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FRANKENSTEIN, HÉRCULES POIROT, MISS MARPLE. ESTRATEGIAS PARA FORJAR ASPIRACIONES VOCACIONALES EN CIENCIA A TRAVÉS DE LA LITERATURA

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Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara *

INTRODUCCIÓN

¿Es posible incentivar vocaciones científicas a partir de la literatura?, ¿qué relaciones existen entre literatura y ciencia? El presente texto pretende mostrar la posibilidad de realizar análisis de obras literarias con una perspectiva científica como una estrategia que puede utilizar el personal docente para incentivar las vocaciones científicas en la educación media superior. Asimismo, se propone la posibilidad de realizar obras literarias con contenido científico que puedan ayudar a la divulgación de la ciencia.

Para el presente texto se seleccionaron obras literarias que se fundamentan en los avances científicos de la época en que fueron escritas. Inicia con Frankenstein (1818), de Mary Shelley (1797-1851), a partir del principio de la electricidad y continúa con la novela detectivesca de Agatha Christi de (1890-1976).

Se entiende por “ciencia” una forma de pensamiento que tiene su origen en el Renacimiento pero que adquiere categoría de discurso válido durante la Ilustración, a partir del método desarrollado por Descartes (1596-1650), denominado “escepticismo metodológico”, lo que significa que la generación de conocimiento se realiza a partir de cuestionar aquellas ideas que se creen firmemente fundamentadas. Descartes propone cuatro etapas del método: la primera se refiere a la duda y evidencia sistemática, lo que significa tener claro si existen evidencias reales de lo que se estudia. La segunda se refiere a la descomposición o división del objeto o fenómeno que se estudia en sus unidades más pequeñas, lo que actualmente conocemos como proceso de análisis. El tercero, tiene que ver con lo que Descartes denomina composición, lo que lleva a agrupar nuevamente las unidades estudiadas, lo que actualmente conocemos como proceso de síntesis y el cuarto, se refiere a la enumeración y verificación, lo que conduce a revisar, enumerar y concluir a partir de los principios utilizados.

Por su parte, se entiende por “literatura” el arte de la palabra por oposición a los usos funcionales del lenguaje, propuesto por Madame de Staël (1766-1817), lo que incluye poesía, cuento, novela, teatro, cartas y, actualmente, la cyberliteratura. La literatura se ha caracterizado por la creatividad, la imaginación y, sobre todo, el estilo, la forma, ya que no todo lo que se escribe es literatura. Aunque se considera que la ciencia es imaginativa y depende de la subjetividad de quien lo realiza, lo cierto es que tiene un sustrato en los conocimientos, la ciencia, las expectativas, los deseos, las aspiraciones de la época en que se escribe.

La relación de la literatura con la ciencia tiene un campo amplio y variado. Basta con citar la anticipación de descubrimientos científicos por la literatura, como los viajes espaciales de Julio Verne, cuya novela De la Tierra a la Luna fue publicada por entregas en el periódico Diario de Debates Políticos y Literarios de París durante los meses de septiembre a octubre de 1865, mientras que el viaje a la luna tuvo lugar un siglo después, en 1969. Lo mismo ocurre con la técnica de rayos láser patentados en 1960 pero descrita por George Wells, en La guerra de los mundos, en 1898, y otros más que se pueden enumerar.

La relación más clara queda en el binomio de ciencia-ficción, literatura que incluye logros científicos y técnicos, el dominio de elementos como el aire, la energía, la velocidad. Generalmente se trata de relatos ubicados en un lugar y situación imaginaria cuya verosimilitud se fundamenta en las ciencias químicas, físicas, naturales y sociales.

DESARROLLO: PROPUESTAS DE LECTURAS

La búsqueda científica del Dr. Víctor Frankenstein

Seguramente todos y todas conocemos la historia de Frankenstein o el moderno Prometeo, novela de la escritora inglesa Mary Shelley, que fue publicado el 1 de marzo de 1818. Esta novela narra la historia del Dr. Víctor Frankenstein, quien deseaba conocer los secretos que le condujeran a crear vida. Recordemos que a principios del siglo XIX, las teorías creacionistas disputaban sus argumentos con una serie de teorías, que, en ese entonces se referían al “transformismo”, postulado por Lamarck, antes de que Charles Darwin enunciara la teoría de la evolución.

