Читать книгу Una cita contigo misma - Maritere Lee - Страница 15
ОглавлениеUno mismo es el encargado de hacer que las cosas funcionen en su vida. No permitas auto envenenarte. Sé una persona de iniciativa, establece una atmósfera interior sana antes de que las cosas sucedan y entonces sucederán.
ANÓNIMO
Me tengo a mí misma
Muchos piensan que San Valentín se celebra desde hace poco tiempo y surgió por el interés de los grandes centros comerciales, pero su origen se remonta a la época del Imperio Romano. San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. En esa época, gobernaba el emperador Claudio II quien decidió prohibir la celebración del matrimonio entre los jóvenes porque, en su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios de jóvenes enamorados (por esta razón se ha popularizado a San Valentín como el patrono de los enamorados). Existen diversas teorías por las que en esta fecha se celebra el Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante esta época que se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este tiempo se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor llamado Cupido, cuyo nombre griego era Eros. En esta festividad se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.13
Y esta es la historia fatal de muchas jóvenes, de 20, 30 o 40 años, que sin importar el lugar en el que estén viviendo, cuando llega el famoso 14 de febrero (el Día del Amor y la Amistad), en lugar de hacer de ese día una fiesta lo convierten en un velorio. Aunque claro, todo el mundo omite la parte de la amistad para hacer más énfasis en la del romance. Entonces, tras que estar soltera ya es bastante difícil y tedioso, no necesitas un día al año que te recuerde lo sola que estás. Comienzas a imaginarte los arreglos de flores que les enviarán a todas las mujeres emparejadas, que si los ositos de peluche, que si los chocolates, que si las cenas y un montón de “cursilerías”… y automáticamente te vuelves una anti romántica.
Recuerdas que si no le hubieras contestado así, si hubieras sido más cariñosa, si hubieras tolerado su maltrato, etc., etc., hoy no estarías sola. Aunque muchas mujeres, a pesar de que ese día reciban un ramo de flores, el resto del año están mucho más que solas. Por eso, este es tiempo de pensar y no de llorar. Si estás sola es porque lo mejor ha de venir, te lo aseguro.
Sin embargo, en esa fecha, pareciera ser que todo lo malo les sucede a las mujeres que están sin pareja. Aceptemos que también nos genera un poco de envidia. También que dramatizamos el tema y que no somos las únicas mujeres en el mundo que estamos sin compañía para San Valentín. Como tú, hay miles, mejor dicho, millones de personas que se encuentran sin pareja, así que despreocúpate. Pasar el Día de San Valentín sin un hombre al lado no tiene por qué convertirse en un motivo de trauma, angustia, depresión ni mucho menos autocompasión.
Si bien tener pareja es un vínculo muy bueno y positivo para cualquiera, fuera de este hay gente alrededor: familia, amigos, compañeros que nos quieren; y por sobre todo, la relación más importante es la que cada persona tiene consigo misma, la cual no debe ser descuidada. Cuando se mira el concepto de pareja como el único y obligado objetivo moral/social/natural para ser feliz y adecuado, se vuelve toda una obsesión desesperante; entonces, la soledad se vuelve el enemigo mortal, cuando debería ser una oportunidad de crecimiento y autoconocimiento. Ni la pareja, ni la soledad son absolutos, ni determinantes.
San Valentín es el día ideal para consentirte y homenajearte. También para divertirte con tus amigos que se encuentran en las mismas. Entonces, ¿qué podemos hacer y no hacer en el Día del Amor y la Amistad?
Tienes la opción de hacer de San Valentín un día normal, común y corriente, sin temática especial. Ni sufrirlo ni celebrarlo, simplemente mantenerte ocupada en un montón de cosas que no te permitan pensar demasiado. Pero si vas a optar por no celebrarlo, tampoco te flageles vistiéndote de luto, yendo a comer sola a un restaurante y exponiéndote a todos los estímulos románticos del día.
Regálate un detalle, lo que quieras. Es muy importante que te sientas bien contigo misma, capaz de consentirte, de complacerte y de convencerte de que puedes satisfacer tus propios caprichos.
Arréglate, ponte guapísima (más de lo usual). En este día vístete con mucho amor. De repente, intenta con una prenda de color rojo o algún color vibrante que transmita vitalidad.
Si tienes presupuesto, vete de viaje para esas fechas. Tengo amigos a los que les funciona y ni se acuerdan de la fecha. Curiosamente y para tu beneficio, en otras culturas San Valentín pasa bastante desapercibido.
Organiza alguna cena, actividad o salida para amigos solteros.
Organiza una fiesta, invita gente soltera, emparejada, en fin, de todo y simplemente diviértete. Solo despreocúpate y arma tu fiesta como tú quieras, como quieras celebrarlo ese día.
No recuerdes relaciones pasadas. Pretender que no exista un día como San Valentín puede hacer que cometas alguna tontería que en el fondo no deseas.
¡Hay que ser una soltera digna!
Amigas lectoras, nada de ponerse a criticar el amor, el romance y la cursilería, sobre todo en esa fecha. Una soltera digna respeta el derecho de todas las parejas a celebrar. Celebrar la relación que tienes contigo misma será la clave para convertirte en una soltera con la frente en alto. ¡No dejes que esta fecha sea un motivo para darle lugar a la desolación! Te tienes a “ti misma” y esa es la mejor razón para festejar.