Читать книгу Un rayito de luz para cada día - Ninayette Galleguillos Triviño - Страница 83
Оглавление17 de marzo
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“Y el jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable” (Génesis 39:22, LBLA).
La vida de José es una de las más explícitas y detalladas de la Biblia. Varios capítulos de Génesis cuentan cómo este joven pasó por momentos difíciles y hasta incomprensibles, pero Dios tenía un bello plan para su vida. Uno de los momentos más llamativos es cuando aceptó hacerse responsable de una cárcel. En el libro Patriarcas y profetas se menciona que José “encontró una obra que hacer, aún en la prisión. Dios lo estaba preparando en la escuela de la aflicción [...]. En la cárcel, presenciando los resultados de la opresión y la tiranía, y los efectos del crimen, aprendió lecciones de justicia, simpatía y misericordia que lo prepararon para ejercer el poder con sabiduría y compasión. [...] Cada rayo de luz que derramamos sobre los demás se refleja sobre nosotros mismos. Toda palabra bondadosa y compasiva que se diga a los angustiados, todo acto que tienda a aliviar a los oprimidos [...] resultará en bendiciones para el dador” (p. 218).
No siempre las tareas hechas con grandeza, sacrificio y responsabilidad son vistas y valoradas en esta vida. Pero para Dios, nada pasa desapercibido. La responsabilidad social es esperable en un buen cristiano. Los “demás” no son solo nuestra familia y amigos. Son las personas que nos rodean, y en ellas tenemos que pensar.
Hoy en la escuela jugamos al básquet en uno de los recreos. El cuarto grado del cual soy maestra me llena de orgullo. Son niños buenos, con una excelente mezcla de estudiosos, amigables, alegres y solidarios. Hoy también demostraron responsabilidad social, pues compartimos el patio con los más pequeños, de tercer grado, ya que su maestra se había ausentado por motivos de salud. Ante la consigna de permitir jugar a los más chiquitos e integrarlos, ellos postergaron su propio juego, lo que me llenó de alegría. Pasaban la pelota asumiendo su rol de “más grandes” amorosamente, haciendo felices a sus compañeritos.
Las personas responsables consideran que todos tienen algo valioso para ofrecer, que nadie es superior o más importante que otro, y que para trabajar bien y con alegría se necesita un ambiente de cooperación y no de competencia. Es decisión nuestra; elijamos responsablemente. Mirta