Читать книгу La violencia como marco interpretativo de la investigación literaria - Matei Chihaia - Страница 20
4. La crítica de la violencia como teoría crítica de la sociedad
ОглавлениеEl artículo muestra en la primera parte por qué la violencia es un problema para las ciencias sociales y humanas contemporáneas, y señala la necesidad de una topología de la violencia. El segundo apartado analiza la lógica teleológica e instrumental de la violencia a partir de la cual, en las teorías clásicas, esta se presenta como inevitable o necesaria. El examen de la función de la violencia para la historia nos permitió mostrar por qué la concepción instrumental de la misma revela una paradoja: el problema de aceptar la necesidad de una justificación que no se alanza y simultáneamente, sostener su carácter inevitable o necesario.
El tercer apartado presenta el análisis filosófico de la violencia en dos debates. El primero discute la relación entre poder y violencia en el examen de las propuestas de Arendt, Benjamin, Foucault y Mbembe. Las aportaciones de estos autores son fundamentales para mostrar cambios importantes en la noción de poder a la que se asocia determinado concepto de violencia. Estas teorías son claves porque no sólo cuestionan su lógica y su aparente inevitabilidad, sino que evidencian su carácter constituyente en las sociedades contemporáneas. Desde aquí se puede entender el giro metodológico que implica el análisis del concepto de violencia y el estudio de sus mecanismos, así como la necesidad de diferenciar entre tipos y grados. Los cambios en la concepción del poder explican el movimiento por el que la violencia se pone en el centro de las teorías contemporáneas. El segundo debate examina el problema implícito al intento de justificación y la aporía constituyente de la violencia. Se discute por qué este problema no debe ser formulado exclusivamente en términos de legalidad-ilegalidad sino de legitimidad política.
Finalmente se muestra cómo las propuestas contemporáneas, al centrarse en la violencia como objeto de estudio, formulan una novedosa crítica que implica el cuestionamiento de conceptos y fenómenos claves como el poder, el derecho, el estado y la soberanía. La violencia ya no expresa una falla o quiebre en la construcción de sentido de ciertas relaciones sociales o en el sujeto como actor. Las teorías contemporáneas se oponen críticamente a las aproximaciones clásicas que hacían de la violencia un elemento periférico y subordinado a la noción de poder como opresión. El paso desde la teorías clásicas a las teorías contemporáneas sobre la violencia, señala el cambio en la función de la violencia que va de la marginalidad de la violencia en la teorías clásicas hacia la centralidad de la violencia en las teorías contemporáneas. El giro por el que se le dota de un sentido crítico implica tres momentos: mientras las teorías clásicas se ocupan de la violencia como subordinada al poder en las teorías sobre la opresión, ejemplificadas aquí en la crítica de Arendt y Foucault a la concepción jurídica del poder (centralizado y sustancialista), se realiza un primer desplazamiento hacia las teorías del poder como dominación (heterogéneo y desde los márgenes) discutidas con Foucault y Benjamin en el cuestionamiento de sus mecanismos y modelos de justificación, hasta llegar como tercer momento a una concepción del poder que encuentra su elemento distintivo en la violencia tal como se examina en la propuesta de Mbembe y Benjamin, para quienes el poder (necropoder y violencia mítica) se explica por una lógica de carácter instrumental e intrínsecamente violenta. Esta distinción entre teorías de la opresión, teorías de la dominación y teorías de la violencia, es la justificación teórica e histórica del desarrollo conceptual y del desplazamiento de la función de la violencia de lo que aquí denominamos teorías “clásicas” y “contemporáneas” de la violencia.