¿Cómo procede el Dr. Frankenstein para demostrar que puede insuflar vida a materia carente de ella?, forma un ser a partir de partes de cuerpos de hombres muertos. De esta manera crea un gigante de más de dos metros de altura. ¿Cómo logra el Dr. Frankenstein otorgar vida a ese ser? La escritora Mary Shelley se vale de las propiedades atribuidas a las descargas eléctricas y al galvanismo, que en su época estaba en boga. El galvanismo debe su nombre a Luigi Galvani (1737-1798), quien postuló la base eléctrica de los impulsos nerviosos, para lo cual hacía experimentos en sapos muertos que se movían al recibir una descarga eléctrica. Estos espectáculos formaban parte de la vida social del círculo de amigos en que se movía Mary Shelley, interesados en los avances científicos de la época.

En la novela, Víctor Frankenstein es originario de Ginebra, proviene de una familia dedicada a la justicia. En ese lugar pasa una infancia muy agradable en compañía de sus hermanos y, sobre todo, de Elizabeth, su prima. Narra el origen de su vocación por la filosofía natural a partir de leer un libro de Cornelius Agrippa:

Cuando tenía 13 años fui de excursión con mi familia a un balneario que hay cerca de Thonon. La inclemencia del tiempo nos obligó a permanecer todo un día encerrados en la posada, y allí, casualmente, encontré un volumen de las obras de Cornelius Agrippa. Lo abrí con aburrimiento, pero la teoría que intentaba demostrar y los maravillosos hechos que relataba pronto tornaron mi indiferencia en entusiasmo. Una nueva luz pareció iluminar mi mente, y lleno de alegría le comunique a mi padre el descubrimiento […] Mi padre ojeó distraídamente la portada del libro y dijo:

¡Ah, Cornelius Agrippa! Víctor, hijo mío, no pierdas el tiempo con esto, son tonterías (1818:44).

Víctor siguió estudiando en libros que encontraba en casa, forjando un deseo: “qué fama rodearía al descubrimiento si yo pudiera eliminar de la humanidad toda enfermedad y hacer invulnerables a los hombres a todo, salvo a la muerte violenta” (1848:46). Posteriormente, presenció una tormenta eléctrica que lo impresionó, vio como un trueno desapareció un árbol y al preguntarle a su padre por el origen de los truenos y relámpagos le contestó: “Es la electricidad, me contestó, a la vez que me describía los diversos efectos de esa energía” (1818:48).

A los 17 años, su padre decidió que debía estudiar en una universidad extranjera, por lo que lo envían a Ingolstadt, en Alemania, a orillas del río Danubio a fin de que estudiara medicina en su famosa universidad. Ahí escuchó la conferencia del señor Waldman:

Empezó su conferencia con un resumen histórico de la química y los diversos progresos llevados a cabo por los sabios, pronunciando con gran respeto el nombre de los investigadores más relevantes. Pasó entonces a hacer una exposición del estado actual en el que se encontraba la ciencia, y explicó muchos términos elementales. Tras algunos experimentos preparatorios concluyó con un panegírico de la química moderna, en términos que nunca olvidaré:

—Los antiguos maestros de esta ciencia —dijo— prometían cosas imposibles, y no llevaban nada a cabo. Los científicos modernos prometen muy poco; saben que los metales no se pueden transmutar, y que el elixir de la vida es una ilusión (1818:62).

Más adelante, el Dr. Frankenstein visita al conferencista en su casa, donde le pide consejo sobre nuevas lecturas que le permitieran ampliar su campo de visión:

—Me alegra haber ganado un discípulo —dijo el señor Waldman—, y si su aplicación va pareja a su capacidad, no dudo que tendrá éxito. La química es la parte de la filosofía natural en la cual se han hecho y se harán mayores progresos; precisamente por eso la escogí como dedicación. Pero no por ello he abandonado las otras ramas de la ciencia. Mal químico sería el que se limitara exclusivamente a esa porción del conocimiento humano. Si su deseo es ser un auténtico hombre de ciencia y no un simple experimentadorcillo, le aconsejo encarecidamente que se dedique a todas las ramas de la filosofía natural, incluidas las matemáticas.

