Читать книгу Llenas de Gracia - Johnnette Benkovic - Страница 27

El Poder Transformador de la Oración

Оглавление

No conozco ningún otro camino que conduzca a conocer al Padre excepto a través del Hijo. Y no conozco ningún otro camino que conduzca a conocer al Hijo que no sea a través de la oración. De hecho, en el silencio de nuestros corazones, nosotras experimentamos “toda clase de bienes espirituales” (Ef 1:3) Cuando permanecemos en Su presencia, nos habla Su voz, nos tocan sus manos, nos abraza Su amor. La agonía de nuestra condición de caídas se sosiega. Desaparecen los escombros de nuestra alma. Y nuestros corazones se remontan hacia la eternidad y saborean un regocijo ilimitado. En Efesios, San Pablo nos dice que incluso antes de que Él creara el mundo, Dios nos eligió para que fuéramos santos y sin mancha en Su presencia, por el amor. (ver Ef 1:4)

En la oración, nosotras nos aventuramos por un camino sagrado hacia la exculpación y el amor. Nuestra propia condición mísera, nuestras flaquezas y debilidades se atenúan ante la luz de Su presencia. Cuando la mano de Dios nos toca, nuestros dolores y sufrimientos adquieren la brillantez de la gracia redentora. Nuestras circunstancias son oro probado al fuego brillando en el crisol del Sagrado Corazón. Y, en la luz radiante del Lucero de la Mañana, la voz de Dios habla. Nuestros corazones permanecen apacibles. Y el Verbo se hace carne dentro de nosotras. Por ello, proclamamos junto a San Pablo: “Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí”. (Gal 2:20)

De hecho, la oración es la fuerza de la vida en abundancia. Independientemente de que permanezcamos en silencio adorando a Aquél que nos creó, o tocando insistentemente en las puertas del cielo con nuestras peticiones más urgentes, o leyendo meditativamente la Sagrada Escritura, la oración es el agente transformador de nuestras vidas. Es tan esencial para nuestras vidas en Dios que tanto este capítulo como el próximo lo dedicaremos a este tema.

Llenas de Gracia

Подняться наверх