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Vivo y directo

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Entre 1993 y 1994, con diferencia de unos pocos meses, surgieron Cablevisión Noticias (del grupo América), Todo Noticias (del grupo Clarín), Red de Noticias (de Telefe) y Crónica TV. Ofrecían como novedad información al instante. Ya no habría que esperar a la tardecita o a la noche para acceder a los noticieros. Era una época en la que los portales en Internet no actualizaban sus contenidos con tanta frecuencia como hoy y tampoco existían aún Facebook ni Twitter. Con ese formato de actualidad al momento, la señal de Héctor Ricardo García sacó ventaja.

Mostrar los hechos en vivo fue una de las innovaciones con las que salió a competir Crónica. Ese registro atrae por su imprevisibilidad e impide que un productor decida qué se publica y qué no, no admite filtros ni censuras, ni edición maliciosa. Todo se ve tal como sucede.

“Seremos iguales a ATC (el canal público que por aire y a través de sus repetidoras tenía la mayor cobertura territorial), estamos a toda hora y en todo el país, solo nos diferenciamos en dos cosas: somos privados y transmitimos en vivo”, exponía García al promocionar su nueva empresa.

El 18 de julio de 1994, cuando Crónica TV tenía apenas seis meses al aire, un coche bomba voló la sede de la AMIA, la mutual judía de Buenos Aires. Ochenta y cinco personas murieron en ese acto terrorista que hizo temblar al barrio de Once y estremeció al país entero. Era el segundo ataque en dos años: en 1992 habían atentado contra la Embajada de Israel.

Un equipo de Crónica estuvo en el lugar a pocos minutos de la explosión. El periodista Mariano Biasatti y los camarógrafos Carlos Arestequi y Rubén Molina llegaron detrás de dos carros de bomberos a los que venían siguiendo desde el centro. “Estábamos por Viamonte y Libertad cuando empezamos a escuchar sirenas, pasaron varios patrulleros a toda velocidad y un helicóptero de la policía. Algo había pasado pero todavía no sabíamos qué ni dónde exactamente”, cuenta Molina.

“Cuando notamos esos movimientos de la policía llamamos a la redacción y el dato que tenían era que había explotado una garrafa. Fue lo primero que nos dijeron. Y levantamos la guardia que hacíamos y fuimos hacia Once. Como tenía que dar muchas vueltas para tomar la avenida Córdoba salí en contramano por Viamonte. Mariano Biasatti sacaba media pierna por la ventanilla y agitaba un pañuelo blanco en señal de emergencia. Son recursos que empleábamos para ganar tiempo”, revela el camarógrafo que llegó a ser jefe del área y director general del canal.

“Diez y diez de la mañana, conmoción en el Once. La gente se está conglomerando, aparentemente hubo una explosión en esta zona, ya vemos a lo lejos que están trabajando los bomberos”, relata Biasatti, conmovido, en la grabación que hizo mientras se acercaba a las ruinas del edificio de Pasteur 633. “Esto es un verdadero desastre, esto es comparable a lo ocurrido en la embajada de Israel; ¡terrible!”.

Crónica TV fue el primer canal de noticias que llegó a la AMIA y el último en irse: casi cien horas corridas de transmisión, la mayor parte en vivo. Y todo lo que emitían grabado se publicaba tal como venía: en crudo, sin editar. Cronistas, productores y todos los técnicos quedaron afectados a esa cobertura que no tenía precedentes en el cable y que fue caótica y emocionante a la vez.

A treinta horas del estallido, entre los escombros, rescataron con vida al portero de la mutual judía, Jacobo Chemauel. “Fue conmovedor verlo salir y sonreír. Era tanta la emoción que María Inés Cristante, la periodista que reportaba desde el móvil, no pudo seguir hablando. El director de cámara entonces volvió a mí y también me quebré, se me caían las lágrimas”, recuerda Claudio Orellano.

El método del “canal vivo” en el que todo el tiempo pasan cosas le permitió a Crónica TV liderar la audiencia más rápido de lo que habían previsto García y Gavilán. En julio del 94 superaban por cuatro puntos a CVN y a TN y un año después la diferencia con el resto de las señales de noticias ya era abismal: 38.1 % frente a 15.7 % de TN y 6.7 % de CVN.

Las transmisiones “calientes” habían copado la pantalla y eran uno de los motivos que explicaban el éxito de la versión televisiva de Crónica. Ayudó la tecnología. “Con la antena que está en el techo del camión establecemos el enlace con el satélite”, grafica el jefe técnico Daniel Piavi. “Una vez que lo ubico, tengo retorno y ya podemos salir al aire”.9

Además de sus móviles satelitales el canal contaba con varios puestos fijos ubicados en puntos estratégicos de la ciudad. Estaban en la Bolsa de Comercio, en el Congreso, en Tribunales y el Ministerio de Economía. Además habían montado un miniestudio en una oficina de la Casa de Gobierno, a solo veinte metros del despacho presidencial. Desde cualquiera de esos sitios, a través de microondas, podían transmitir en el momento que quisieran.

Una tarde de octubre de 2008, a las 18.05, Julia Césari informa desde la redacción del diario Crónica. Tres minutos después Marcela Moretto lo hace desde la Bolsa y cuenta que baja el índice Merval. Juan Pablo Guerry aparece a las 18.14 desde un móvil en el comité de la UCR donde están anunciando un acuerdo político con Elisa Carrió.

