Читать книгу El cerebro y la música - Osvaldo Fustinoni - Страница 11
Cuerpo humano y sistema nervioso:
acción y reacción
ОглавлениеPara comprender plenamente el vínculo entre el ser humano y su compleja estructura física, con lo que podríamos llamar su producción cultural, y dentro de ella, la música, es necesario describir algunos aspectos de su funcionamiento.
Al igual que el de cualquier otro ser viviente, el cuerpo humano está compuesto por una serie de órganos que cumplen cada uno un papel específico en su funcionamiento. El corazón y los vasos aseguran la circulación de la sangre, llevando a los tejidos los elementos necesarios para mantener la vida. Los pulmones aportan oxígeno. El tubo digestivo absorbe los nutrientes provenientes de la alimentación. El hígado los aprovecha y asimila. El riñón filtra la sangre y elimina sus productos de desecho. El sistema nervioso, por fin, nos permite interactuar con el medio y desarrollar nuestra vida de relación, satisfacer nuestras pulsiones e instintos, regular nuestra volición, nuestra conducta y nuestras emociones, y reaccionar frente al peligro. Su máxima expresión es el cerebro.
Todos los órganos del cuerpo humano tienen una función sincrónica: su actividad se mantiene mientras se conserva la vida, y cesa con la muerte.
Únicamente el cerebro, órgano excepcional, asiento de la persona, tiene además una función diacrónica: el producto del funcionamiento cerebral, de la mente, se mantiene más allá de la muerte, aunque su función sincrónica se haya terminado. Es lo que nos permite disfrutar de un cuento de Borges, una novela de Dostoievski, una sonata de Mozart, un tango de Piazzolla, un cuadro de Monet o Picasso, o una escultura de Miguel Ángel. Los cerebros de todos ellos ya no están, han finalizado su función sincrónica, pero su producto nos sigue conmoviendo. Es también lo que nos hace recordar las enseñanzas de nuestros antepasados fallecidos, nuestros padres, abuelos y maestros, que nos brindan continuidad de cultura y de valores.