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IV. CONCLUSIONES

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Frente a las evidencias expuestas respecto al objetivo general de la investigación que es conocer los protocolos y procedimientos diseñados en España desde la disciplina del Trabajo Social en situación de pandemia, concluimos que, antes de enfrentarnos a la situación de pandemia provocada por el COVID-19 y posterior promulgación del Estado de Alarma, con el objetivo de detener la propagación del virus, no se sabía cómo afrontar la situación. Desde muchos espacios y organizaciones se empezaron a pronunciar respuestas y proponer estrategias de intervención ante una situación desconocida hasta el momento.

La disciplina del Trabajo Social y el colectivo de trabajadoras y trabajadores sociales no han sido ajenos a dicha situación. En 43 días han elaborado recomendaciones y propuestas dirigidas a todos/as los profesionales de Trabajo Social para hacer frente al COVID-19 en todas sus áreas de intervención: salud, servicios sociales, educación, justicia, sistema penitenciario, Tercer Sector.

Cabe destacar que el colectivo liderado por el Consejo General del Trabajo Social está altamente motivado para la atención y la intervención social. Principalmente cuando en el afrontamiento de la pandemia, se ha estimado que el Trabajo Social era considerado una profesión esencial, por su importante implicación e intervención en responder a situaciones de índole social para las personas. En este sentido, una de las primeras conclusiones que se pueden extraer de este estudio es que el colectivo profesional presenta un alto compromiso social, desarrollando un trabajo proactivo, como se desprende del hecho de que las tres cuartas partes de los documentos elaborados en el periodo estudiado han sido realizadas por el colectivo profesional a través de su estructura colegial y sus asociaciones de carácter científico.

Conviene subrayar la presencia de las asociaciones de carácter científico en particular, la Asociación Española de Trabajo Social y Salud que ha elaborado gran cantidad de protocolos para los/as trabajadores/ as que se encuentran en el ámbito sanitario. Además, merece especial consideración el Trabajo Social Sanitario, ya que según ha quedado establecido en los documentos procedentes del ámbito de la salud, las trabajadoras y trabajadores sociales tenían una intervención directa y en primera línea de actuación en esta crisis, especialmente con la población más vulnerable. Así mismo, las actuaciones para proteger a las personas en situación de calle, a través de viviendas tuteladas y alojamientos de carácter alternativo.

Todo ello, nos lleva de nuevo a plantear la necesidad de reivindicar (tal y como viene haciendo el colectivo desde hace tiempo), que el Trabajo Social en el ámbito de la Salud sea considerado una profesión sanitaria, e incluida en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.

De esta forma, se ha visto que el Trabajo Social ejerce una labor esencial en situaciones de crisis y emergencias sociales ya que, a través de su metodología de intervención, se dota a la población de las herramientas necesarias para poder paliar o solventar sus problemáticas, contribuyendo a disminuir las desigualdades de los colectivos más vulnerables.

No obstante, al ser un estudio de revisiones sistemáticas, están limitadas por la cantidad y calidad de los estudios previos analizados y también por los estudios posteriores. En el futuro, tanto a corto, como a medio plazo, la vida de muchas personas inclusive la intervención de las y los profesionales se verá condicionada, ya que se prevé un incremento importante de la demanda de atención social. En este sentido, desde el Consejo General, se cifra el aumento de personas usuarias de los servicios sociales en más de 2.000.000 de personas para final de año.

Trabajo social digital frente a la Covid-19

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