Читать книгу Alitas quebradas, bracitos rotos - María Eugenia Chagra - Страница 11

Оглавление

Éramos muchos en casa, yo voy a intentar recordarlos, no porque tenga ganas o me sea grato, sino porque así me lo recomendaron, señalándome que eso podría ayudarme a poner cierto orden en mi cabeza y así poder salir de aquí.

Che, vos, a ver si vas recordando para que dejés de andar buscando lo que no hay y te vayás de una buena y definitiva vez

Pero me canso como cuando era pequeña y procuraba razonar un poco, y me voy adormeciendo.

Dormir, de a poco, dormirme, soñar, escapar a otro lugar…

Cerrar los ojos, reposar el cuerpo, aflojar los músculos, contar hasta diez, hasta cincuenta o cien…

Dormir, despacito, en silencio, con calma, dormirme, huir, salir de este mundo y penetrar en el cielo de los sueños…

¡Qué bello jardín! Verde y florido… Qué bellas flores rojizas. Santa Rita. No deben plantar Santa Rita pues no se casan las niñas… Y esos geranios blancos, flores de abuela, qué perfume las madreselvas dulzonas, tan bonito lugar, tan luminoso y calmo, alegre, un sitio donde jugar…

Los niños juegan, los niños danzan, ronda de niños, ronda de ángeles, angelitos buenos, angelitos santos, de mofletes gordos y bracitos rotos… angelitos rondan santos los niñitos danzan los mofletes rotos angelitos los bracitos danzan rotos los niñitos danzan rondan rotos rotos rotos rotos rotos rotos ro to s ro to rot… … … … … rrrrorrorroarr­o­r­r­o­a­r­r­o­r­r­orr… … … … orro­oooo­ooorr­rrrr­rrrr­rrr­r­r… … …

Es difícil despertar…, despertar… nacer, uno no quiere pero lo expulsan a la fuerza. Podría quedarse calientito y protegido en un hueco para siempre, en un vientre, en el sueño… y no saber, ni recordar.

No nacer, adormecerse esponjadito, agua tibia, tibia sangre, sangre…, mucha, un torrente de sangre y yo flotando en el centro sostenida en las paredes… Me agarro para no caer, no caer, el fluido pasa, yo me prendo…, pero más bien parece que sigo soñando, estos no son recuerdos, ¿o lo son?

Rememorar, es como una madeja toda enredada pero no de un solo hilo, sino de muchos, de los más diversos colores, texturas, grosores y largos. Por dónde empezar, qué cordón jalar primero, cómo hacer para que el nudo no se ajuste, el lío no se haga más grande o no se rompa en partes. No lo sé.

Quizás lo mejor sea procurar que vaya emergiendo solo, como con una madeja, como cuando la ayudaba a la tía Iris con su tejido interminable y su gigantesco ovillo de lana teje que te teje, ovilla que te ovilla.

Alitas quebradas, bracitos rotos

Подняться наверх