Читать книгу ¡Podemos querernos más! - María Agustina Murcho - Страница 23
Aceptar que el cuerpo de uno
no es igual al del otro
Оглавление“Qué diferentes serían los ideales de belleza, si los ojos en vez de cuerpos miraran almas”.
@bellamentearg
¿Cuántas veces anhelaste tener el cuerpo de alguna celebridad? ¿Cuántas veces trataste de hacer la dieta de alguna actriz o modelo, pensando que así ibas a ser igual a ellas?
La realidad es que uno es uno mismo. No podemos parecernos al otro por más dieta sin harina que hagamos, porque la genética es otra, porque tenemos un cuerpo diferente, diferente contextura, diferente metabolismo y lo más importante: porque somos únicos. Los medios de comunicación intentan engañarnos, para que creamos que siguiendo la dieta de esa persona famosa, vamos a tener el mismo cuerpo, y de esa manera se venden más revistas o hay más rating.
“Se aprovechan de la desesperación de la gente por tener ese cuerpo “soñado” ”
Prestemos atención a qué tipo de cuerpo se muestra cada vez que se quiere vender una dieta o un “producto milagro”. En general son modelos, o ponen imágenes de panzas chatas o cuerpos musculosos. Esto lo hacen, porque se sabe que las personas aspiran a tener “el cuerpo de”, porque se aprovechan de la desesperación de la gente por tener ese cuerpo “soñado” que se muestra en revistas, redes sociales y televisión.
También suelo leer comentarios en las redes sociales de algunas famosas, donde muchísimas chicas les dicen que quisieran ser como ellas para ser felices, o preguntándoles qué dieta hacen. ¿Por qué creemos que tener el cuerpo de otra persona va a hacernos felices? La felicidad pasa por otro lado, no por tener más o menos curvas, o la panza chata de tu actriz favorita. Tampoco sabemos si la persona que tiene ese cuerpo es realmente feliz o no, porque en la vida pasan muchas cosas: problemas de pareja, problemas de salud, pérdida de algún ser querido…
“¿Por qué creemos que tener el cuerpo de otra persona va a hacernos felices?”
Un cuerpo “perfecto” no hace que la persona sea feliz. Sí es real que a una persona con exceso de peso le mejora la calidad de vida cuando adelgaza, porque está en juego su salud, pero tener el tipo de cuerpo que la sociedad impone actualmente no nos garantiza la felicidad. De hecho, las personas que hacen hasta lo imposible para tenerlo, no son felices, porque se frustran y ven que no pueden, justamente porque somos únicos y no podemos pretender ser igual a otra persona.
Uno tiene que aprender a quererse y ser feliz con lo que tiene y saber valorarlo, y si no nos gusta, intentar estar mejor, pero sanamente, no haciéndonos daño con dietas y exceso de ejercicio, que perjudicarán nuestra salud mental.