Читать книгу La violencia como marco interpretativo de la investigación literaria - Matei Chihaia - Страница 16
2. Teorías clásicas y contemporáneas sobre la violencia
ОглавлениеLa violencia representa un problema actualmente porque dejamos de concebirla como aceptable o necesaria. Las teorías clásicas sobre la violencia ponen el centro de su análisis en la función de la violencia para la continuidad histórica, política o económica como lo fundamental (Arendt 2005: 18). No se problematiza la violencia como objeto central porque esta se halla determinada en función de la persistencia de un proceso que permanece asegurado por lo que precedió a la acción violenta y que va más allá de la violencia misma. De acuerdo con Hannah Arendt en Sobre la violencia (1970), la comprensión dominante de la historia ofrece una versión de esta determinada por una lógica de medios y fines (lógica teleológica). Arendt recurre a Hegel como ejemplo de esta formulación, para quien la historia es un matadero de masacres que lleva a cabo los objetivos de la razón.
Pero aún cuando consideremos la historia como el ara (Schlachtbank) ante el cual han sido sacrificados la dicha de los pueblos, la sabiduría de los Estados y la virtud de los individuos; siempre surge la pregunta: a quién, a qué fin último ha sido ofrecido este enorme sacrificio? (Hegel 2005: 145)
De acuerdo a la lectura de Arendt de Hegel, la violencia es un momento más en el desarrollo de las contradicciones sociales que forman parte de un proceso de progreso (Arendt 2005: 43). Desde esta lógica (teleológica), la violencia puede por un lado, ser concebida como un momento necesario que no rompe con el continuum temporal y que sirve como guía de acción para el futuro; por el otro, se presenta como la única interrupción posible a este proceso automatizado. Arendt ejemplifica el primer caso con la concepción de Marx sobre la historia, según la cual “la violencia (Gewalt) es la comadrona (Geburtshelfer) de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva” (Marx 1986: 639). Si bien en el capítulo 24 de El Capital Marx sostiene que la violencia es sólo un momento en el desarrollo de la historia, esto no implica que sea la causa de los cambios en la sociedad sino de las contradicciones inherentes a ella. Para Marx la emergencia de toda sociedad está precedida pero no causada por eventos violentos, que compara con los dolores del parto. La violencia así determinada, se considera una potencia que designa el modo del desarrollo histórico, que explica la transición de un evento a otro.
En dirección opuesta, para Fanon, la violencia sí constituye la única solución frente a un estado de dominación colonial, en Los condenados de la tierra (1961) afirma el poder purificador y transformador de la violencia:
¿Qué es pues, en realidad, esa violencia? Ya lo hemos visto: es la intuición que tienen las masas colonizadas de que su liberación debe hacerse, y no puede hacerse más que por la fuerza […] Porque la violencia, y ahí está el escándalo, puede constituir como método, la consigna de un partido político […] Hay que reflexionar sobre esta problemática de la violencia. (Fanon 2014: 65–66)
Si bien Fanon sostiene que sólo la violencia posibilita la inversión de los valores impuestos por el colonizador, este es consciente de los límites de la violencia en la lucha contra el colonialismo. Por sí mismos, el odio y la agresión fracasan en la búsqueda de la liberación. La violencia es condición necesaria para la independencia, aunque no suficiente para la realización de su liberación. Para Fanon la pregunta no consiste en aceptar o no la violencia, sino en asegurar que su uso esté orientado a su superación y no a su auto-preservación. La violencia en este caso se haya justificada por el fin que se propone, sólo la violencia ejercida por el pueblo y organizada, en cuanto acto de resistencia y no sólo como acto espontáneo, permite romper con el proceso automatizado del poder colonial dominante. La inevitabilidad y necesidad de la violencia depende, de acuerdo a esta concepción, de una noción instrumental de la misma. La violencia es un medio requerido por un fin que la justifica y la limita, una herramienta que depende de una instancia que la soporta y la trasciende, sea esta una concepción de la historia, del progreso, del bien, de la libertad etc. Sin embargo, todos estos casos esconden una paradoja, la violencia en cuanto instrumento requiere de una justificación que nunca alcanza y sin embargo, se le presenta como inevitable o necesaria para el desarrollo histórico, una forma de gobierno o un proyecto emancipatorio.
Teorías como las de Hegel, Marx y Fanon comparten una concepción instrumental de la violencia que revela un problema. Algunas de estas teorías, como la de Hegel, evidencian la ausencia de problematización específica de la violencia, así como las limitaciones que la noción instrumental de la misma implica. Estas teorías enfrentan alguno de los siguientes problemas: o son ciegas a las formas concretas de la violencia (sus mecanismos, su fenomenología), o ignoran las condiciones concretas que producen la violencia (sus causas) y se centran principalmente en su aplicación como puro medio para cumplir fines determinados (objetivos). Sin embargo, ya en Marx o Fanon, a pesar de seguir atrapados en una concepción instrumental de la violencia, se realiza un desplazamiento que Arendt ve. Estas teorías señalan que la violencia no es un fenómeno transitorio o excepcional sin más, sino que es inevitable en cuanto elemento constitutivo de las formas de organización social moderna en términos de clase y raza. La diferencia entre Marx y Fanon se da en un segundo desplazamiento, mientras que para Marx, al igual que Hegel, la violencia es inevitable y constituyente de los procesos históricos, para Fanon esta tiene una dinámica propia y sus mecanismos son el objeto de su investigación. Así, las teorías contemporáneas intentan comprender la complejidad de la violencia al hacer explícito sus elementos estructurales, tales como:
1 el sujeto quien la ejerce o la padece
2 la forma en que es ejercida, ya se en cuanto acciones o por omisión
3 sus causas y razones (formas de justificación)
4 sus metas y motivos (intenciones) y
5 sus modelos de justificación (legalidad o legitimidad).
Toda tipología de la violencia pondrá en el centro alguna de las siguientes preguntas: 1. ¿quién?, 2. ¿qué?, 3. ¿cómo?, 4. ¿a quién? y 5. ¿por qué? (Imbusch 2003). El concepto de violencia contemporáneo no sólo intenta dar respuesta a estas preguntas sino también aclarar su vinculación y límites con conceptos relacionados tales como: fuerza, potencia, autoridad o poder. Con ello, se trata de evitar definiciones naturalistas, sustancialistas o reduccionistas que identifiquen la violencia con una forma específica, por ejemplo, violencia como guerra, asesinato, instinto etc. Pensar contemporáneamente la violencia requiere de la discusión sobre los tipos y formas, las dimensiones y las estructuras de significado, las dinámicas y los contextos. Una taxonomía de la violencia que no se centre sólo en sus causas o fines, resulta ineludible. A continuación, ahondaremos en el desplazamiento del lugar de la violencia aquí delineado a partir de dos debates filosófico-políticos.