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La diamantina y los destrozos

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La sensación de riesgo que muchas jóvenes viven cotidianamente cuando andan en la calle explotó en agosto de 2019 con la denuncia de violación por parte de cuatro policías a una jovencita que regresaba a su casa de madrugada. La filtración a la prensa de la denuncia desató una manifestación de proporciones mayores. La furia de las jóvenes el viernes 16 de agosto de 2019 inauguró una reacción inédita y, hasta cierto punto, lúdica: le esparcieron al jefe de policía polvo rosa de diamantina (glitter). Además, las jóvenes activistas rompieron una puerta de vidrio en la oficina de la policía e hicieron otros destrozos en la calle. Fue a partir de esa acción, muy publicitada, que los medios empezaron a hablar de la existencia de las feministas “anarcas”, no en el sentido del anarquismo de una figura como Emma Goldman, sino más vinculadas al fenómeno del “anarquismo insurreccional” que analiza Carlos Illades como “la irrupción de jóvenes encapuchados, vestidos de negro, que rayan las paredes, utilizan sopletes y destruyen los símbolos del capital global y del Estado” (2019). Las figuras políticas e intelectuales que se expresan en los medios de comunicación se manifestaron en dos sentidos: por un lado, en apoyo a las jóvenes manifestantes y, por otro, repudiando lo que se calificó como “vandalismo”.³³ Al comparar las reacciones ante lo ocurrido el viernes 16 de agosto con la desatención o falta de interés que hubo respecto a las anteriores movilizaciones, da la impresión de que se “requieren” esos “actos vandálicos” para que los medios de comunicación, y los editorialistas e intelectuales, no ignoren las protestas. Eso lo precisó también una joven entrevistada por Elena Poniatowska (2020), que dijo: “Si no somos violentas, nadie nos hace caso”. En efecto, a partir de la marcha de la diamantina y los destrozos varios analistas políticos que no se habían interesado antes por el tema empezaron a hacerlo. Hubo muchos editoriales en la prensa nacional, y la concatenación de otras protestas mantuvo el tema en el debate público. Una reflexión de corte académico la hizo la teórica política Amneris Chaparro (2020a y b), que interpreta que la marcha del 16 de agosto representa también una “ruptura epistemológica” pues: “es una apertura para darle significado y resignificar el lugar que tienen las personas en condiciones de subordinación”. Ella señala que dicha ruptura tiene varios aspectos, entre los que incluye “desafiar formas de feminidad tradicional y la apropiación de las mujeres del espacio público mediante intervenciones simbólicas y/o violentas”.

En el reclamo que se ha dado en distintas partes del país en relación con la violencia sexual y el acoso, un sector social fundamental en las denuncias han sido las universitarias.³⁴ Ellas cuestionan el nexo entre lo que se califica de “vandalismo” y sus condiciones de vida, y encuentran una contradicción social muy grande entre el discurso oficial de las autoridades universitarias y la desigualdad y violencia cotidiana que padecen. Aunque las protestas se han dado en instituciones públicas y privadas de todo el país, tengo más información de lo que ha pasado en la unam por ser mi lugar de trabajo. En la unam el feminismo se ha convertido en un tema importante, y la Prevista de la Universidad de México, en su número 854 correspondiente a noviembre de 2019, estuvo totalmente dedicada a los feminismos. La imagen de la portada es obra de Sonia Pulido, titulada Las poderosas, y consiste en seis figuras de mujeres, paradas con los brazos en jarras, en una actitud contestataria y desafiante. Con la aparición de ese número tan atractivo se inició un mes cargado de tensiones. En distintas Facultades y Escuelas las universitarias se organizaron en protesta por el acoso de maestros y compañeros, y una de las acciones más significativas y visibles fue la que surgió en la Facultad de Filosofía y Letras. Luego de casi tres años de debatir en asambleas autoconvocadas y de realizar paros, el 4 de noviembre de 2019 el colectivo Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras (moffyl) tomó las instalaciones de esa facultad. Cintia Martínez, profesora de la FFyL, declaró en entrevista que las Mujeres Organizadas de la FFyL tuvieron la necesidad de subir el tono del movimiento porque no eran escuchadas (San Martín 2020). Además de las denuncias sobre acoso, dos cuestiones escalaron el conflicto con las autoridades y lo llevaron hasta el paro: la negativa del director Jorge Linares a atender a los familiares de la alumna Mariela Vanessa Díaz Valverde, desaparecida desde el 27 de abril de 2018, y la orden de borrar uno de los murales elaborados en los paros anteriores, que representaba a la Victoria alada (también llamada Ángel de la Independencia) y a Atenea (que es la figura en el escudo de la FFyL) portando el pañuelo verde de la legalización del aborto y besándose. Borrar ese mural fue considerado un acto de lesbofobia. Mediante el paro de labores —y de clases—, el colectivo moffyl exigía la reapertura de algunos casos de violencia de género cuya resolución fue insatisfactoria para las víctimas. Además proponía establecer una Comisión Tripartita y una Unidad de Atención a la Violencia de Género, junto con una modificación de la currícula para que se incorporen talleres con perspectiva de género y feminismos, y cursos de género en los planes de estudio para todas las licenciaturas.