Me condujo entonces a su laboratorio y me explicó el uso de sus diversas máquinas, indicándome lo que debía comprarme. Me prometió que, cuando hubiera progresado lo suficiente en mis estudios como para no deteriorarlo, me permitiría utilizar su propio material. También me dio la lista de libros que le había pedido y seguidamente me marché.

Así concluyó un día memorable para mí, pues había de decidir mi futuro destino (1818:65).

El estudiante Víctor continúa leyendo y experimentando hasta que logra encontrar la forma de crear vida en cuerpos inertes:

Tras noches y días de increíble labor y fatiga, conseguí descubrir el origen de la generación y la vida; es más, yo mismo estaba capacitado para infundir vida en la materia inerte. La estupefacción que en un principio experimenté ante el descubrimiento pronto dio paso al entusiasmo y al arrebato (1818:73).

La autora de la novela se apoyó en el personaje de Andrew Crosse, quien hacía experimentos con cadáveres y electricidad para volverlos a la vida. Mary Shelley estaba al tanto de tales experimentos ya que acudía junto con su esposo a las demostraciones de Crosse, quien se decía científico, pero que no era aceptado del todo por la sociedad científica de su época.

Una vez seguro de su descubrimiento, el Dr. Frankenstein se dedica a recolectar partes de cadáveres para crear un ser con vida. Esta tarea le consume, prácticamente, todo el tiempo, de tal manera que descuida su aspecto personal y olvida comunicarse con su familia. El afán de concluir su experimento le agota las fuerzas pues lograr la meta que se ha fijado lo lleva a obsesionarse con su idea:

¿Quién puede concebir los horrores de mi encubierta tarea, hurgando en la húmeda oscuridad de las tumbas o atormentando a algún animal vivo para intentar animar el barro inerte? Ahora me tiemblan los miembros con sólo recordarlo; entonces me espoleaba un impulso irresistible y casi frenético […] Recogía huesos de los osarios, y violaba, con dedos sacrílegos, los tremendos secretos de la naturaleza humana (1818:76).

En noviembre logra darle vida a la criatura. Lo describe de la siguiente manera:

Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se había consumido, cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos amarillentos y apagados. Respiró profundamente y un movimiento convulsivo sacudió su cuerpo […] Ahora que lo había conseguido, la hermosura del sueño se desvanecía y la repugnancia y el horror me embargaban (1818:82).

A pesar del afán para otorgar vida a un ser inerte, se percata que no ha dado vida a un ser armónico, sino que realmente lo que hizo fue crear un monstruo, puesto que a pesar de que escogió partes amables de los distintos cadáveres, el conjunto resultó un ser sin sentido. Después que se percata del monstruo que ha creado, se arrepiente, pero es en vano: el monstruo existe. El Dr. Frankenstein trata de alejarse de él para lo cual regresa con su familia, pero el ser creado por Frankenstein lo persigue a donde quiera que va porque desea ser amado por su creador. En el camino siembra el terror por los lugares que atraviesa. El Dr. Frankenstein trae la desdicha a su familia, el monstruo mata a los integrantes de su familia y el día de la boda, mata a su esposa Elizabeth. Finalmente, el Dr. Víctor muere tratando de atrapar al monstruo para darle muerte, pero éste desaparece entre glaciares del polo norte.

A partir de la narración se pueden destacar los siguientes elementos en la carrera de un joven que desea ser científico a fin de llevar a cabo un descubrimiento/experimento exitoso:

• Curiosidad por encontrar respuestas a un enigma.

• Desprecio de los adultos en quienes confía, en este caso, su padre.

• Búsqueda de apoyo en científicos que comparten sus propias creencias.

• Descubrimiento de un método a partir de la lectura y la observación.

• La decisión de llevar a cabo el experimento.

• El establecimiento de metas de investigación.

• El interés en lograr demostrar el experimento, lo cual se convierte en obsesión.

• Experimentar una y otra vez en la lógica ensayo-error.

• Realización del experimento.

• Arrepentimiento: el ser creado es pavoroso.

• Valoración ética de lo que ha creado a partir de la ciencia.

• Dedicación de su vida a deshacer el experimento.

