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Pisos de vegetación y clima
ОглавлениеLos pisos de vegetación de las islas Canarias. Los colores se corresponden con los expuestos der obigen Karte (según Schönfelder, 2018 a).
La estratificación básica en pisos de la vegetación canaria viene condicionada por el clima: la estructuración clásica diferencia entre pisos bajo las nubes, a la altura de las nubes y sobre las nubes. Las áreas costeras componen una franja de tierra estrecha influida por la maresía: la vegetación costera presenta una flora muy diferenciada, en función de si se trata de arenas o litoral rocoso. Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria poseen extensas playas de arena, mientras que los litorales rocosos están presentes en todo el archipiélago.
El piso de vegetación que le sigue, caracterizado por las especies de cardonal-tabaibal (piso infracanario) es mucho más extenso en el sur de las islas, donde puede llegar a los 800 m de altitud. Las precipitaciones apenas alcanzan los 200 mm anuales. Además de plantas suculentas, aquí crecen especies arbustivas, pero con un tronco principal, y que en las épocas secas se desprenden de sus hojas. Mientras que el cardonal-tabaibal todavía puebla vastas zonas de las islas centrales y occidentales, el pastoreo intensivo en las islas orientales ha ido generando en su lugar amplias extensiones con vegetación herbácea, sumamente seca en verano.
Por encima de la zona de cardonal-tabaibal, se encuentra la mayor parte de las poblaciones, por lo que del cinturón natural autóctono original formado por bosques termoesclerófilos solo se conservan pequeños vestigios. Climáticamente, este piso representa la transición desde los pisos inferiores secos y cálidos a las áreas boscosas, caracterizándose por la existencia de bosques de determinadas especies arbóreas y arbustivas.
Las vertientes norte y noreste de las islas centrales y occidentales albergan zonas de laurisilva (el llamado “Monteverde”, piso termocanario) que deben su existencia a un clima húmedo y sin heladas durante todo el año. En invierno, aquí quedan atrapadas las nubes de las borrascas, mientras que en verano los vientos alisios de componente noreste suministran la humedad necesaria. Se registran precipitaciones de entre 700 y 1000 mm anuales y temperaturas relativamente suaves todo el año, aportando la niebla la humedad adicional.
En las zonas más secas de los bosques de laurisilva, en sus límites inferior y superior, y también como estadio regenerativo en función del grado de deforestación, crecen bosques de fayal-brezal de hasta 10 m (altura máxima: 20 m) en los cuales, además del brezo, en ciertas zonas predomina la faya endémica de la región Macaronésica.
En las islas de mayor altitud (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) hallamos vastas zonas boscosas de pino canario por encima del Monteverde (piso mesocanario), además de poblaciones más pequeñas en La Gomera y El Hierro. Este piso también recibe cierta pluviosidad en verano gracias a las nubes ascendentes de los alisios y sobre todo en invierno a causa de las borrascas. En el borde de las Cañadas los bosques de pino canario de Tenerife alcanzan su límite superior, situado a unos 2000 m, existiendo ejemplares aislados hasta los 2300 m.
El piso subalpino (piso supracanario) está bien desarrollado únicamente en las islas de Tenerife y La Palma, encontrándose la mayor parte del tiempo por encima de las nubes. Se caracteriza por la presencia de varias especies arbustivas, entre las cuales se encuentra la retama blanca del Teide y el tajinaste rojo, de flores rojas y mayor altura que un hombre, que crece también en zonas bajas como planta ornamental.
El piso más elevado, casi carente de vegetación leñosa (piso alpino u orocanario) se encuentra solo en el Pico del Teide de Tenerife y presenta unas pocas especies herbáceas endémicas, entre las que se cuentan la violeta del Teide, observable con algo de esfuerzo en su ubicación natural.
Los márgenes de caminos y sendas y el terreno en barbecho son hábitats especiales que —sobre todo en el piso del cardonal-tabaibal— poseen su propia vegetación, formada en su mayor parte por especies introducidas. Por su parte, los barrancos y riscos abarcan varios pisos de vegetación y suelen llegar hasta los bosques de pinos. En los riscos proliferan las plantas especialmente adaptadas a estos enclaves, como, por ejemplo, las especies del género Aeonium.
Nubes de los alisios de componente este sobre El Pilar (La Palma)