Читать книгу El manual de supervivencia del SAS (Color) - John 'Lofty' Wiseman - Страница 182
¡ADVERTENCIA!
ОглавлениеLas algas del mar constituyen un importante complemento a nuestra dieta, pero NO debes comer las algas azul verdosas que se ven a veces en los estanques de agua fresca. Son muy venenosas.
Los bivalvos, que se alimentan filtrando el agua a través de sus sistemas digestivos, pueden acumular concentraciones peligrosas de productos químicos tóxicos en áreas contaminadas por las industrias o por las aguas residuales.
En las zonas tropicales, los mejillones son venenosos durante el verano, especialmente cuando el agua del mar está enrojecida o es muy fosforescente. En el Ártico, los mejillones negros pueden ser venenosos en cualquier época del año. Debes aprender a reconocer las caracolas, que sueltan unas púas venenosas, capaces en algunas especies de matarte. Hay más de 400 tipos de caracolas, que se encuentran principalmente en la zona tropical del Indo-Pacífico, y unas doce en el sudeste de EE. UU. y en el Caribe. Todas se identifican por su forma. Los moluscos Tenebra o Auger y Turrid también tienen púas venenosas. Su veneno no es peligroso para el hombre, pero aun así una picadura puede ser dolorosa.
Come sólo moluscos que recojas vivos. Los bivalvos, como las ostras, almejas y mejillones, se cierran fuertemente si se los toca con suavidad. Gasterópodos como los bígaros y los bucinos tienen una escotilla (el opérculo) para cerrar la entrada a la concha. Se cerrará firmemente si la sacudimos.
Otros gasterópodos como las lapas y los abalones no tienen opérculo, pero están firmemente sujetos a las rocas. Utiliza un cuchillo por debajo de la concha para arrancarlos. Si es difícil arrancarlos de la roca, quiere decir que son buenos para comer. Si se sueltan con facilidad, es probable que estén muertos –la marea se lleva los especímenes enfermos o muertos.
Cocina siempre los mariscos sumergiéndolos en agua hirviendo y dejándolos cocer durante un mínimo de cinco minutos.
Si te comes crudos los mariscos, te expones a los parásitos y contaminantes que puedan contener.