Читать книгу La Adoración Que Toca El Corazón De Dios - Nina Gardner - Страница 18
Entrando En tu Posición Sacerdotal
ОглавлениеTípicamente en los servicios de adoración general, la mentalidad es ser ministrado o ser alimentado; pero la Adoración Davídica se trata de cumplir la función sacerdotal de ministrar a Dios. Tú ya estás sentado con Cristo en lugares celestiales, y por eso ya has recibido el poder y la autoridad para venir confiadamente a Su presencia (Hebreos 4:16). Tú entras en esa posición de poder y autoridad cuando empiezas a ministrar a Dios directamente. Tú tienes la llave del corazón de Dios, y tú eliges si la usas o no; nadie, ni siquiera Satanás, puede quitarte tu posición.
El propósito para que los sacerdotes entraran al Lugar Santo y al Lugar Santísimo era ministrar a Dios. Era únicamente después de ministrar a Dios que ellos tornaban a bendecir al pueblo, y luego la gloria de Dios se manifestaba en medio de ellos y todas sus necesidades eran satisfechas (Levítico 9:22-24). Si queremos ver la gloria de Dios manifestada en nuestros servicios o en nuestras vidas, lo primero que tenemos que hacer es ministrar a Dios. Además, Jesucristo quiere darnos poder así como lo dio a los setenta para ir a sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, echar fuera demonios, y predicar el evangelio. Todo esto comienza con nuestro conocimiento de Dios y ministrándolo a Él.
Podremos entrar en los ámbitos de Su gloria, de Su paz, de Su amor, y muchos otros lugares, cuando tomemos nuestros lugares y vengamos delante de Dios para adorarlo en espíritu y en verdad. Las llaves del reino de los cielos se nos abrirán cuando ministremos a Dios directamente por nosotros mismos. Es aquí donde recibimos lo que necesitamos directamente de Dios. Ya sea que necesitemos sanidad, liberación, o ayuda, todo esto está aquí. Si necesitamos respuestas a nuestras oraciones, podemos recibirlas. No es que haya un problema con que alguien ponga sus manos sobre nosotros para que seamos sanos, pero si podemos ir directamente a Dios y recibir la sanidad de Él, ¡eso es algo totalmente vivificante! ¿Y acaso no es esto lo que Dios realmente quiere que suceda? ¿No es éste el plan de Dios desde el principio? Él anhela que lo ministremos en el oficio sacerdotal. Él desea encontrarse contigo personalmente en el Lugar Santísimo, ¡y que tú lo experimentes en toda Su gloria!