Читать книгу La Adoración Que Toca El Corazón De Dios - Nina Gardner - Страница 13
El Dulce Olor de Su Fragancia
ОглавлениеAntes de que el sacerdote pudiera ir detrás del velo a ministrar a Dios en el Lugar Santísimo, Dios requería que el cuarto fuera lleno de Su exclusivo perfume santo y puro. “Y harás de ello el incienso…puro y santo…y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima” (Éxodo 30:35-36, énfasis añadido). Nuestro acceso hacia el Lugar Santísimo es por el perfume santo y puro de Jesucristo, pero requiere amor de nuestra parte. “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2). Esta fragancia equivale a una vida que es aceptable a los ojos de Dios, “lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios” (Filipenses 4:18). Ahora nosotros entramos en el Lugar Santísimo, meciendo la fragancia de nuestras alabanzas con el perfume de Jesucristo.