Читать книгу Una familia bajo la nieve - Monica Zwaig - Страница 9
5. La familia de papá
ОглавлениеTambién busqué mucho en la historia de la familia de papá para ver si encontraba ahí las semillas de la revolución. Hay hechos notables.
A papá le pusieron el nombre de un tío, uno que era químico y murió a los veinte años en la explosión de su laboratorio. Me enteré también de que mi padre tenía un primo que se había caído de la ventana a los seis años y se había muerto. Por último, mi abuela paterna me contó que papá casi se muere electrocutado a los dos años. Por eso me pregunto si habrá sido por ese contexto, de haber estado desde tan chico tan cerca de la muerte, que no le dio miedo hacer la revolución.
Él lo único que recuerda y cuenta sobre su infancia es que vivió con pantalones cortos hasta los trece años. Las demás cosas las tengo que inventar. Hace poco le regalé el libro de un escritor argentino, El hijo judío, y como le gustó tanto, imagino que ahí encontró algo de su infancia. Y como esa infancia ya la escribió un escritor argentino no voy a cometer el error de inventarla yo, que aprendí el castellano hace poquito.
Por lo demás, no vi grandes cosas en el resto de la historia familiar del lado paterno que dejen entrever lo de la revolución. Es la historia típica de los pogromos que terminaron con la huida a la Argentina. Vi sólo dos cosas en la historia del abuelo que podrían ser semillas de algo, pero no estoy segura. La primera es que él se peleó con el Ejército argentino en los años cuarenta: había logrado entrar como médico militar y se sintió rápidamente expulsado por el tono antisemita de la institución. La otra, mucho más contundente, es que a pesar de ser muy petiso era un gran jugador de básquetbol.
En la historia de la abuela sí existe una semilla un poco más visible. Durante su niñez, su madre trabajaba en el rubro gastronómico: envolvía caramelitos en papel, que luego colocaba en un frasco transparente y los vendía. Mi abuela se crio con la dulzura a su alcance, pero no la podía probar. Esto es una gran semilla de la revolución. En su vida de adulta se vengó y probó toda la dulzura junta. El encuentro con mi abuelo le permitió ascender la escalera social y construyeron juntos una familia. Gracias a la técnica de los abortos clandestinos practicada por mi abuela fanática de las golosinas y mi abuelo médico, mi papá fue hijo único toda su vida y cargó sobre sus espaldas el mandato de devenir el hombre más exitoso del país. Mis abuelos no vinieron a Francia a vivir con nosotros, como hicieron los abuelos maternos. Ellos se quedaron acá para mantener el arraigo en este país. Eran la primera generación de descendientes de migrantes europeos, habían logrado tener sus primeras propiedades y era mucho pedirles que retrocedieran tantos casilleros.