Читать книгу Manual de psicoterapia emocional sistémica - Mercedes Bermejo Boixareu - Страница 29
3. Influencia de la terapia familiar sistémica
ОглавлениеEl hombre ve lo que sabe
(Goethe)
Como ya hemos explicado en el capítulo9 anterior, la terapia familiar sistémica emerge como una posibilidad fundamental de entender cada caso, donde es importante incorporar de manera directa o indirecta a los diferentes miembros del sistema implicados con el síntoma, y que sin un trabajo en red con la familia o con los diferentes sistemas implicados podemos no entender el síntoma y encontrarnos con resistencias al cambio. Por ello, es fundamental entender cada caso desde una perspectiva más amplia, con causalidad circular, neutralidad, donde el significado de las relaciones y el contenido juegan un papel crucial en todo el proceso terapéutico. Ya que la narrativa de la familia es el resultado del significado que hace de la experiencia relacional, así como de la permanencia del síntoma, que en muchas ocasiones mantiene la homeostasis de la familia.
La psicoterapia emocional sistémica (PES) se nutre indudablemente de la terapia familiar sistémica (TFS), pero, de manera histórica, es importante recordar que la TFS más ortodoxa, a pesar de su surgimiento y evolución desde las corrientes psicoanalíticas, aborda postulados preferentemente contrastados a partir de la conducta de la familia; es decir, a través de las interacciones y acciones de las relaciones, y donde apenas se ha teorizado la parte emocional. Se evita el abordaje de las emociones y se llega a calificar como «proceso dormitivo», según Bateson (1973), o según afirma el doctor Juan Luis Linares (2018)10, psiquiatra y psicólogo sistémico: «[…] rayamos a veces en el tabú, querría dar testimonio personal, especialmente en lo que a las emociones se refiere. Cuando, en 1981, estuve en el Mental Research Institute (MRI) de Palo Alto en el curso de un programa de formación, pude detectar un explícito escepticismo respecto a la utilidad de la focalización y el manejo de aspectos emocionales en terapia. No había motivos para sorprenderse, puesto que Watzlawick no dudaba en referirse a ello, tanto por escrito como verbalmente, manifestando lo inadecuado de aludir a lo que las personas “sienten” en vez de a lo que “piensan”. También Minuchin mostraba sus preferencias por lo que se “hace” en detrimento de lo que se “siente”. Y es un lugar común en la historia de la terapia familiar que Bateson consideraba a las emociones un concepto dormitivo, en lo que para él constituía el colmo de la descalificación. A este respecto, y en honor a la complejidad de estos temas, hay que hacer constar que Nora Bateson asegura que su padre nunca afirmó tal cosa y que tal creencia se debe al sesgo intelectualizante introducido por Watzlawick…».
Desde la década de los cincuenta del siglo pasado, la terapia familiar sistémica, desde sus diferentes escuelas y técnicas, ha aportado reconocimiento y valor al trabajo de la psicoterapia. La literatura nos recuerda la amplitud de publicaciones e investigaciones que se han llevado a cabo a lo largo de estos años desde la TFS, ampliando su campo de actuación no solo al ámbito social y clínico, sino también al educativo. Por ello, la psicoterapia emocional sistémica se sustenta de sus raíces indiscutiblemente sistémicas y plantea nuevos postulados y técnicas, complementando su abordaje a través de aspectos emocionales que justifican y permiten el cambio de una manera más profunda y permanente, como veremos a lo largo de los próximos capítulos.