El relato de Frankenstein introduce el método experimental como el procedimiento capaz de llegar a encontrar la verdad de lo que se pretende buscar. El ambiente donde ocurre adquiere verosimilitud a partir de la fundamentación en los descubrimientos científicos de la época.

Agatha Christie: “Nunca nada es lo que aparenta ser”

Los personajes creados por la escritora Agatha Christie para resolver crímenes se han convertido en iconos de la novela policiaca a través del detective Hércules Poirot, egocéntrico, vanidoso, implacable, confiado de sí mismo, y de la señora Jane Marple, una anciana de pelo blanco, bondadosa y de ojos azules. El primero confía en su inteligencia, en sus cualidades deductivas y en su capacidad de encontrar las conexiones para lograr descifrar los crímenes que se le van presentando. Mientras que la segunda se apoya en el conocimiento de las actitudes humanas que ha aprendido a lo largo de la vida. Ambos tienen una gran capacidad intelectual y agilidad mental, aunque los métodos que utilicen sean diferentes. En cuanto a las características personales de ambos detectives, debe decirse que son mayores de edad, educados y solteros, por lo que pueden dedicarse de lleno a la resolución de los crímenes.

Una de las características de las novelas de Agatha Christie es que otorga a quien lee, los mismos datos que tienen Jane Marple o Hércules Poirot para resolver el caso. Antes de que ocurra el desenlace, la autora increpa al público lector para que realice sus propias conclusiones; con ello, se ubica como la primera escritora que realiza literatura de interacción.

Agatha Christie escribió 66 novelas y 70 relatos cortos. Generalmente están ambientados en la Inglaterra victoriana; sin embargo, el conocimiento de diversas regiones del mundo le permite ubicar escenas y personajes en ambientes que van desde Rusia hasta las islas Baleares. Para el caso que nos ocupa, haremos alusión al método que sigue la escritora para plantear los enigmas en cada una de sus novelas.

1. Los crímenes ocurren y se convierten en el enigma a resolver.

2. Las huellas que aparecen como las más obvias para resolver el crimen son despreciadas por Hércules Poirot y Miss Marple, puesto que su claridad produce conclusiones demasiado rápidas, la verdad se encuentra en lo que no se ve a primera vista.

3. Ambos prefieren las huellas insignificantes, las que pasan desapercibidas por los policías y detectives convencionales.

4. A partir de encontrar una incoherencia entre los personajes o entre documentos, siguen una o diversas pistas hasta dar con quien ha cometido el asesinato.

5. La observación es clave para la resolución de los enigmas. Observan a las personas, los escenarios, los escritos, la comida, etcétera.

6. El razonamiento que los conduce a resolver el crimen es estrictamente lógico y deductivo.

El asesinato de Rogelio Ackroyd

Se ha escogido la novela El asesinato de Roger Ackroyd (1926) para ilustrar el método policial y sus semejanzas con el método científico. El caso está ubicado en un pueblo ficticio, donde Roger Ackroyd es asesinado poco después de que Mrs. Ferrars se suicida, pues es víctima de un chantaje. La novela está escrita como un diario por el médico del pueblo, el Dr. Sheppard, quien va llevando a quien lee, de la mano de los descubrimientos que tanto él como Hércules Poirot realizan. Para esto, se indica que el detective Poirot se encuentra en ese pequeño poblado con el afán de descansar de la metrópoli; sin embargo, le piden intervenga en la resolución del caso, lo cual realiza con disgusto pues altera su pretendido descanso. La forma como procede Hércules Poirot es la siguiente:

1. Acude al lugar de los hechos donde observa tanto la escena del crimen como las reacciones de las personas que se encuentran en el lugar.

2. Toma nota de los elementos que aparentemente pasan desapercibidos para el inspector, quien debería resolver el caso.

3. Entrevista por separado a cada una de las personas que pudieran estar involucradas en el asesinato, estudia los rasgos de personalidad, las intercomunicaciones entre ellos, los antecedentes familiares, las manías y costumbres de cada una.

4. Realiza una investigación pormenorizada de lo que cada quien argumenta sobre lo que estaba haciendo alrededor de la hora en que ocurrió el crimen, tanto de las personas involucradas como de personas mencionadas por cada una. Es importante resaltar que, para este detective, todas las personas son sospechosas.

