Читать книгу Un rayito de luz para cada día - Ninayette Galleguillos Triviño - Страница 72
Оглавление6 de marzo
Como una novia
“Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, engalanada como una novia para su esposo” (Apocalipsis 21:2).
¡Qué hermosas son las bodas! Si hay un día en que una señorita está asombrosamente deslumbrante, es el día de su casamiento. Hoy vamos a ver que la novia es la iglesia de Dios, que espera al esposo, el Señor Jesucristo.
¿Sabías que las novias reciben muchos consejos? Y algunos de esos, los podemos aplicar a la iglesia. Todas las novias quieren lucir ese vestido tan especial de color blanco, que simboliza la pureza. La iglesia también se mantendrá pura guardando la Palabra de Dios. También lucirá sonriente, pues se unirá a quien ama por el resto de su vida. La iglesia espera feliz encontrarse con el esposo, Jesús, que viene a buscarla para pasar juntos la eternidad.
También se aconseja a la novia no desvelarse la noche anterior, para poder estar alerta y lucir su mejor apariencia. La Biblia dice que la novia debe velar y estar atenta para no ser engañada por el gran enemigo. Tampoco hay que dejar tareas pendientes hasta último momento. Por eso, los hijos de Dios cada día deben confesar sus pecados y tener las lámparas bien llenas, colmadas de su Santo Espíritu.
Se les aconseja a las novias alimentarse de manera saludable. En relación con la vida espiritual, aliméntate del pan nutritivo, la Santa Biblia, para estar de pie cuando Jesús venga a buscarte.
Antes de la boda no debes callar aquellas cosas que podrán dañar tu boda perfecta. Tal vez el sabor de la torta, los colores seleccionados y cómo te queda ese peinado. En la vida de la iglesia también podemos tener que arreglar asuntos, como por ejemplo, relaciones rotas que te afectan o incomodan. Jesús quiere una iglesia unida, que lo espera.
Se recomienda que una novia no haga cambios radicales, como cortarse el cabello o cambiar el color de su cabello, justo antes de la boda. Los cambios para bien deben ser paulatinos. Así mismo, la iglesia también debe realizar los cambios necesarios de manera paulatina, especialmente si se trata de cosas relacionadas con malos hábitos o rasgos nocivos de carácter.
Tú, amiguito, eres parte de la iglesia, la novia que espera al novio, el Señor Jesús. Ten en cuenta que falta poco para esa boda. ¿Estarás listo esperándolo? Mirta