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DIVISIÓN Y NEUTRALIDAD
DE LOS AUGUR

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Al alargarse más de lo previsto las confrontaciones armadas, la magistratura deliberó acerca de la conveniencia de que la orden Augur interviniera activamente en el conflicto. La flota, muy superior a la rebelión colonial, no era capaz de sacar ventaja y conseguir la rendición incondicional del adversario, por lo que la confrontación se estaba alargando más de lo que era esperado. Por primera vez se debatía en magistratura y en el Consejo Federal el envío de los augur para fines puramente bélicos. A su vez, dentro de los propios augur existía cierta división sobre el papel que debían desempeñar en esta disputa a causa de sus leyes fundacionales. Entendían que, debido a ellas, no debían interponerse entre los intereses de las agraviadas colonias exteriores y el afán del Consejo Federal por mantener el poder de la Unión Colonial dentro de la galaxia.

A pesar de todos los debates que suscitó esta dicotomía, desde la magistratura finalmente se aprobó la ley 3.24 para la intervención de los augur en el conflicto. El consejo ratificó la nueva ordenanza por mayoría absoluta, y el Primer Cónsul se prestó raudo en dar el mandato para que se movilizaran en apoyo de la Unión y combatiendo al secesionista rebelde.

Los augur, sin embargo, al conocer la resolución final dictada por el consejo, se declararon neutrales en el conflicto desobedeciendo así por primera vez las indicaciones de un Primer Cónsul de la Unión Colonial. Esto acarrearía consecuencias inesperadas y relevantes para el futuro de la orden. Los augur fueron intervenidos militarmente, y sus líderes hechos prisioneros y juzgados por desacato. El almirante James Thrownill, se tomó las riendas de la orden, erigiéndose como el primer líder militar no evolucionado de la misma. La elección de Thrownill para dirigir a los augur no estuvo exenta de polémica, ya que tenía fama de persona muy ambiciosa y poseedora de pocos escrúpulos. Por algo era el almirante más joven de la flota. Consiguió llegar al cargo antes de cumplir los cuarenta años, en una fulgurante carrera dentro de la academia militar.

Con Thrownill al frente, los augur finalmente se movilizaron a la zona del conflicto. La flota de la Unión aprovechó la ocasión para atacar Trondheim, y tras veintidós días de combate, cayó la capital Lordhain. Dos meses después, el planeta entero se rendía. Sin duda alguna, la intervención de los augur había tenido mucho que ver en esa rápida victoria.

La caída de Trondheim fue un duro golpe para las colonias exteriores, pues perdían a uno de sus grandes bastiones e impulsores de la secesión. Aun así, durante los meses siguientes protagonizaron diversos golpes contra intereses de la Unión en la galaxia, siendo el más importante el atentado realizado en la propia magistratura, que causó un gran número de bajas entre militares, políticos y personal civil. Tras este suceso, la venganza de Thrownill no se hizo esperar. Su división especial, llamada los guerreros Blazar [2] , formada por los augur más poderosos, arrasó el planeta Corintian (de donde se sospechaba que salieron los autores materiales e intelectuales que perpetraron el atentado) sin contemplación provocando el mayor número de víctimas civiles desde el inicio del conflicto. Fue un hecho considerado vil y exagerado, vengativo, que supuso la última acción protagonizada por los augur durante el primer gran conflicto. A partir de entonces, y horrorizados por acciones que poco tenían que ver con la justicia y en defensa del sistema establecido, la orden Augur se declaró en rebeldía contra el almirante. Finalmente, y tras intensos combates, Thrownill fue obligado a huir junto con algunos de sus lugartenientes más importantes. Apareció muerto en las rocosas negras del sector Kairós, en el planeta Argyll. Nunca se supo que había sucedido y las circunstancias que rodearon la muerte del almirante siguen teniendo un halo de misterio.

Mientras proseguían las batallas por todo el sector exterior, la Unión Colonial también tuvo que enfrentarse a una gran división interna pues muchos magistrados creían que después de los actos de Corintian se habían sobrepasado todos los límites. La tensión desembocó en la dimisión del Primer Cónsul Marcus Aldwin, debido a la presión ejercida por muchos de los representantes del Consejo Federal y otros organismos sociales y políticos de la galaxia que empezaban a estar cansados por la duración del conflicto.

Durante el bloqueo y sitio al planeta Civel, y coincidiendo con la reciente elección de un nuevo Primer Cónsul, se produjeron negociaciones de paz entre los dos bandos enfrentados. La Unión Colonial ofreció amnistía a los líderes coloniales a cambio de una rendición total. Estos se mostraron abiertos a llegar a un acuerdo, siempre y cuando el consejo estuviera dispuesto a conceder algunas reivindicaciones y realizar grandes cambios de estructura en la Unión Colonial.

El acuerdo final llegó un 20 de octubre de 2971 ET durante la celebración del Tratado de Batum.

En el tratado firmado por ambos bandos, se pactó disolver la armada conjunta de la CPL y un compromiso por el cual la Unión volvería a restaurar las milicias militares en los sectores exteriores. A cambio, estas reducirían considerablemente sus filas en favor de los ejércitos de la Unión Colonial que sufrirían una gran reestructuración formando las doce divisiones estelares bajo el mando directo de los almirantes de la flota. Con esta decisión la Unión pretendía disminuir el número de efectivos en las milicias coloniales para asegurar una supremacía militar en los sectores que fuera suficientemente disuasoria ante cualquier secesión o revuelta. Las divisiones estelares tutelaban y supervisaban a las milicias, aunque estas no se encontraban bajo su mando directo. Además, la Unión se comprometía en destinar grandes partidas económicas anuales para los sectores exteriores, en concepto de ayuda para la exportación y explotación de materias primas y otros recursos renovables.

Un largo periodo de paz y prosperidad siguió tras el gran conflicto sin que se desatara ningún conflicto interno importante entre miembros de la Unión Colonial Estelar.

[2] Blazar, fuente de energía muy compacta y altamente variable, asociada a agujeros negros que se forman en el centro de una galaxia. Los blazares están entre los fenómenos más violentos del universo, y por ese motivo el almirante Thrownill escogió ese nombre para su división especial.

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