5. Pide diversos análisis especializados e información precisa, que no puede recabar en el pueblo, la que le es proporcionada por expertos.

6. Realiza comparaciones entre los discursos de las personas, analogías entre sus parecidos, voces, etcétera, lo que lo lleva a descubrir alianzas o encubrimientos no explícitos.

7. Realiza una reconstrucción de la escena del crimen que le lleva a descubrir vacíos en las entrevistas dadas por los sospechosos.

8. Posteriormente, reúne a todos los involucrados frente a los cuales realiza una síntesis de sus deducciones estrictamente lógicas, que le permiten descubrir al asesino.

Hércules Poirot dice que se dedica al “estudio de la naturaleza humana”. A lo largo de la novela, hace alusión a la necesidad de proceder siempre con método:

—Hay que proceder siempre con método (1926:158).

—Todo es sencillo si se ordenan los hechos con método (1926:164).

—Es posible, después de todo […] Sí, es posible, pero entonces debo ordenar mis ideas de nuevo. ¡Método, orden! Nunca lo he necesitado tanto. Todo tiene que encajar en su sitio o, de lo contrario, sigo una pista falsa (1926:236).

—Compréndanme bien: quiero llegar a la verdad. Ésta, por fea que sea en sí, es siempre curiosa y siempre resulta hermosa para el que la busca con afán (1926:270).

Su método estaba inspirado en su profundo conocimiento de la naturaleza humana (1926:309).

El detective procede a la búsqueda de la verdad como un auténtico científico, por eso se ajusta a que se lea como un proceso meticuloso donde las diversas pruebas se van articulando para llegar a un desenlace de acuerdo con lo que realmente ocurrió. La novela en cuestión está considerada como uno de los cien mejores libros del siglo XX, según el periódico parisino Le Monde.

Un puñado de centeno

En la novela Un puñado de centeno (1953), quien resuelve tres crímenes es Miss Marple, la cual es presentada como una mujer apacible, soltera, con buena fama por sus deducciones. Esta obra inicia con la muerte por envenenamiento de Rex Fortescue, a la que le sigue la muerte de su esposa Adele y de la doncella Gladys. El veneno utilizado en el asesinato del señor Fortescue es la taxina que se obtiene de los árboles que rodean la finca. A su vez, la señora Adele fue envenenada con cianuro, en tanto que Gladys fue estrangulada. Miss Marple llega a la finca de Los Tejos debido a que Gladys fue su doncella antes de trabajar en esa casa y está interesada en que hagan justicia ante lo que considera una muerte injusta. Cuando llega Miss Marple, encuentra que los hechos encajan en una canción tradicional inglesa que habla del rey y el puñado de centeno, la reina muere comiendo miel y la doncella con una pinza en la nariz.

Miss Marple resuelve los crímenes utilizando el acercamiento con las diversas personas involucradas en el caso, fundamentalmente con las mujeres, para lo cual articula diversas pistas en una secuencia diferente a la que realiza el inspector Neele, quien lleva el caso. El inspector se pregunta quién se beneficia de las muertes, en tanto que Miss Marple se interroga por las razones que llevaron a cometer los crímenes, la forma en que se han realizado y la manera en que se encuentran entrelazados. El inspector enfoca la investigación en los herederos, excluyendo a la servidumbre, pues considera que éstos no tienen nada que heredar. En cambio, Miss Marple no discrimina a nadie en la búsqueda de la solución.

La descripción de Miss Marple en la novela dice:

La señorita Marple era una viejecita tan encantadora, inocente, blanca y sonrosada, que consiguió entrar en aquella casa, ahora convertida en fortaleza, en estado de sitio, sin mucha más facilidad de lo que nadie hubiera creído (s/f:194).

Para el inspector:

La señorita Marple podía resultarle útil. Era una persona de rectitud impecable y tenía, como otras damas de su edad, mucho tiempo y un oído especial para pescar fragmentos de conversaciones (s/f:205).

Ella se da cuenta que el inspector no da mucho valor a sus descubrimientos, por lo que adopta una postura de subordinación ante quien sabe que tiene el poder para desacreditarla. Dice:

Bueno, es usted muy amable. Lo diré. A pesar de que como le digo, lo hago con todos mis respetos, porque sé que soy muy vieja y bastante tonta, y mis ideas no valen mucho, pero lo que quiero decirle es esto. ¿Ha investigado usted el asunto de los mirlos? (s/f:217).