A cuatro días de iniciado el paro, el 8 de noviembre fue reelecto Enrique Graue por la Junta de Gobierno de la unam para un segundo periodo como rector. El 14 de noviembre un grupo de estudiantes marchó pacíficamente para exigir medidas contra el acoso, y cuando ya habían terminado su movilización, aparecieron grupos de encapuchados que atentaron contra las instalaciones universitarias, destruyeron vidrieras, vulneraron el emblemático mural de Siqueiros (Patrimonio de la Humanidad), saquearon y destrozaron la librería Henrique González Casanova, robaron pertenencias de los trabajadores y amenazaron al rector de la Universidad (Gaceta 5098). Se dijo que los encapuchados eran provocadores, pero ¿pagados a cuenta de quién? ¿A quién beneficiaron y a quién perjudicaron? Más bien parecían integrantes del “bloque negro” que ocupa el Auditorio Justo Sierra/Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras.³⁵ A esas situaciones de violencia colectiva, donde no se visualiza lo que está encubierto, pues hay una mezcla de intereses que producen una confusión que dificulta comprender quién es quién y qué motivos los mueve, Javier Auyero (2002) las llama la zona gris:³⁶ un espacio que se produce en eventos de violencia colectiva, donde interactúan diversos actores sociales que tienen también intereses diversos.

Los miembros de la comunidad universitaria, las directoras y directores de las entidades académicas, publicaron el 17 de noviembre un mensaje titulado “Defender la unam”, y dos días después el rector Graue, en el discurso de su toma de posesión el 19 de noviembre, abordó de manera directa el tema de la violencia y el acoso:

Si hay algún tipo de violencia que no podemos aceptar es el que las universitarias sean acosadas o violentadas en su integridad. Con el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género hemos avanzado; la realidad se ha hecho visible y se han impuesto sanciones y expulsado o rescindido a agresores.

Pero para muchas de ellas no ha sido suficiente.

Entiendo su indignación ante la vejación histórica de la que han sido víctimas y que ya no están dispuestas a tolerar.

Necesitamos personal cada vez con más experiencia para atender estos casos;

Un mayor número de unidades de denuncia y atención especializada;

Modificar las acciones que sean necesarias en el protocolo de atención;

Actuar conforme a nuestra legislación y contratos colectivos y acelerar tiempos de protección y respuesta.

En las semanas siguientes estaré enviando a la comisión de legislación universitaria, la propuesta para la creación de un órgano independiente de la administración central que:

Fortalezca el respeto a la diversidad;

Promueva mayor seguridad para ellas;

Implemente nuevas y mejores estrategias, y genere políticas de equidad de género en toda la Universidad.

La igualdad debe ser una política transversal en nuestras acciones y la unam debe ser ejemplo para toda la sociedad.

Las voces de todos los estudiantes deben ser escuchadas (Gaceta 21 noviembre 2019).

