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INTRODUCCIÓN

A diferencia de alguna obra de Plutarco, como es el caso de Sobre el amor a la riqueza, en la que se estudia una pasión pero no su tratamiento, nos encontramos aquí con una detallada exposición y metodología para la cura de la ira, sin que, en cambio, se haga un estudio de esta enfermedad del alma. El título de la obra es, por eso, más coincidente con su contenido en la traducción latina, De cohibenda ira , que con el del griego Περί ἀοργησίας. Sobre la propia pasión trataría sin duda un Περί ὀργῆς que figura como número 93 en el «Catálogo de Lamprias» y del que no puede pensarse que hay identidad con el que ahora nos ocupa —que en cambio no figura en aquél—, ya que Estobeo ha conservado un fragmento de él que en nada coincide con nuestra obra 1 .

En cuanto a la forma es, en teoría, un diálogo que sostienen Sila y Fundano, ambos amigos de Plutarco. El primero de ellos lo comienza admirándose del cambio de carácter tan radical que se ha dado en su amigo tras un año en su ausencia de Roma. Sólo hay una réplica de Sila a lo que Fundano le contesta en primer lugar, el resto de la obra está ocupado por el fluir del verbo de este último, que trata primero el tema de un modo más general para terminar refiriéndose a sí mismo y a su propia cura. Es, por consiguiente, de hecho, una exposición sin ningún carácter dramático 2 .

Las fuentes de Plutarco para la composición de esta obra han sido objeto de numerosas discusiones desde finales del pasado siglo, cuando Pohlenz vio en el peripatético Jerónimo de Rodas, quien por dos veces (454F y 460C) aparece citado en esta obra, su fuente de inspiración 3 . Asimismo, las citas que de aquél hace Séneca en su De ira y las coincidencias de Plutarco con éste harían pensar que ambos lo tuvieron como una fuente común. El que primero Wilamowitz y luego Schlemm 4 creyeran en la utilización del estoicismo por parte de Plutarco no es un obstáculo. Ya estamos acostumbrados a esta utilización silenciosa de nuestro autor. Por otra parte, Jerónimo de Rodas, que primero perteneció a la escuela peripatética, fue luego el fundador de una escuela ecléctica. Tiene razón Babut cuando establece que hay una utilización de materiales estoicos, pero que ésta no es tal como para considerar a los filósofos del Pórtico como una sola fuente 5 .

En último lugar hay que tener en cuenta que éste era un tema tópico que había sido tratado por incontables autores 6 , lo que hace imposible determinar cuáles fueron las influencias prioritarias en nuestro autor.

Respecto a la datación de la obra es éste uno de los casos donde parece poder establecerse de una forma bastante segura. Precisamente Jones 7 comienza su estudio de la cronología plutarquea con el de este tratado. Resumiendo sus argumentos brevemente, el eje de la cuestión radica en la personalidad de Fundano, identificado generalmente como C. Minucio Fundano, cónsul suffectus en el 107 y procónsul de Asia en el 122/3. Éste se refiere a los efectos de su ira sobre su mujer y sus hijitas (455F) y ello le sirve a Jones para fechar el diálogo, ya que Plinio ( Ep. V 16) habla de la muerte de la hija más pequeña que aún no había cumplido catorce años. Con otra serie de argumentos más, que nosotros, por la brevedad requerida, ahorramos, Jones establece como terminus post quem el nacimiento de esta niña, trece años antes, lo que da la fecha del 92-93. Para el terminus ante quem distingue la datación dramática de la fecha de composición. La fecha dramática podría definirse más fácilmente, pues Plutarco presenta a la esposa de Fundano como viva todavía y a las hijas, por el uso del diminutivo (toîs thygatríois), muy pequeñas. En cambio considera más difícil asegurar la fecha real de composición del diálogo. No puede invocarse, dice, la analogía de otros diálogos plutarqueos, ya que el De cohibenda ira es casi único en no presentar el diálogo con una primera persona narrativa (República) o con un diálogo secundario (Banquete) sino, como el Gorgias, con un simple diálogo. Por otra parte, considerando que Plutarco no presentaría como viva a la esposa ya fallecida de Fundano, la fecha dramática y la de composición coincidirían y no habrían de ser posteriores al año 100. De no ser así, concluye, esta obra tendría que fecharse entre el 93 y la muerte de Plutarco.

Esta obra, como ya se ha señalado, no consta en el «Catálogo de Lamprias».

NOTA TEXTUAL


Obras morales y de costumbres (Moralia) VII

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