Читать книгу Manual de psicoterapia emocional sistémica - Mercedes Bermejo Boixareu - Страница 43
3.6 Individuación y abandono del hogar de los hijos
ОглавлениеActualmente, la emancipación de los hijos se ha retrasado mucho principalmente por causas socioeconómicas (aumento de años de estudio previos al comienzo del trabajo, la precariedad de los salarios, etc.). Según los últimos datos del INE, más de un tercio de las 5.382.500 personas entre 25 y 34 años todavía no se había independizado en 2017. El 52,7% de los jóvenes entre 25 y 29 años vivían con sus progenitores o con alguno de ellos, y para las personas de 30 a 34 años este porcentaje se reducía hasta el 24,1% (INE, 2018)25.
Esta situación puede generar fricciones en las familias, puesto que se mantiene una convivencia que no corresponde a la etapa vital de los progenitores ni de los hijos.
Si los hijos se independizan, los progenitores deben reencontrarse como pareja. Al perder su función parental, se puede producir el síndrome conocido como «nido vacío», que hace referencia al sentimiento de vacío que experimentan los progenitores cuando los hijos abandonan el hogar y ellos pierden su rol parental o «marental». En ocasiones, se encubren conflictos de pareja no resueltos mediante este rol.
Se pueden generar síntomas como por ejemplo una depresión, que puede tener como función inconsciente retener al hijo en el hogar. Ocurre especialmente en personas cuyo rol principal ha sido el de cuidar a sus hijos.
Mediante la psicoterapia, ayudaremos a los progenitores a que puedan percibir esta situación como una oportunidad para recuperar sus espacios de pareja e individuales.
Los hijos, por su parte, deberán enfrentarse a una nueva vida, totalmente autónoma de sus progenitores, y desarrollar todas las habilidades necesarias para ello (afrontar el pago del alquiler, comprar, cocinar, limpiar, lavar la ropa, etc.).
Una mujer de 55 años llegó a consulta con sintomatología ansioso-depresiva. Ella lo relacionaba con la reciente independencia de su única hija, de 30 años, con lo que se quedaba viviendo ella sola con su marido en el domicilio. El resto de sus hijos se habían independizado hacía unos años y Ana era su última hija en el hogar familiar.
Utilizamos la técnica de entrevista al síntoma, técnica psicodramática para trabajar el miedo. Se trata de un ejercicio en el que el psicoterapeuta propone al cliente que represente a su síntoma y el primero se convierte en un periodista que lo entrevista. El psicoterapeuta hace preguntas al síntoma, lo que aporta un nuevo contenido con el que se puede abordar el conflicto directamente. A partir de este nuevo contenido se puede redefinir el problema26 (Pubill, 2016).
Le pedí a la paciente que imaginara que ella era el síntoma, es decir, la depresión y la ansiedad, y le expliqué que yo le haría algunas preguntas a este para entender cuál era su función.
-Psicoterapeuta: ¿Desde cuándo estás en la vida de Rosa?
-Síntoma (Rosa): Desde que Ana se fue de casa.
-Psicoterapeuta: ¿Para qué viniste a la vida de Rosa?
-Síntoma (Rosa): Para ayudarla a rellenar el vacío que siente tras la marcha de su hija.
-Psicoterapeuta: ¿Qué te hace quedarte instalado en la vida de Rosa?
-Síntoma (Rosa): Su sentimiento de vacío tras dedicar la mayor parte de su vida a criar a sus hijos, su miedo a quedarse sola con su marido.
-Psicoterapeuta: ¿Qué o cuándo te es más difícil permanecer en la vida de Rosa?
-Síntoma (Rosa): Cuando se da cuenta de que puede ser una mujer interesante y divertida, aunque eso no pasa muy a menudo. En esos momentos no necesito llenar ningún vacío.
-Psicoterapeuta: ¿Qué tendría que pasar para que desaparecieras?
-Síntoma (Rosa): Que ella comprendiera que puede hacer más cosas además de ser madre, pero no sabe qué ni cómo, se siente muy perdida.
Así, se pudo redefinir el síntoma en una oportunidad y convertir la ansiedad en una aliada, cuya misión era alertarla de que sería positivo para ella descubrir nuevos aspectos de sí misma. A partir del ejercicio, pudimos reflexionar sobre la oportunidad que se le presentaba para tener aficiones y realizar actividades que nunca pudo cultivar por la falta de tiempo asociada a la crianza de sus hijos.