con este nuevo conocimiento espero que usted vaya más allá de las sugerencias de este libro y continúe desarrollando formas para poder relacionarse afectuosamente con el sexo opuesto.
Todos los principios de este libro han sido puestos a prueba y ensayados. Por lo menos noventa por ciento de más de veinticinco mil personas interrogadas se reconocieron en forma entusiasta en esas descripciones. Si usted se descubre asintiendo mientras lee este libro, diciendo “Sí, sí, están hablando de mí”, entonces sin duda no está solo. Y puede sacar provecho, como lo han hecho otros, de las ideas contenidas en este libro.
Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus revela nuevas estrategias para reducir la tensión en las relaciones y crear más amor al reconocer en primer lugar con gran detalle la diferencia entre hombres y mujeres. Ofrece luego sugerencias prácticas acerca de cómo reducir la frustración y el desencanto y crear una mayor felicidad y contacto íntimo. Las relaciones no deben ser una lucha. La tensión, el resentimiento o el conflicto sólo surgen cuando no existe comprensión mutua.
De manera que mucha gente se siente frustrada en sus relaciones. Aman a sus compañeros pero cuando hay tensión no saben qué hacer para mejorar las cosas. Al comprender cuán completamente diferentes son los hombres y las mujeres, usted aprenderá nuevas formas de relacionarse, de escuchar y de apoyar al sexo opuesto de manera satisfactoria. Aprenderá a crear el amor que merece. Cuando lea este libro, podrá preguntarse cómo alguien puede tener éxito en su relación prescindiendo de él.
Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus es un manual de relaciones afectuosas en los años noventa. Revela de qué manera hombres y mujeres difieren en todas las áreas de su vida. Los hombres y las mujeres no sólo se comunican en forma diferente sino que piensan, sienten, perciben, reaccionan, responden, aman, necesitan y valoran en forma diferente. Parecen casi como de planetas diferentes; hablan diferentes lenguajes y necesitan diferente alimento.
Esta comprensión ampliada de nuestras diferencias ayuda a resolver la mayor parte de la frustración experimentada cuando uno trata con el sexo opuesto e intenta comprenderlo. Los malentendidos pueden entonces disiparse o ser evitados rápidamente. Las expectativas incorrectas pueden corregirse con facilidad. Cuando uno recuerda que su compañero es tan distinto como alguien de otro planeta, puede relajarse y salvar las diferencias en lugar de resistirlas o tratar de cambiarlas.
Lo importante es que a través de todo este libro usted aprenda técnicas prácticas para resolver los problemas que surgen a partir de sus diferencias. Este libro no es sólo un análisis teórico de diferencias psicológicas sino también un manual práctico para saber cómo lograr la creación de relaciones afectuosas.
La verdad de estos principios es evidente por sí misma y puede ser confirmada por su propia experiencia y por el sentido común. Numerosos ejemplos expresarán en forma simple y concisa lo que usted siempre supo de manera intuitiva. Dicha confirmación lo ayudará a ser usted mismo y a no perderse en sus relaciones.
En respuesta a estas ideas, los hombres dicen a menudo: “Yo soy exactamente así. ¿Me ha estado siguiendo? Ya no siento que haya algo erróneo en mí”.
Las mujeres dicen a menudo: “Por fin mi marido me escucha. No tengo que pelear para ser aprobada. Cuando usted explica nuestras diferencias, mi marido comprende. ¡Gracias!”.
Estos son algunos de los miles de comentarios que la gente compartió después de enterarse de que los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus. Los resultados de este nuevo programa para comprender al sexo opuesto no sólo son concluyentes e inmediatos sino también duraderos.
No hay duda de que el proceso de crear una relación afectuosa puede presentar a veces cierto número de obstáculos. Los problemas son inevitables. Pero éstos pueden ser o bien fuentes de resentimiento y rechazo o bien oportunidades para profundizar una relación íntima e intensificar el amor, el cuidado y la confianza. Las ideas de este libro no representan una “solución inmediata” para eliminar todos los problemas. Por el contrario, ofrecen un nuevo enfoque a través del cual sus relaciones pueden apoyarlo con éxito en la solución de los problemas de la vida a medida que surgen. Con este nuevo conocimiento usted dispondrá de las herramientas necesarias para obtener el amor que merece y para ofrecer a su compañero el amor y el apoyo que él o ella merece.
