Читать книгу Vidas paralelas III - Plutarco - Страница 11
II NUESTRA TRADUCCIÓN
ОглавлениеPara la traducción de estas cuatro primeras biografías seguimos los criterios aplicados en el volumen anterior (II) y que recordamos aquí de nuevo. Ante una lengua como el griego, pródiga en participios y oraciones completivas y que utiliza más la pasiva personal que el castellano, nos hemos visto obligados a sustituir construcciones de este tipo con giros alternativos. Por ejemplo, oraciones impersonales del tipo «dicen que…», «parece que…», se sustituyen a veces por adverbios, o por expresiones como «al parecer», «según se dice», «según dicen», etc.; los infinitivos se traducen en ocasiones por sustantivos y su sujeto como complemento del nombre; oraciones de relativo, por adjetivos; y, para los participios, hacemos uso de las múltiples opciones que en cada caso nos brinda nuestra lengua: adjetivos, giros con el infinitivo, giros preposicionales, oraciones subordinadas, oraciones de relativo e incluso la coordinación, según las circunstancias. A veces mantenemos el gerundio, pero huimos de excesos en el recurso a esta forma. Hemos reducido también en general los adverbios en -mente, inevitables de cuando en cuando, dada la gran cantidad de adverbios que utiliza la lengua griega y que encontramos en el estilo de Plutarco.
Renunciamos de igual modo a respetar los períodos en exceso largos del estilo narrativo y discursivo de Plutarco, que sigue con ello las pautas normales en los prosistas áticos y en los historiadores griegos de su época. Sustituimos, por tanto, la concatenación de oraciones subordinadas y completivas por períodos más cortos, a base de oraciones independientes cuyas relaciones mutuas se marcan, bien con la coordinación —como decíamos arriba— o mediante adverbios y expresiones temporales, causales, consecutivas, etc. Partículas e ilativas, también muy abundantes en los autores griegos y de manera especial en Plutarco, mostramos tendencia a eliminarlas (aunque no lo hacemos de manera sistemática), salvo que encierren un sentido muy relevante y no marquen la simple sucesión de las frases o su contexto.
Esto por lo que atañe a algunos recursos de estilo frecuentes en la traducción del griego al castellano. En cuanto a los nombres propios griegos, se siguen las normas del libro de M. Fernández Galiano, La transcripción castellana de los nombres propios griegos , Madrid, 1969. Los nombres de dioses y determinados héroes en las biografías de Coriolano y Emilio (salvo que el pasaje se refiera expresamente a una divinidad griega) son traducidos a su forma latina (Júpiter, Hércules, Fortuna, etc.), así como el término agorá a foro y boulé a Senado.
Hagamos ahora algunas indicaciones sobre las partes complementarias del libro, es decir, sobre las notas, la bibliografía, la tabla cronológica, el aparato crítico y los índices de nombres.