Читать книгу Cuentos para el desarrollo emocional desde la teoría del apego - Olga Barroso - Страница 10
BREVE HISTORIA DEL APEGO
ОглавлениеRené Spitz (1887-1974) fue un médico psicoanalista que observó a menores de 1 año en orfanatos y las consecuencias que esta circunstancia tenía para los pequeños. El escaso movimiento que tenían, la tristeza y la falta de cariño llamó la atención de Spitz. Muchos de estos niños llegaban a morir. Eran menores atendidos por un personal sanitario cambiante y desbordado. A todas las consecuencias que sufrían los niños de los orfanatos se las denominó hospitalismo.
Años más tarde, Harry Harlow (1905-1981) realizó un estudio con macacos rhesus, que hoy en día no se podría llevar a cabo por cuestiones éticas. Se privaba a los pequeños monos de su madre y se les ofrecía dos madres sustitutivas artificiales: una madre de alambre que les daba de comer a los monitos y una madre de felpa que no los alimentaba, pero sí que era agradable al tacto. Harlow demostró que la sensación de protección era básica para la supervivencia de los monitos y era independiente de la alimentación. Los psicoanalistas habían dicho años antes que la necesidad emocional se cubría gracias a la necesidad de alimentación. Harlow demostró que eran dos necesidades independientes. Vio que los monitos solo acudían a la madre de alambre para alimentarse y el resto del tiempo preferían estar con la madre de felpa; es decir, preferían sentirse protegidos, sentir que un individuo de su especie estaba ahí y que podían refugiarse en él.
A mediados del siglo pasado, John Bowlby (1907-1990) establece la teoría del apego. Hoy en día, la teoría del apego es la corriente más aceptada en psicología del desarrollo. Bowlby decía que el bebé nace programado para enamorar a sus padres y, de esta manera, aumenta sus probabilidades de supervivencia. Bowlby fue un médico psicoanalista que nació en Londres en el seno de una familia acomodada. Eran seis hermanos y fue criado por las niñeras, por lo que estaba muy poco tiempo con sus padres. Sobre los 10 años de edad, sus padres deciden mandarlo a un internado, algo que era muy habitual en Inglaterra. Esa relación fría y distante lo marcó tanto personal como profesionalmente, puesto que decidió estudiar las consecuencias de este tipo de relaciones. Formuló su teoría del apego cuando la ONU le encargó un estudio sobre las consecuencias que tenía la orfandad después de la Segunda Guerra Mundial.