En este libro hago muchas generalizaciones acerca de los hombres y las mujeres. Es probable que encuentre algunos comentarios más ciertos que otros... después de todo somos individuos únicos con experiencias únicas. A veces, en mi seminario, las parejas y los individuos señalan que se relacionan con los ejemplos de hombres y mujeres pero en forma inversa. El hombre se relaciona con mis descripciones sobre mujeres y la mujer se relaciona con mis descripciones sobre los hombres. Llamo a esto inversión de papeles.
Si usted descubre que está experimentando una inversión de papel, quiero asegurarle que todo está bien. Le sugiero que cuando no se relacione con algo de este libro, o bien lo ignore (recurriendo a algo con lo que sí se relaciona) o mire dentro suyo con mayor profundidad. Muchos hombres negaron algunos de sus atributos masculinos a fin de tornarse más afectuosos. De la misma manera muchas mujeres negaron algunos de sus atributos femeninos a fin de ganarse la vida en una fuerza laboral que recompensa los atributos masculinos. Si ése es el caso, al aplicar las sugerencias, estrategias y técnicas de este libro, usted no sólo creará más pasión en sus relaciones sino que equilibrará cada vez más sus características masculinas y femeninas.
En este libro no planteo directamente el interrogante de por qué los hombres y las mujeres son diferentes. Se trata de una pregunta compleja para la que existen muchas respuestas que abarcan desde las diferencias biológicas, la influencia de los padres, la educación y el nacimiento hasta el condicionamiento cultural por parte de la sociedad, los medios y la historia. (Estos temas son explorados con mucha profundidad en mi libro Men, Women, and Relationships: Making Peace with the Opposite Sex).
Aunque al aplicar las ideas de este libro los beneficios son inmediatos, no se reemplaza con ello la necesidad de una terapia y un asesoramiento para relaciones problemáticas o supervivientes de una familia conflictiva. Aun los individuos sanos pueden necesitar una terapia o un asesoramiento en tiempos difíciles. Creo firmemente en la poderosa y gradual transformación que se produce en la terapia, el asesoramiento matrimonial y en los grupos de recuperación.
Sin embargo, muchas personas me dijeron que se habían beneficiado más con esta nueva comprensión de las relaciones que con años de terapia. Creo, sin embargo, que sus años de terapia o de trabajo de recuperación proporcionaron la base que les permitió aplicar estas ideas con tanto éxito en su vida y sus relaciones.
Si nuestro pasado fue conflictivo, de todos modos aun después de años de terapia o de asistencia a grupos de recuperación seguiremos necesitando un panorama positivo de relaciones sanas. Este libro proporciona esta visión. Por otra parte, aun cuando nuestro pasado haya sido muy afectuoso y provechoso, los tiempos han cambiado y se requiere un nuevo enfoque para las relaciones entre los sexos. Resulta fundamental aprender formas nuevas y sanas de relacionarse y comunicarse.
Creo que todos pueden beneficiarse con estas ideas. La única respuesta negativa que escucho de los participantes en mis seminarios y en las cartas que recibo es: “Ojalá alguien me hubiera dicho esto antes”.
Nunca es tarde para intensificar el amor en su vida. Sólo necesita aprender un nuevo camino. Ya sea que se encuentre o no sometido a una terapia, si desea tener relaciones más satisfactorias con el sexo opuesto, este libro es para usted.
Es un placer compartir con usted Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus. Ojalá pueda usted crecer en sabiduría y amor. Ojalá que la frecuencia del divorcio disminuya y el número de matrimonios felices aumente. Nuestros hijos merecen un mundo mejor.
Mill Valley, California, 15 de noviembre de 1991