Читать книгу Luces de Bohemia - Ramón María del Valle-Inclán - Страница 8
Оглавление2. Panorama literario
La adscripción generacional de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) resulta polémica. Por su edad pertenecería a la Generación o Grupo del 98, pero algunos críticos lo adscriben al Modernismo. Quizá fue modernista y noventayochista. Veámoslo.
El Modernismo fue un movimiento artístico que se prolongó desde 1880 hasta los años veinte del siglo pasado. Literariamente, surge por la influencia de dos corrientes poéticas francesas: el Parnasianismo, que busca la perfección estética y cuyo máximo representante fue Théophile Gautier (1811-1872), y el Simbolismo, que intenta profundizar en el interior del ser humano, representado por Charles Baudelaire (1821-1867). De Francia pasó a Latinoamérica, y de allí, rápidamente, a España, gracias a Valle-Inclán, entre otros. Su máximo representante fue Rubén Darío (1867-1916). Los principales rasgos de esta corriente neorromántica son:
1. Exotismo espacial y temporal; cosmopolitismo.
2. Dominio del subjetivismo, polarizado entre el vitalismo y el pesimismo.
3. Temas amorosos y eróticos; misterio y magia.
4. Voluntad de perfección y búsqueda del esteticismo máximo.
5. Originalidad formal, con nuevas estructuras formales y léxico llamativo con cultismos, arcaísmos, neologismos y vocablos sensoriales, especialmente visuales.
Por su parte, la Generación o Grupo del 98 es una corriente de pensamiento que se centra en el mundo literario. Tiene su origen en la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Esta derrota llevó a algunos intelectuales a afirmar que España necesitaba una regeneración urgente para frenar su decadencia. Los principales autores son Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruíz «Azorín» y Antonio Machado. Sus rasgos básicos son:
El modernismo: jardines y fuentes.
1. La necesidad de una renovación ética y social.
2. El interés por lo profundo, lo esencial, el contenido, el mensaje filosófico e ideológico por encima de los aspectos estéticos y formales.
3. La interpretación de la crisis de España como una cuestión de mentalidad, más que de economía o de política superficiales.
4. El reconocimiento de la literatura como un método para renovar y cambiar la sociedad.
5. Riqueza verbal, con primacía de los diálogos sobre la acción.
Respecto a la discusión sobre la adscripción de don Ramón a un movimiento u otro, opinamos que, de modo similar a Antonio Machado, nuestro autor evolucionó desde el carlismo conservador hasta posturas comprometidas con su sociedad. La concienciación social lo llevó a buscar la protesta desde el polo opuesto, el del pueblo que sufre los abusos de los patronos y la violenta represión gubernamental. Así ocurre en las Sonatas y en Luces de bohemia.