Читать книгу Orígenes de la filosofía analítica - Michael Dummett - Страница 13
Referencias bibliográficas
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8 Para Frege, además del tercer reino, existen otros dos ámbitos de la realidad: el primer reino, el reino de los objetos concretos, y el segundo reino, cuyos elementos son representaciones, es decir, imágenes y sensaciones.
9 “Necesitamos un método si queremos investigar la verdad de las cosas” (Descartes, 1684: p. 15).
10 Ver al respecto las siguientes citas: “Me refiero mediante ‘un pensamiento’ a algo por lo que la cuestión de la verdad puede en absoluto surgir” (Frege, 1977a: p. 4); “Para evitar cualquier malentendido y evitar la borrosidad de la frontera entre la psicología y la lógica, asigno a la lógica la tarea de descubrir las leyes de la verdad […]” (Frege, 1977a: p. 2).
11 Ver al respecto: “La oración se puede considerar como una imagen del pensamiento en cuanto a la relación entre la parte y el todo dentro del pensamiento, por consiguiente, y ampliamente corresponde la misma relación entre la parte de la oración y la oración” (Frege, 1979c: también citado en Dummett, 1993: p. 59 de este volumen).
12 Oliveri, 2015: §7 Sulla nascita della filosofia analitica, nota al pie 50, Principio 7.7.
13 Ver Frege, 1979b: p. 269, y Dummett, 1993: p. 171 de este volumen..
14“¿Cómo, entonces, se nos darán los números, si no podemos tener ninguna idea o intuiciones sobre ellos? Ya que solo en el contexto de una proposición las palabras tienen algún significado, nuestro problema se convierte en esto: definir el sentido de una proposición en la que aparece una palabra numérica [...]. En nuestro caso presente, tiene que definir el sentido de la proposición ‘el número que pertenece al concepto F es el mismo que pertenece al concepto G’” (Frege, 1884: §62, p. 73).
15“Si es una de las tareas de la filosofía romper con la dominación de la palabra sobre el espíritu humano dejando al descubierto los conceptos erróneos que, a través del uso del lenguaje a menudo surgen casi inevitablemente sobre las relaciones entre conceptos, y, al liberar el pensamiento de aquello con lo que solo los medios de expresión del lenguaje ordinario, constituidos como están, encuadrados, entonces mi ideografía, desarrollada aún más para estos fines, puede convertirse en una herramienta útil para el filósofo. Para estar seguro, también fallará en reproducir ideas en una forma pura, y esto es probablemente inevitable cuando las ideas están representadas por medios concretos; pero, por un lado, podemos restringir las discrepancias a aquellas que son inevitables e inofensivas, y, por otro, el hecho de que son de un tipo completamente diferente de aquellos peculiares al lenguaje ordinario, ya brinda protección contra la influencia específica que un medio particular de la expresión podría ejercer” (Frege, 1879: p. 7).
16 Wittgenstein, 1921: §4.0031, p. 19.
17 Ver al respecto Oliveri, 2015: especialmente §§3–5 y 7.
18 Un nombre propio es una palabra (o un signo, una conexión de signos o una expresión) dotada de un sentido y una referencia única.
19 “Cuando los filósofos usan una palabra –‘conocimiento’, ‘ser’, ‘objeto’, ‘yo’, ‘proposición’, ‘nombre’– y tratan de captar la esencia de la cosa, uno siempre debe preguntarse: ¿es la palabra alguna vez utilizada de esta manera en el juego de lenguaje que es su morada original? Lo que hacemos es conducir las palabras de su uso metafísico a su uso ordinario”. (Wittgenstein, 1983: §116, p. 48).
20 “Conocimiento, mente y significado son parte del mismo mundo con el que tienen que ver, y […] deben estudiarse con el mismo espíritu empírico que anima la ciencia natural. No hay lugar para una filosofía prioritaria.” (Quine 1969a, p. 26).
21 “Esto, en consecuencia, requiere que una teoría del significado deba primero explicar qué es para las expresiones del lenguaje ordinario, tales como el italiano, el inglés, el malayo, etc., tener los significados que tienen, y solo entonces, apelando a tal explicación, pasar a explicar en qué consistiría una captación que tiene un individuo de un lenguaje tal y cómo afectará la interpretación de sus proferencias y la atribución de actitudes proposicionales.” (Dummett, 1993: p. 213 de este volumen)
22 “¿Puedes hablar castellano? No lo sé, nunca lo intenté”, es parte de un diálogo que se encuentra en P. G. Wodehouse, Ring for Jeeves. Le estoy muy agradecido al Prof. Donald Gillies por sus comentarios y sugerencias respecto a las preguntas relacionadas con la habilidad práctica apropiada para usar en el ejemplo discutido en el cuerpo del texto.
23 Para Davidson (1986), por su parte, se trata del resultado de interpretaciones..
24 Ver al respecto Quine (1969a) y Davidson (1986).
25 Sobre el debate entre Dummett y Davidson respecto de la prioridad del idiolecto sobre el lenguaje común, véanse Davidson (1994) y Dummett (1994).
26 Ver al respecto Gibson (1994).