Читать книгу Estrategias de coaching ejecutivo - Laura Bicondoa - Страница 23
2. ¿Quién necesita un coach?
ОглавлениеCreo que es posible que la gente normal elija ser extraordinaria.
Elon Musk
La contratación de un coach por parte de organizaciones para trabajar con sus ejecutivos tiene distintos matices y necesidades. Aquí abordaremos estos temas y comentaremos las razones de contratación y los perfiles y dolores de los ejecutivos y los equipos más frecuentes.
En general, son las empresas las que contratan a un coach ejecutivo, es decir, hay un patrocinador dentro de la organización que paga este servicio para los colaboradores que tienen autoridad y responsabilidad, y buscan lograr metas personales, profesionales y organizacionales. Nosotros, utilizando una amplia variedad de técnicas, métodos y sensibilidades, y a través de un acuerdo de coaching formalmente definido, ayudamos al cliente a tomar conciencia –como motor de cambio– para que mejore su desempeño profesional y satisfacción personal y, en consecuencia, impacte en la efectividad de la organización.
Algunos factores que distinguen al CE son:
• Enfoque holístico y personalizado.
• Conocimiento del comportamiento humano integrado con las prioridades estratégicas de la organización para maximizar los resultados.
• Participación activa de los ejecutivos.
• Relaciones de colaboración entre el coach, el ejecutivo o colaborador, su jefe, el patrocinador de la empresa (área de donde salen los recursos para pagar el servicio), recursos humanos.
Los seres humanos siempre estamos conectados con las posibilidades, nos sale de manera natural, en cualquier actividad que emprendemos, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Nuestra resistencia al cambio convive con nuestra capacidad de innovar: esa tensión está presente en cómo tomar un atajo si el tráfico se complica hasta en cómo mejorar nuestra calidad de vida, por eso el ce aparece tan embebido como una práctica organizacional de alto impacto, ya que empata directamente con una aspiración compartida: perseguir posibilidades como agentes de cambio.
Si bien hay estudios que documentan el valor del ce, nosotras consideramos que no alcanza con circunscribirlo al retorno de la inversión (roi), porque pueden resultar métricas vanidosas y su cálculo es cuestionable. Acordamos que el ce impacta en el roi y que debemos encontrar formas de medirlo y hacerlo visible para el cliente, pero también existen otros indicadores que demuestran que el coaching es una opción que impacta positivamente en las organizaciones.
Si los atletas de élite y las organizaciones piensan que necesitan coaches, ¿por qué tú no? ¿No será que todos necesitamos uno alguna vez?
Mientras escribimos este libro, vivimos desde marzo 2020 uno de los movimientos de cambio social más grande de la historia. La pandemia del COVID 19 nos puso a navegar en aguas inciertas, piensen nada más como era su vida en 2019 y compárenla con la de 2020: estamos físicamente aislados y tecnológicamente hiperconectados, líderes y colaboradores forzados a experimentar el trabajo desde casa, cuando casi no existen regulaciones legales, y sin duda saliendo de la zona de confort para mantener las fuentes de trabajo y la estabilidad laboral. Ante la crisis sanitaria y económica, las empresas comienzan a reducir varias de las “ces” (capacitación, café, copias, coaching). Sin embargo, notamos que las empresas que apostaron a conservar el coaching generaron bienestar, ayudando a sus colaboradores a cumplir con las nuevas demandas laborales, empatizando y reconociendo las emociones complejas para superar el miedo, la negación y los bloqueos de aprendizaje que los sacan del estancamiento. Nos ha tocado en este período acompañar a los ejecutivos ayudándolos a estar conectados, a dominar un nuevo ambiente de trabajo, a incluir a su familia como parte integral de su espacio laboral, a abordar la ansiedad y también a fortalecer las relaciones para estar presentes aún estando físicamente ausentes, para poder interactuar productivamente con sus equipos.