Miss Marple se incorpora a la familia Fortescue con un interés legítimo y de la manera más natural posible. Desde ese lugar puede hablar con la cocinera, va a felicitarla por el postre de la cena y en esa conversación se entera de aspectos fundamentales acaecidos a Gladys. También, conversa con la esposa del hijo del señor Fortescue a partir de ver juntas un atardecer, lo que le permite atisbar aspectos de la relación de pareja, así como de los movimientos que han realizado en los últimos tiempos. Todo ello le va proporcionando la información necesaria para saber cómo ocurrieron los asesinatos.

Al acercarse a las personas, expresa empatía con ellas:

—Sé lo que siente usted —dijo la señorita Marple (s/f:351).

—Es usted muy inteligente, querida —la señorita Marple continuó tejiendo mientras contaba por o bajo: tres derechos, dos revés, […] (s/f:359).

Ocurren cosas muy curiosas, como en cualquier otro sitio. La naturaleza humana es la misma en todas partes, ¿no cree? (s/f:362).

El método que emplea es de acercamiento, diferente al método del inspector, que consiste en ir directo al grano:

Fui a felicitarla por los pasteles y el delicioso souflé de ayer noche. Tiene muy buenas manos. Sabe, siempre he pensado que es mejor llegar a la cuestión que interesa dando un pequeño rodeo, ¿no le parece? Ya comprendo que eso no reza con usted, porque más o menos tiene que ir directamente al grano para hacer las preguntas que desea. Pero una anciana como yo, que tiene todo el tiempo que quiere, es de esperar que charle mucho y sin necesidad. Y la mejor manera de llegar al corazón de una cocinera, yo diría que es alabando su repostería (s/f:396).

Algunas expresiones que utiliza sobre cómo lleva a cabo la investigación son:

De modo que hubo un método, ¿verdad? He estado pensando mucho sobre ello, y se me ocurrieron varias ideas (s/f:403).

Lo que hay que evitar principalmente es el tener una mente confiada (s/f:405).

[…] demostrando cómo y quién lo hizo, dentro de una lógica (s/f:421).

Cuando Miss Marple le comenta la solución al atónito inspector Neele:

La señorita Marple le dirigió una mirada amorosa; como la tía que alienta a un sobrino inteligente convencida de que aprobaría el examen escolar.

—Lo probará —le dijo—. Usted es un hombre muy… muy inteligente, inspector Neele (s/f:442).

Las líneas que cierran la novela equiparan el método a la ciencia:

Después, rechazando ambas emociones, se dibujó en sus labios una sonrisa de triunfo al contemplar la prueba que necesitaba […] la sonrisa de triunfo de algunos naturalistas cuando han podido reconstruir un animal de especie ya extinguida, guiándose sólo por un fragmento de quijada y un par de dientes (s/f:463).

Los elementos anteriores son los necesarios para llevar a cabo investigaciones, sobre todo, investigaciones sociales:

• Quien investiga tiene interés en lo que está investigando.

• Se incorpora a las comunidades de estudio desde un lugar donde puede realizar la investigación.

• Hace alusión a productos de la cultura, como el caso de la canción infantil.

• Trata de comprender las razones, más que explicar lo que ocurrió, lo que la acerca a la sociología de comprensión más que de exposición.

• Asume una postura de no saber, desde ese lugar se abre a nuevos conocimientos y, sobre todo, a no ser desacreditada por quien tiene poder para decidir quién sabe y quien no sabe.

• Empatiza con las personas, con sus emociones y perspectivas, les toma parecer en sus propias opiniones, les infunde confianza en sí mismos.

Los métodos seguidos por los detectives Hércules Poirot y Miss Marple tienen puntos en común y otros en que divergen. Poirot no quería involucrarse en la resolución del asesinato, pero se ve obligado a hacerlo; por lo tanto, asume una actitud distante y al principio, contrariada. En cambio, Miss Marple tiene un interés específico en el caso, lo que la hace acudir al lugar donde ocurrieron los crímenes. Hércules Poirot es percibido por la comunidad como un detective en búsqueda de respuestas, en tanto que Miss Marple lo es como una persona cuyas preguntas son totalmente inofensivas. A Poirot se le da el crédito de la resolución del crimen, en tanto que Miss Marple da la solución al detective, quien lo “resuelve”, en tanto que ella se retira a su casa sin llevarse ningún crédito, sólo la satisfacción de haber resuelto el misterio.