Lo siguiente fue dar a conocer el 28 de noviembre en la Gaceta las “Acciones contra la violencia de género”, entre las que está la creación de un “tutorial sobre violencia de género” de ocho minutos, la instalación de Unidades para la Atención de las Denuncias (unad) en las cinco facultades de Estudios Superiores, en las direcciones generales de la Escuela Nacional Preparatoria y del Colegio de Ciencias y Humanidades, y una más itinerante que dará atención en las Escuelas Nacionales de Estudios Superiores de otros estados. También la unam hizo un llamado junto con la Unesco y la Alianza Global de Medios y Género para que los medios de comunicación y las plataformas digitales firmaran un Pacto por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas (Gaceta 5101). Y aunque la portada de la Gaceta del 5 diciembre reprodujo la atractiva portada feminismos de la Revista de la Universidad que se presentaría en la Feria Internacional del Libro, junto con una entrevista a Guadalupe Nettel, su directora, y un fragmento del artículo “Feminismos desde Abya Yala”, de una de las feministas decoloniales más importantes, Francesca Gargallo (Gaceta 5103), de nada sirvieron esas señales de apertura al feminismo. El año 2019 terminó con la Facultad de Filosofía y Letras en paro.

Sin duda la protesta estudiantil empezó a tener efectos. El 16 de enero de 2020 la portada de la Gaceta anunciaba: “El protocolo da resultados. Todas y todos contra la violencia de género” y ponía los números en relación con los alumnos suspendidos o expulsados (108);³⁷ los académicos sancionados (159)³⁸ y los trabajadores (99).³⁹ Al buscar en las páginas interiores más información, lo único que se encuentra es un breve artículo titulado “Hay diversas propuestas teóricas del movimiento feminista. Concibe el poder diferente al patriarcado”. Ninguna explicación acerca de cuánto dura la suspensión o qué implica una amonestación. Luego vendría otro gesto simbólico, éste de mayor peso: en la sesión del 12 de febrero de 2020, el pleno del Consejo Universitario de la unam resolvió que la violencia de género “es causa grave de responsabilidad” y modificó la estructura del Tribunal Universitario para “garantizar la equidad de género en su integración” (Gaceta 5117). Así se equiparó la violencia de género como una falta especialmente grave a las que ya lo eran, como la hostilidad por razones de ideología o portar armas en los recintos universitarios (Fuentes 2020). En relación con el aumento del número de vocales en la composición del Tribunal, principal órgano disciplinario de la Universidad, Diana Fuentes (2020), profesora de la FFyL subraya que:

es importante señalar que se dejó intacto el inciso donde se estipula que su Presidente será la persona de mayor antigüedad de entre los profesores del Consejo Técnico de la Facultad de Derecho, es decir, su decano. La propuesta alternativa, presentada por el Consejo Técnico de Filosofía y Letras, contemplaba por su parte la posibilidad de reformular este apartado, de modo que ese cargo se ocupara por un miembro de la comunidad sin que necesariamente perteneciera a la Facultad de Derecho, así como la necesaria evaluación de la probidad de su trayectoria. Esta propuesta, sin embargo, no se incluyó en la modificación aprobada.

Según esta profesora:

las reformas son un logro de las Mujeres Organizadas en la unam, quienes, haciendo eco del descontento gestado desde hace unos años, han puesto las condiciones para su transformación (Fuentes 2020).

Se avecinaba marzo, y dado que en 2020 el Día Internacional de la Mujer era domingo, y no tendría sentido un “paro de labores”, las colectivas feministas decidieron que el lunes 9 sería la fecha para realizar la huelga (el paro) mundial de mujeres. En la Gaceta del 24 de febrero la unam avisó que se sumaba a “Un día sin nosotras” y apoyaba a “todas las mujeres universitarias que decidan no acudir a dar clases o a sus labores académicas o administrativas, sin que ello se vea reflejado como inasistencia o descuentos salariales.” Concluía su mensaje señalando que la unam seguiría “empeñada en realizar todas las acciones que contribuyan a combatir las desigualdades y la violencia de género, y a cambiar la cultura institucional que las impulsa o las permite” (Gaceta 5119). Días después la unam creó la Coordinación para la Igualdad de Género, con ocho acciones inmediatas⁴⁰ (Gaceta 5120 del 2 de marzo).

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