Читать книгу Viaja conmigo a Ítaca - Julio Marco Barroso - Страница 9
ОглавлениеI. Introduccion
Pues empecemos con la primera etapa de nuestra travesía a Ítaca.
¿No te has dado cuenta de que hay gente que va a 50.000 vatios por minuto, mientras otros parece que van fundidos, como con el freno de mano echado? ¿Que hay gente que transmite e irradia energía y otros que la absorben? ¿Que hay gente que brilla y a la que todo el mundo se quiere acercar? ¿Que hay gente que va entusiasmada por la vida y te hace preguntarte: «pero este, de qué planeta ha salido»? ¿Que hay gente que lleva grabado un «sí» (que suma, contribuye y alienta) y gente que lleva grabado un «no» (que resta, destruye y desalienta)?
Vivimos en una crisis de estado de ánimo (y de muchas cosas más) y la luz se nos va apagando, cada vez brilla menos. Cuando pensamos negativamente acabamos aceptando que lo habitual es lo normal y que el confort es sinónimo de felicidad. Pero yo te aseguro que no es así. Todos podemos brillar, todos tenemos en nuestro interior un gigante dormido, pero nos vamos poniendo capas que nos van limitando: miedos, creencias, diálogo interno negativo, perfeccionismo…
No tengas pudor en brillar… sé tú. Eso es lo mejor que puedes ser en esta vida.
Hace poco una cliente me dijo: «Julio, ¿conoces a Silvio Rodríguez y su canción Sueño con serpientes? En ella, un hombre tiene una pesadilla en la que le atacan las serpientes y cada vez que mata una, aparece otra mayor. «Sí, claro», le respondí. «Pues así me siento yo ahora mismo. Como en una lucha diaria donde, cada vez que soluciono un problema, aparece otro mayor y luego otro, y me encuentro agotada», me dijo. Y así está mucha gente.
Y entonces, ¿qué nos hace brillar?
Para brillar tienes que dedicarte a lo que amas, aunque primero debes encontrarlo.
Y no debe ser tan fácil como parece, porque no todo el mundo lo encuentra. La neurociencia está demostrando que los seres humanos no sabemos lo que queremos, y que decimos una cosa y luego hacemos otra. En mi vida profesional estoy harto de escuchar: «Julio, es que no sé lo que quiero, es que no hay nada que me apasione; o al menos todavía no lo he encontrado». Bueno, pues ya va siendo hora de que lo hagas. Y este libro te ayudará a ello.
Cosas como saber escuchar, sonreír, una buena autoestima, ser auténticos, empáticos, generosos, compartir, ser positivos, líderes, resilientes, reconocer, salir de los límites de lo cotidiano… son «súper herramientas» que te harán brillar. Si las interiorizas y las pones en práctica, supondrán un antes y un después en tu vida y la harán mucho más fácil. Pon el foco en ellas. Te ayudarán a escribir ese libro en blanco que todos tenemos que ir completando desde que nacemos, y cuyo final nunca conocemos. Te ayudarán a recorrer ese camino del héroe hasta encontrarte a ti mismo. No somos conscientes de todo el potencial que tenemos hasta que la vida nos pone contra la espada y la pared (los mejores aprendizajes suelen salir de las situaciones de dolor y sufrimiento: una enfermedad, un despido, un divorcio, perder un ser querido, una quiebra…) Pero no caminamos solos, tenemos aliados −aunque a veces la soberbia nos impida verlos y pensemos: «yo puedo solo»− y entonces descubrimos que somos mucho más fuertes de lo que creíamos y pasamos de seres ordinarios a extraordinarios. Eso es la «Transforma-Acción».
Solo tú puedes llevar a cabo tu viaje porque eres único. No lo puedes delegar. Así de importante eres. No hay otro héroe como tú.
El viaje a Ítaca es lo que nos ocurre mientras avanzamos. El destino es tan solo la excusa a partir de la cual empezar el camino. Es un viaje de transformación, de descubrimiento y conquista de uno mismo. Será siempre incierto y, por mucho que lo intentemos, nunca sabremos lo que hay al otro lado de esa colina, de aquel desierto o una vez cruzado el océano. Y, al final del viaje, siempre habrá otro camino que empezar y al cual llegarás transformado, con la conciencia ampliada, con muchas más herramientas, con una visión distinta del mundo (te habrás convertido en un nuevo observador) y lleno de aprendizajes que deberás compartir con tus seres queridos y con tu entorno.
Es por eso que Kavafis, en su conocido poema Viaje a Ítaca, nos recuerda que lo importante en la vida es el camino y lo que aprendemos mientras lo recorremos.