CONCLUSIONES

Tanto la ciencia como la literatura son campos de creación de conocimiento que se realiza siguiendo métodos. El primero, el método científico, y el segundo, métodos escriturales que tienen diversas variaciones dependiendo del género literario que corresponda. En el caso de la novela policiaca o, la que tiende a resolver un enigma, el método de búsqueda es muy parecido al que debe seguir quien investiga en ciencia. En ambos, se utiliza la deducción.

La construcción de la novela de Mary Shelley, al crear el personaje del doctor Víctor Frankenstein, y las novelas de Agatha Christie, al crear los personajes detectivescos de Hércules Poirot y Miss Marple, tienen rasgos que pueden ser vistos como correspondientes al método científico. Por lo tanto, la propuesta que expongo en este escrito es proponer al profesorado de educación media superior utilizar la literatura como una manera de incentivar vocaciones científicas entre el estudiantado. Para ello, se podrán realizar análisis de novelas, o en su caso, de películas o cualquier otro material, para analizar 1) cuáles son los conocimientos científicos en los que se asienta la narrativa y 2) cómo se involucran las personas con la ciencia.

Al mismo tiempo, se podrán hacer ejercicios de los pasos que siguen los personajes para llegar a la solución de un enigma y realizar comparaciones con las etapas de una investigación científica. Ello es particularmente útil en las novelas policiacas o de misterio, lo que puede habituar la mente del estudiantado a la búsqueda de soluciones a partir de métodos diversos.

En el presente texto se ponen de manifiesto al menos tres métodos: el primero, que sigue el Dr. Frankenstein para proporcionar vida a materia inerte; se trata de un método experimental cuya base radica en la prueba y el error. El segundo se refiere al método seguido por Hércules Poirot, a partir de evidencias precisas, observaciones meticulosas tomando distancia de los hechos y las personas y, el tercero, el método de Miss Marple, basado en la inmersión en la situación, la comprensión de las motivaciones de las personas que están involucradas, donde todas ellas tienen la misma importancia.

En la literatura, la actividad científica ha tenido diversas valoraciones; por una parte, quien hace ciencia se considera héroe, pues con sus descubrimientos contribuye al bienestar humano, el progreso de la humanidad, la curación de enfermedades, lo que ha dado lugar a muchas utopías. Por la otra, la ciencia que busca controlar el mundo, lo que ha provocado tiranías, y la tercera, la ciencia como causante de desastres mundiales al no tener control sobre las fuerzas que desata, y por ello mismo amenazante para la vida sobre la tierra, lo que viene a conformar una distopía.

Al utilizar la literatura para incentivar vocaciones científicas, el profesorado podrá abordar cuestiones de ética que son planteadas en cada una de las obras, porque tanto la literatura como la ciencia abordan decisiones que debemos adoptar como seres humanos y cuyas consecuencias van más allá de quien las decide.

BIBLIOGRAFÍA

Christie, A. (1926), El asesinato de Rogelio Ackroyd, e-pub, editor digital Titivillus, disponible en <https://docer.com.ar/doc/xx1c0e>.

Christie, A. (s/f), Un puñado de centeno, editor digital Le Libros, Selecciones de Biblioteca Oro, disponible en <http://LeLibros.org>.

Shelley, M. (1818), Frankenstein, Madrid, Luarna Ediciones, disponible en <http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Clásicos%20en%220Español/Mary%20Shelley/Frankenstein.pdf>.

Staël, Madame de (1915), De la literatura considerada en sus relaciones con las instituciones sociales, Córdoba, Editorial Berenice.

* Doctora en Ciencias Sociales por la UNAM. Investigadora adscrita a la Universidad Autónoma de Nayarit. Coordinadora del cuerpo académico consolidado “Sociedad y región” (UAN-CAC59), SNI-Conacyt, en nivel III.

Orientación vocacional para las nuevas generaciones

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