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3. La tesis de la prioridad
ОглавлениеAntes de discutir la tesis de la prioridad y, eventualmente, el giro lingüístico (§4), necesitamos decir algo más sobre la importancia de una filosofía del pensamiento. Como el propio Dummett expone en The Logical Basis of Metaphysics:
El óptico no puede decirnos lo que vamos a ver cuando nos mire: nos proporciona lentes que establecen todo lo que vemos en un enfoque más nítido. El filósofo pretende realizar un servicio similar respecto a nuestro pensamiento sobre la realidad. Ello significa, sin embargo, que el punto de partida de la filosofía tiene que ser un análisis de la estructura fundamental de nuestros pensamientos. Aquello que podría llamarse filosofía del pensamiento subyace a todo el resto. (Dummett, 1991: p. 2).
Pero, si ahora resulta claro por qué desarrollar una filosofía del pensamiento es una tarea por cumplir extremadamente importante en filosofía, no resulta tan claro si la idea de construir una filosofía del pensamiento es novedosa; y cómo la filosofía del pensamiento se relaciona con la tesis de la prioridad y, eventualmente, con el giro lingüístico. Con respecto a la primera pregunta anterior, aunque la exclusión de los pensamientos de la mente hace de la forma analítica de buscar una filosofía del pensamiento algo novedoso, de todos modos, el fundacional, y preliminar, papel asignado a la filosofía del pensamiento respecto al resto de la filosofía hace de la filosofía del pensamiento la principal heredera de una tradición más antigua que incluye a autores tales como Descartes, Leibniz y Kant.
Para Descartes, un filósofo, en su búsqueda de la verdad, debe: (1) investigar solo aquellos “[o]bjetos sobre los que nuestras mentes parecen ser capaces de tener una cognición precisa e indubitable” (Descartes, 1684: p. 10); y (2) descubrir un método efectivo para conducir su investigación.9 Pero, por supuesto, para lograr la tarea (1), antes de comenzar nuestras investigaciones respecto a cuestiones específicas, debemos producir una teoría correcta sobre mente/razón/pensamiento. Y entonces debemos individualizar, mediante su ayuda, nuestras limitaciones cognoscitivas y decidir en consecuencia si las cuestiones que nos interesan reposan o no dentro del rango de “[o]bjetos sobre los que nuestras mentes parecen ser capaces de tener una cognición precisa e indubitable”. (Esto era, precisamente, una de las cosas que Kant pensó que había logrado en su Crítica de la razón pura). Por otro lado, para lograr la tarea (2), sería perfectamente aceptable la acción de, por ejemplo, configurar una Characteristica Universalis leibniziana capaz de resolver las disputas filosóficas.
A esta altura de la discusión, la conexión entre este antiguo programa de investigación filosófica –originado a partir de Rules for the Direction of the Mind de Descartes– y las ideas de Frege debería emerger a la vista. Porque, de acuerdo con Frege, la lógica es una teoría del pensamiento ideal no-psicológica;10 y, en segundo lugar, su deuda con Characteristica Universalis de Leibniz se reconoce explícitamente en un pasaje bien conocido donde dice:
No deseo presentar una lógica abstracta en fórmulas [con la invención de la notación conceptual] sino expresar un contenido a través de símbolos escritos del modo más preciso y perspicuo que sea posible en palabras. De hecho, deseaba producir, no un mero Calculus Ratiocinator, sino una Lingua Characteristica en el sentido leibniziano (Frege, 1972: pp. 90–91).
Ahora bien, para abordar la cuestión de cómo la filosofía del pensamiento se relaciona con la tesis de la prioridad y, eventualmente, con el giro lingüístico, necesitamos indicar qué queremos decir mediante la expresión “tesis de la prioridad”. La tesis de la prioridad es la idea de que, en el orden de la explicación, el lenguaje es previo al pensamiento, esto es, a partir de una correcta teoría del lenguaje es posible obtener una rigurosa teoría no-psicológica del pensamiento, y no hay otro modo de obtener una rigurosa teoría no-psicológica del pensamiento. Ahora bien, la tesis de la prioridad no es vista por los filósofos analíticos como autoevidentemente verdadera sino como dependiendo de: (i) la llamada “tesis isomorfista” (compartida por Frege y otros) y (ii) la idea de que si tuviéramos que desarrollar una teoría del pensamiento independientemente del lenguaje no podríamos prescindir en nuestro trabajo de la psicología.
Los filósofos analíticos creen, por un lado, que la tesis de la prioridad depende de la tesis isomorfista porque es la existencia de un isomorfismo entre una proposición y el pensamiento expresado por ella11 lo que explica la razón por la cual se estudia el lenguaje, es decir: el estudio de las estructuras de las proposiciones, etc. debe reposar en una rigurosa teoría no-psicológica del pensamiento. Por otro lado, piensan que la tesis de la prioridad también depende del anterior punto (ii), porque si tuviéramos que desarrollar una teoría del pensamiento independientemente del lenguaje no seríamos capaces de distinguir entre un pensamiento y aquello que está involucrado en el proceso de pensar sobre él (psicología).
Habiendo mostrado cómo la idea de una filosofía del pensamiento se relaciona con la tesis de la prioridad, tenemos que decir algo sobre lo que todo esto tiene que ver con el giro lingüístico.