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4.5 Resumen

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Para realizar un resumen, se requiere haber aplicado las estrategias anteriores u otras cuyo objetivo sea el mismo. Una vez desmenuzado el texto, este puede reconstruirse en uno nuevo y sintético. En esta nueva versión, solo se plantearán las ideas principales del mismo, las que deben ofrecerse parafraseadas en una versión breve. El parafraseo es una de las estrategias que nos permite desarrollar nuestra capacidad verbal. Esta estrategia requiere que el lector utilice sus palabras para reconstruir la información contenida en un texto, cuidando su equivalencia en el contenido.

Parafrasear es, aparentemente, una estrategia sencilla; sin embargo, para hacerlo correctamente, el lector debe

• manejar un léxico variado que le permita adecuar el texto base de manera pertinente;

• comprender el texto base;

• identificar y extraer la información importante;

• utilizar palabras, frases y oraciones equivalentes en significado a la información detectada como relevante;

• reorganizar o reestructurar, en forma global, el contenido del texto; y

• proveer un recuento personal acerca de su contenido.

Lee el siguiente texto:

Inseguridad ciudadana en Lima: ¿qué hacer?

Gino Costa

Aunque la inseguridad es percibida como el principal problema de Lima, la actual gestión metropolitana ha sostenido que no es su responsabilidad. Todo indica que esto cambiará, lo que está muy bien, pues la Constitución y la ley de municipalidades establecen que la seguridad ciudadana es un servicio municipal que se brinda con la cooperación de la Policía. Asimismo, la ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana otorga a los alcaldes la presidencia de los comités encargados de ejecutar planes locales, con base en los problemas de cada jurisdicción.

¿Cómo debería encarar esta responsabilidad la nueva alcaldesa? Según el reciente libro de Ciudad Nuestra —Inseguridad ciudadana en Lima: ¿qué hacer?—, cuatro son los desafíos más importantes.

Primero, se debe organizar el gobierno de la seguridad ciudadana. Ello implica que la alcaldesa asuma el liderazgo personal del comité metropolitano, asegure la participación de las máximas autoridades de las instituciones que lo integran, y lo dote de un plan cuatrianual y de una secretaría técnica que lo provea de información y de iniciativas. El comité debe dar cuenta pública de su trabajo y ser ejemplo de la unidad de acción que la ciudadanía reclama. Para incorporar la perspectiva de los distritos, será necesario que se convoque regularmente a la Asamblea Metropolitana de Alcaldes. Constituir un observatorio de la violencia y el delito, encargado de procesar y analizar la información que producen diariamente las instituciones de la seguridad y la justicia, es también una tarea urgente.

Segundo, se deben profesionalizar los serenazgos, tanto con la mejora en la selección de sus miembros como con la constitución de una escuela para su formación. También deben estandarizarse sus comunicaciones y redes informáticas para hacer posible su integración en el serenazgo metropolitano.

En coordinación con los distritos y para ser implementados por estos, el tercer desafío será definir los componentes mínimos de las políticas de prevención de violencia familiar, de género y juvenil; de organización vecinal; de tratamiento de adicciones; y de rehabilitación y reinserción. Sería ideal que, con recursos de los gobiernos nacional y metropolitano, se constituya un fondo para financiar estas iniciativas, con contraparte distrital.

El último es la regulación de la cooperación policial con los municipios, tarea que corresponde al Concejo Metropolitano. Lima debería contar con un jefe policial y cada distrito, con un comisario, responsables de todos los servicios policiales, por los que rendirían cuentas ante la autoridad municipal. Sería ideal que sean nombrados, por dos años renovables, con la participación de los alcaldes o alcaldesas, quienes evaluarán su labor y podrán pedir su remoción. Esta precisión de roles hará realidad la cooperación policial con los serenazgos y creará las condiciones para que los municipios contribuyan al imprescindible fortalecimiento de la Policía.

Adaptado de COSTA, Gino (2010) Inseguridad ciudadana en Lima: ¿qué hacer? (consulta: 5 de marzo de 2012) (http://gestion.pe/impresa/noticia/inseguridad-ciudadana-lima-que-hacer/2010-10-26/24461)9.

Ahora, contrástalo con el resumen que de él se propone:

Son cuatro los desafíos para afrontar el problema de la inseguridad ciudadana. Primero, se debe organizar el gobierno de la seguridad ciudadana. Segundo, se deben profesionalizar los serenazgos, tanto con la mejora en la selección de sus miembros como con la constitución de una escuela para su formación. El tercer desafío será definir los componentes mínimos de las políticas de prevención de violencia familiar, de género y juvenil; de organización vecinal; de tratamiento de adicciones; y de rehabilitación y reinserción. El último es la regulación de la cooperación policial con los municipios, tarea que corresponde al Concejo Metropolitano.

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