Читать книгу Meteoros - Álvaro Cuesta - Страница 14
Оглавлениеmedia botella
Llegar a tu objetividad y alimentar tu vida
a través del optimismo de tus cristales
¡Haz que tu presente sea tan genial, que tu pasado se muera de envidia!
“La dicha o la desdicha no dependen tanto de los avatares de la vida como del significado que los demos” Luis Rojas Marcos
Todo en tu vida es elección, más bien óptica, apreciación. Desde que naces se te obliga a elegir: blanco o negro, alto o bajo, bonito o feo. ¡Ya está bien, dejadme en paz! Así estamos todo el día, teniendo que discernir y elegir entre alternativas. Cuántas veces he escuchado ¡no te salgas nunca del carril, pues no llegarás a ninguna parte! La historia se repite, nuestros padres nos educaron para ello, como a ellos les educaron los suyos, y no nos va a ser fácil romper con esos moldes.
¡Qué absurdo! Cómo puede ser que una frase pueda tener a la vez un sentido tan contradictorio. Media botella vacía y media botella llena tienen objetivamente la misma cantidad de líquido, pero ambas expresiones tienen un contenido muy diferente, recogiendo un espíritu negativo una y positivo la otra. Así tiene sentido aquello de que “en este mundo cruel, nada es verdad o mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Y sin embargo es algo definitorio de cómo es el ser humano, un ser condicionado por todas sus subjetividades y temores. Somos capaces de levantarnos un día tristes en que todo lo vemos oscuro, y otros días felices en que todo es luminoso, y el día siempre será el mismo.
No debo limitarme tanto, y no depender de las inclemencias del tiempo o las veletas; no me debo dejar llevar por las circunstancias pues me impedirán disfrutar de la vida. No tengo que perseguir utopías pues no existen, buscar, eso sí, mis sueños, pues se traducen en ilusiones, y mientras camino en el tiempo debo guiarme por mi luz, esa sí me alumbra. Esto no se vive más que una vez, y necesito ser consciente de que yo soy el piloto de mi vida, no hay que equivocarse y dejar que los demás te manejen, pues cuando pase el tiempo, te darás cuenta de todo lo que has perdido. No merece la pena y el tiempo no vuelve, y no esperes que regrese nunca.
¡Espera amigo, no corras, tú que vas conmigo, no me dejes sólo! Ya te siento, agárrame fuerte de la mano que tú y yo llegaremos lejos. Como se decía en la película de Toy Story “Hasta el infinito y más allá”. Así somos, niños indefensos e ingenuos desde que nacemos hasta que morimos, siempre la misma persona, con nuestros ángeles y demonios. Debo guiarme por mi corazón, y él guiará mi cabeza. La óptica de mi alma me ayudará a contemplar la luz de esa botella cada vez más llena de vida; y confiar en que todo pasa, y pensar que a un momento de tristeza le sucederá otro a continuación de alegría, nada permanece inalterable en el tiempo.
Poder ser dueño de nuestros cristales, y amar la vida que tienes para poder vivir la vida que amas, pues jamás ésta podrá ser positiva si conservas una mente negativa.
Seguir esa filosofía oriental de la vida expresada por Buda “No vivas en el pasado, no sueñes sobre el futuro, concentra tu mente en el momento presente” y buscar actuar ante ella como decía el músico George Gershwin “La vida es como el jazz…es mucho mejor si es improvisada”. Hay que vivir tu propia aventura, pues desconozco lo que me encontraré después de la siguiente curva, pero tengo tantas ganas de llegar a ella.
“Cuando la situación se vuelve insoportable, cuando a nadie le importas ni le importaste nunca…tiras una botella al mar y con ella se va una parte de tu soledad” Theodore Sturgeon. Si eres un hombre bajito sólo alcanzarás a ver la parte de la botella llena y debo pensar y sentir que una botella siempre estará totalmente llena, mitad de líquido y mitad de aire.
No es un sueño, ni un simple deseo, busco huir de la oscuridad y hacer que mi meteoro cruce el firmamento arrojando un surco de luz que ilumine el cosmos y busque las estrellas evitando los agujeros negros, y deje en mi horizonte algo más de media botella que hay que llenar de forma continua de optimismo y felicidad. ¡Tengo que luchar contra la tristeza y mis nubes negras! ¡No hay que dudar, y vencer tus miedos!
¡Qué tu propia luz te ilumine y acompañe siempre!