Читать книгу Más allá del Tiempo - Mariela González - Страница 33

La mayor parte de las historias épicas, y por añadidura de las historias que nos encontramos en un JRPG, tratan sobre el eterno gran conflicto, la lucha entre el bien y el mal en sus significados absolutos. Un bien que se sacrifica por encima de todo, y un mal que busca el provecho personal a costa de la destrucción inmisericorde. Demasiadas veces nos encontramos con que es difícil innovar en ambos extremos. Frente a un héroe excesivamente arquetípico, que carece de motivaciones más allá de «hacer lo correcto» (y muchas veces tan solo porque «pasaba por allí»), se coloca un malvado que repite una y otra vez el mismo discurso. El gran acierto de Chrono Trigger consiste en saber hacer uso del valor de esos arquetipos, consiguiendo que sumen a la historia y a nuestra experiencia como jugadores, en lugar de restarle valor o interés. Que Crono sea un protagonista que encarne al cien por cien los valores heroicos y al mismo tiempo permanezca en silencio no es una combinación arbitraria. Del mismo modo, colocar a Lavos como antagonista principal del juego tiene un valor representativo bastante claro, y es uno de los aspectos que lo separan de otros títulos de la época.

Lavos es una entidad primigenia, un parásito que llega al planeta alojado en un meteorito, en el año 65.000.000 A.C. Su nombre nos resulta bastante fácil de relacionar para los que hablamos idiomas latinos: nos recuerda inevitablemente a la palabra «lava». El término, dentro del juego, fue creado por Ayla, como una mezcla de las palabras ioka «La», fuego, y «Vos», grande. Así que el campo semántico, como no podía ser de otro modo, es el mismo. Físicamente, Lavos se asemeja a un enorme puercoespín, al menos en la forma a la que nos enfrentamos como enemigo final. El referente real a la hora de diseñarlo fue un monstruo mitológico del folclore francés, La Velue, «La Peluda»; un temido dragón que, según cuentan las leyendas, asoló los campos en la época medieval, despechado tras habérsele negado la entrada al Arca de Noé. Tenemos una descripción en El libro de los seres imaginarios de Borges (1957-1959):

«A orillas del Huisne, arroyo de apariencia tranquila, merodeaba durante la Edad Media la Peluda (la Velue). Este animal habría sobrevivido el Diluvio, sin haber sido recogido en el arca. Era del tamaño de un toro; tenía cabeza de serpiente, un cuerpo esférico cubierto de un pelaje verde, armado de aguijones cuya picadura era mortal. Las patas eran anchísimas, semejantes a las de la tortuga; con la cola, en forma de serpiente, podía matar a las personas y a los animales. Cuando se encolerizaba, lanzaba llamas que destruían las cosechas. De noche, saqueaba los establos. Cuando los campesinos la perseguían, se escondía en las aguas del Huisne que hacía desbordar, inundando toda la zona. Prefería devorar los seres inocentes, las doncellas y los niños. Elegía a la doncella más virtuosa, a la que llamaban la Corderita (l’agnelle)». ⁷

¿Secuestrar doncellas? Más vale que nos quedemos con eso en la cabeza...

Viniendo de Toriyama, no es de extrañar que también nos recuerde ligeramente a Célula y sus sucesivas transformaciones. El objetivo de Lavos, como si de un primo lejano de Galactus se tratara, es el de drenar la energía del planeta en el que se aloja, fortalecerse y reproducirse para proseguir el ciclo a través del cosmos. Es una entidad que se guía por su instinto, al que, por tanto, es difícil achacar el papel de «malvado» en el sentido tradicional; su génesis se localiza en el recurso narrativo que se conoce como diabolus ex nihilo. El malvado que surge (casi) de la nada. Hasta cierto punto es el MacGuffin de la historia, un peón que es utilizado por parte de otros personajes para satisfacer deseos y motivaciones personales. La soberbia, el egoísmo, el deseo de venganza, son los sentimientos que mueven a otros a tratar de controlar esa fuerza primigenia en su beneficio. El papel de villano, así, se diluye y se reparte a lo largo de la historia en formas y proporciones muy diferentes, expresado en las intenciones conscientes e inconscientes de distintos participantes. Podríamos ir incluso un paso más allá. ¿Es Lavos realmente un perjuicio para el planeta? Una ambigüedad en esta línea se plantea en la versión estadounidense de Chrono Trigger, en la que, en cierto momento, se insinúa que la influencia de Lavos aceleró el desarrollo tecnológico del planeta. Una línea añadida por la traducción que, no obstante, inspira una reflexión interesante. ¿Habría evolucionado éste igual de no haberse instalado el parásito en su interior? Es una parte de la historia que no aparece en la versión japonesa, curiosamente.

Chrono Trigger es una lucha contra el reloj, contra la inevitabilidad. Una historia que se enmienda y reescribe constantemente contra todo pronóstico. Por ello, la idea de un enfrentamiento contra un poder irracional, capaz de controlar algo tan abstracto como el concepto del tiempo, encaja a la perfección: el mal que justifica la misión de nuestros héroes no es alguien con quien poder dialogar. Es, en realidad, una combinación de elementos universales en los que el azar tiene un peso muy importante. Con todo ello, la lucha adquiere tintes aún más épicos, y la victoria se hace todavía más embriagadora.