A las 18.20, desde la Asociación del Fútbol Argentino, Héctor Heredia revela quiénes serán los árbitros que van a dirigir los partidos del fin de semana. 18.36 vuelve al aire Césari desde el diario para confirmar que el cardenal Jorge Bergoglio ha sido reelecto al frente del Episcopado.

18.43 Raúl Zapata reporta desde el Congreso las repercusiones de un fallo de la Corte Suprema en favor de la libertad sindical. Y a los diez minutos la prioridad absoluta es para un anuncio que la presidenta Cristina Kirchner hace ante empresarios del sector automotriz, en Economía. Una noticia tras otra. Siempre en vivo, a toda hora.

El 16 de diciembre de 1999, alrededor de las cuatro de la mañana –solo por citar un caso-, la señal de García mostró cómo la Gendarmería reprimía a un grupo de desocupados que cortaba el puente que une la provincia de Corrientes con Chaco. “Poné Crónica”, le dijeron desde Buenos Aires a un productor de Todo Noticias que descansaba en un hotel cercano al paso fronterizo.

Los enviados de TN habían levantado la guardia para descansar y dormían cuando fueron sorprendidos por el llamado de sus compañeros desde la redacción. Los de Crónica, en cambio, habían discutido qué hacer y decidieron que algunos, entre ellos el periodista Pablo Pla, mantuvieran la vigilia en el puente por si algo ocurría. Y ocurrió. La violenta represión con la que fueron desalojados los manifestantes solo se vio en vivo por Crónica TV en plena madrugada.

Claro que ese tipo de coberturas supone riesgos. “¿Sabés lo que pasó?”, pregunta el cronista a un joven que observa un operativo policial en la avenida Corrientes al 2400. “Yo no sé nada, dicen que hay una toma de rehenes, no sé, más de eso no te puedo decir”, se sincera el muchacho. “Yo recién vengo, vi que venían todos los patrulleros y me acerqué, no sé qué pasó”, agrega –casi nada– otro testigo.

El periodista de Crónica TV está trabajando en vivo y la suerte no lo acompaña, pero intenta una vez más: “Señor, ¿aquí hubo un robo?”. El hombre que tiene enfrente lo mira con cara de asombro y le responde: “No, yo vengo a buscar al pibe mío”. Recién después de unos minutos, logra saber que han robado en una galería comercial de la cuadra y los policías están buscando a un ladrón que se dio a la fuga.

Hace unos años García intentó registrar como marca la frase “en vivo y en directo”. Entre los fundamentos que esgrimió ante la Justicia, señaló que tenía “derecho adquirido sobre esa expresión” porque ya lo había tramitado ante el Registro de Propiedad Intelectual en julio de 1969 y ante la Sociedad de Autores en 1971. También recordó que aquel año había hecho un programa en Teleonce con ese nombre.

Pero la empresa de transmisiones deportivas TeleRed Imagen S.A. se opuso. Y mediante una acción judicial intentó evitar “el monopolio de una expresión que pertenece al público en general y a todas las personas que integran el rubro de las comunicaciones”, fundamentaron sus abogados.

Finalmente un fallo de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial rechazó el planteo de García. Los jueces concluyeron que “en vivo y en directo” detalla el modo de “transmitir acontecimientos comunes a los medios informativos; es decir, es una descripción de la actividad que se vincula con el quehacer ordinario de la radio y la televisión”.

Además, los integrantes del tribunal entendieron que, “aun cuando se trate de una frase de uso común, el término no identifica correctamente el producto que se pretende etiquetar pudiendo inducir a errores a los consumidores”.10

A pesar de que la justicia no le haya dado la razón, García insiste: “Una de las cosas que inventé es la frase ‘en vivo y en directo’. Lo gracioso es que todo surgió a partir de un error mío. Con Pinky hacíamos un programa de ocho horas en el viejo Canal 7 y un día armamos en exteriores un espectáculo con autos chocadores frente a la cancha de River. En medio de la transmisión se me ocurrió decir ‘en vivo y en directo’. Y así quedó la famosa frase que ahora usan todos”.

1 Almorzando con Mirtha Legrand, 23 de diciembre de 1997.

2 El 17 de diciembre de 1997, Mirtha Legrand denunció el robo de dos collares, una pulsera y un par de aros, valuados en cien mil pesos. No pudo precisar si desaparecieron de su casa o de Canal 9, donde filmaban los almuerzos.

3 Entrevista del autor a Fabián Olivera.

4 Un comisario aclara que sintonizar y escuchar la frecuencia del comando radioeléctrico no constituye ningún delito, pero advierte que sí está penado interferir esas comunicaciones.

5 Existen dos versiones acerca del seudónimo “Weegee”. Una dice que es la fonética en inglés de Ouija, el tablero espiritista que predice sucesos. Y este fotógrafo tenía la misteriosa capacidad de llegar a la escena del crimen unos segundos antes que la policía. La otra versión se refiere al sonido que se escuchaba en su laboratorio cuando secaba con un trapo la superficie lisa de las copias fotográficas. “¡Squeegee!”, se escuchaba.

6 Entrevista del autor a Claudio Orellano.

7 Entrevista del autor a Mario Gavilán, agosto de 2006.

8 Julio Korn fue un empresario editorial. En 1970 publicaba la exitosa revista Radiolandia, además de Goles, Antena y Vosotras.

9 Entrevista a Daniel Piavi en Maestros de TV, Canal 7, 2007.

10 www.diariojudicial.com.ar

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