Читать книгу Una familia bajo la nieve - Monica Zwaig - Страница 8
4. La primera cita
ОглавлениеBusqué mucho, pero no encontré nada en el relato de la primera cita entre mis padres que permitiera prever el drama que vino después.
Mi abuela Rosita era encargada de limpiar el consultorio médico de un cardiólogo acá en Capital. Mi mamá para esa época sufría de taquicardia. A lo mejor era por estrés, por cansancio, ya que empezaba a estudiar una carrera difícil como la de ser partera. Pero también podía ser una enfermedad grave. Para sacarse la duda, Rosita llevó a su hija a su trabajo y le pidió al cardiólogo que la revisara. El médico le dijo que mi mamá estaba bien del corazón, que la taquicardia no era grave. Entonces María se sintió más tranquila y se quedó en el consultorio ayudando a Rosita a lavar el piso.
Ahí fue cuando entró Juan, mi papá, que pasaba por el consultorio, ese día a esa hora, porque era el consultorio de su padre. Fue amor a primera vista. Para expresarlo, papá –futuro encargado de la comunicación en la militancia y en casa– le tiró bolitas de papel encima a María. Ella no reaccionó mucho, y era más bien tímida. Además estaba trabajando limpiando el piso, con su madre al lado. Papá fue a verla de más cerca y le preguntó cómo se llamaba.
—María.
—Yo soy Juan, vine a buscar unos libros de anatomía que tiene mi viejo. ¿Qué hacés acá?
—Me fui a atender con el doctor y estoy con mi mamá.
En ese momento entró Rosita. Juan siempre supo hacerse el valiente con las mujeres. Sin dudar, le preguntó a Rosita si podía invitar a su hija a tomar un helado. Y así fue como en la primera salida Rosita los acompañó a una heladería cerca del consultorio. Luego de eso, Juan le dijo a María: “Te aviso que si tu madre vuelve a salir con nosotros, esto se terminó”. Mamá se puso valiente con Rosita. Le pidió que la próxima vez la dejara ir sola. Ella tenía muchas ganas de conocer a Juan. Era muy pintón, estudiaba medicina. Él iba a ser médico y ella partera.
Para su primera salida solos mi padre la invitó a una cena en la casa de sus amigos. Mamá se vistió bien, se puso la cadenita de oro que se ponía para las ocasiones muy, muy especiales y compró un ramo de flores. Pero no llegó a un lugar como ella esperaba porque Juan la llevó a comer un asado en una villa. Mamá no lo podía creer, porque se había vestido muy bien, pensando que papá iba a llevarla a una reunión llena de intelectuales de clase media como él, y en cambio fueron a un lugar donde le robaron la cadenita de oro. Los ladrones, amigos de mi papá, se la devolvieron más adelante.